Sobrino del poeta viajó a Europa a pedir apoyo para pagar los documentos

Caso Neruda: Sólo falta que lleguen los exámenes de Dinamarca y Canadá para certificar científicamente su asesinato

Con el testimonio de Manuel Araya, chofer y asistente personal de Pablo Neruda, que permitió al juez Carroza el año 2011 reabrir el caso por la muerte del Premio Nobel de Literatura, finalizó la versión XII del Festival de Cine Social y Derechos humanos en Valparaíso.

Por Absalón Opazo

19/09/2018

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Con el testimonio de Manuel Araya, chofer y asistente personal de Pablo Neruda, que permitió al juez Carroza el año 2011 reabrir el caso por la muerte del Premio Nobel de Literatura, finalizó la versión XII del Festival de Cine Social y Derechos humanos en Valparaíso, el pasado viernes  14 de septiembre.

Durante la penúltima jornada del Festival, Francisco Marín, Sociólogo y Periodista, relató las circunstancias y los pormenores que le permitieron conocer la versión de don Manuel Araya sobre el asesinato de Pablo Neruda, para luego dar paso al testimonio directo de quien estuvo acompañando a Neruda hasta el momento de su fallecimiento.

En su presentación, Francisco Marín manifestó:

«Siempre me llamó la atención la historia que se contaba de la muerte de Pablo Neruda, ya que decían que se había muerto de pena. Qué raro, decía yo, cómo es posible que una persona se pueda morir de pena y más encima justo doce días después del golpe. Pensaba que no podía ser así, pero no tenía ningún elemento para dudar de la historia oficial.

Allende murió el 11 de septiembre de 1973, el 15 Víctor Jara y el 23 Neruda, tres personajes emblemáticos de la historia de la cultura y la política en Chile. ¡En doce días mueren los tres!, y en los tres casos ninguno había sido asesinado según la historia oficial.

Un día, estando en San Antonio, me llama el dirigente de los pescadores artesanales Cosme Caracciolo, del cual soy amigo, y me dice “Pancho, estoy con el chofer de Neruda y me cuenta que lo mataron”. Quedé sorprendido y le pregunté a Cosme si quien decía ser el chofer de Neruda era una persona confiable; por supuesto me dijo, acá en San Antonio todos lo conocen, él fue el chofer de Neruda.  Entonces así conocí a don Manuel, en la casa de Cosme Caracciolo.

Don Manuel había estado muchos años tratando que se supiera la verdad sobre la muerte de Neruda, había hablado con diferentes personas, con el Partido Comunista, Fundación Neruda, con el Presidente Ricardo Lagos, pero no pasó nada. Don Manuel fue baleado y detenido el mismo 23 de septiembre cuando fue asesinado Pablo Neruda. Él estaba con Neruda,  lo detuvieron, le pegaron un balazo, lo llevaron al Estadio Nacional. Entonces toda  la historia que me contó don Manuel, se pudo comprobar paso por paso. Hay documentos que acreditan que efectivamente estuvo en el Estadio Nacional.

Yo hablé con mi editor y la historia de don Manuel me pareció espectacular, ya que en las entrevistas que le realicé le hice muchas preguntas para tratar de descartar que su historia fuera falsa, preguntándole detalles como de qué marca era la radio, cómo era la tele, qué pasó aquí, qué pasó allá, y todo él lo sabía, porque lo había vivido. Cotejé además alguna información con los libros más conocidos, como ‘Mi vida junto a Pablo’, de Matilde Urrutia.

Entonces hablé con mi editor, Homero Campa, de revista Proceso de México, para decirle que estaba esta historia y él me responde, bien, vamos con la versión del chofer de Neruda. Sacamos el reportaje ‘Neruda fue asesinado’, el año 2011, en mayo. Como a los dos días lo toma radio Bío Bío, lo entrevista a don Manuel, y a los días siguientes estaba en todos los diarios del mundo. A las tres semanas, el juez Carroza abría la investigación judicial sobre la muerte de Neruda, que se mantiene hasta hoy», finalizó Francisco Marín.

