Por Raigan Nawel
Para el Estado chileno, Cabrero es el centro del territorio bajo su administración; para la Nación Mapuche, es un lugar de encuentro entre dos pueblos que, hace dos siglos, sellaron la paz y la convivencia a través del Tratado de Tapihue de 1825.
En esta misma tierra, donde antaño se reunieron las autoridades mapuche y chilenas para zanjar un conflicto heredado de la guerra con España, se desarrolló ahora la Primera Cumbre Económica Mapuche Azkintuleayiñ 2025, un evento convocado para definir el rumbo de la economía en territorio mapuche.
Un diálogo para derrotar la pobreza y administrar las riquezas
El encuentro reunió a representantes de comunidades, dirigentes, empresarios y académicos, quienes reflexionaron sobre cómo derrotar la pobreza, administrar las riquezas, generar la paz y la cooperación como principios rectores de una economía con identidad.
“Azkintuleayiñ —mirarnos hacia adelante» nos invita a observarnos como pueblo y a mirar el territorio con responsabilidad compartida”, se destacó en la apertura.
Jornada inaugural: una mirada de convivencia y desarrollo
La jornada fue inaugurada por el alcalde de Cabrero, Yusef Sabag Araneda, quien reconoció el significado histórico y político de este encuentro:
“Cabrero es tierra de trabajo, de convivencia entre culturas. Los territorios prosperan cuando las personas se encuentran, comparten sus saberes y proyectan juntos su desarrollo. Esta cumbre es una oportunidad para definir, con mirada mapuche, el camino económico del futuro.”
Durante la cumbre se presentaron investigaciones y propuestas emanadas desde las propias organizaciones mapuche, convergiendo en la idea de una economía territorial capaz de proteger los recursos, redistribuir la riqueza y sostener la autonomía política y cultural.

Propuestas para un nuevo modelo económico mapuche
El empresario Jaime Huenchuñir viene proponiendo la creación de una Zona Franca Mapuche (ZOFRAMA) como instrumento de inversión y capitalización territorial:
“Sin capitalización no hay poder político ni control territorial. El mejor antídoto contra la pobreza es la generación de riqueza. Este es el momento de construir el poder económico mapuche.”
El académico Jonathan Rodríguez destacó la urgencia de fortalecer las capacidades digitales:
“Debemos dominar las herramientas contemporáneas. Saber usar Google, Meta o TikTok también es defender la cultura; es llevarla al mercado con inteligencia y dignidad.”
Desde su experiencia emprendedora, Francisco Huaracán reforzó el valor de la educación financiera y la disciplina:
“La pobreza no solo es falta de dinero, también es falta de información. Cualquier peñi o lamngen puede salir adelante si accede al conocimiento y se atreve a invertir con responsabilidad.”
En tanto, Ariel Traipi cerró el ciclo de conferencias con un llamado a la coherencia ética y cultural:
“Podemos conquistar el mundo si actuamos desde nuestros principios. Nuestros símbolos, nombres y productos tienen valor, y debemos defenderlos para fortalecer nuestra economía mapuche.”

Desarrollo con identidad y convivencia
El presidente de la Cumbre, Javier Ruiz, destacó que esta primera versión marca el inicio de un proceso histórico de reordenamiento económico desde la perspectiva mapuche:
“Esta cumbre es el primer paso para ordenar la economía desde nuestra cosmovisión. Que la economía nos una, que sirva para fortalecer nuestra autonomía y el bienestar de nuestros territorios. Azkintuleayiñ continuará su camino con nuevas mesas de trabajo y una segunda cumbre en territorio mapuche.”

Legado y proyección
La Cumbre Económica Mapuche Azkintuleayiñ 2025 deja un legado claro: avanzar hacia un modelo de desarrollo con identidad, sustentado en los principios del Itrofill Mongen, la transparencia, el trabajo colectivo y la autodeterminación económica del pueblo mapuche.
“Definir el rumbo de la economía en territorio mapuche es definir el futuro del Wallmapu”.