Después de esta introducción, se ofreció la palabra a Manuel Araya, quien, en esta ocasión, relató lo siguiente:

«Efectivamente con la mediación de Cosme Caracciolo contacté a Pancho Marín y esta historia reventó tan fuerte, que a los pocos días de aparecer en la Revista Proceso fue muy complicado para mí, porque yo no había dado nunca tantas entrevistas. Vinieron de todos los países del mundo, incluso los árabes y los rusos.

Hoy hemos avanzado tanto, pero la negligencia de los gobiernos de la Concertación y la Derecha no ha permitido concluir bien esto. Yo tenía muchos opositores, especialmente la Fundación Neruda. Cuando llega al momento en que el Ministro dio la orden para exhumar a Pablo Neruda, me hicieron la vida imposible, pero aquí estoy.

Cuando llevamos a Neruda a la clínica el 19 de septiembre de 1973, lo llevamos solamente de paso porque tenía que viajar a México, ya que el Presidente Luis Echeverría lo mandaba a buscar para llevárselo, porque su vida corría peligro. Frente a Isla Negra el 12 de septiembre pusieron un buque de guerra amenazando a Pablo Neruda y pusieron una vigilancia policial enorme. Ahora, yo estoy orgulloso, porque todos aquellos que hablaron incoherencias mías, en contra de mi persona, están callados, porque todo lo que dije y lo que sigo diciendo es la verdad del asesinato de Neruda.

El poeta fue asesinado el 23 de septiembre. Como a las cuatro de la tarde le pusieron una inyección en su estómago, porque Neruda se iba el día 24 de septiembre a las 10 de la mañana a México. Esta inyección a Neruda lo mató 5 horas después que se la inocularon.

Para tristeza de mi familia, por culpa mía, porque me querían agarrar a mí, hicieron desaparecer a uno de mis hermanos. Esa fue una venganza de la Junta Militar. Pero yo seguí diciendo lo mismo que sabía y ahora estoy orgulloso de saber que el mundo entero tiene claro la situación de la muerte de Neruda.

Aquí hubo errores de la colectividad de nuestro compañero Pablo Neruda que no tuvieron la valentía cuando les empecé a decir que a Neruda lo asesinaron con una inyección que se le colocó. Ellos se quedaron callados, no hicieron nada, entonces tuve que seguir golpeando puertas, pero las puertas a mí se me cerraban. ¿Por qué razón?, porque en ese momento todos tenían miedo seguramente y no tomaron ninguna medida.

Pero, felizmente, hoy nos sentimos orgullosos, porque ya está claro que Pablo Neruda fue asesinado y esto fue gracias a la apertura del caso por el Ministro Carroza después del artículo que realizó Pancho Marín en la Revista Proceso. Nos falta un sólo detalle para probar científicamente esto. Hoy, como les digo, estamos en la etapa final. Dinamarca y Canadá tienen los últimos exámenes de Pablo Neruda y necesitamos pagar a los forenses para que hagan llegar un certificado donde dice que Neruda fue asesinado, porque se encontró veneno en un molar.

En este momento, el sobrino de Neruda va el 21 de este mes a España y a otros países, solicitando ayuda internacional para juntar el dinero. La semana pasada se pidió ayuda al Ministro Chadwick y al Ministro de Justicia Hernán Larraín. El Ministro Chadwick me dijo ‘hay que pagar para que el país avance’, pero Hernán Larraín me dijo ‘no hay plata’.

Entonces la única solución que tenemos es la ayuda solidaria. Tenemos dos países que nos apoyan, España y Suecia, que van a hacer este aporte para este examen. Pero una vez que nosotros paguemos el examen, va a llegar el Certificado a Chile y el Ministro Carroza tendrá que resolver”, concluyó Manuel Araya.

Manuel Araya y Francisco Marín

El Festival de Cine Social y Derechos Humanos, organizado por Cine Forum en Valparaíso la segunda semana de septiembre de este año, tuvo dos momentos muy interesantes: el primero de ellos fue el testimonio entregado por dos combatientes que resistieron el golpe de Estado el mismo 11 de septiembre, y en la jornada oficial de cierre del Festival, este valiosísimo testimonio entregado por Manuel Araya, respecto al asesinato de Pablo Neruda.

Por Guillermo Correa Camiroaga,
Valparaíso, 15 de septiembre de 2018

Vía El Clarín

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