Daniela Dresdner, candidata al Senado por el Biobío: Debemos enjuiciar la corrupción, especialmente si es del Presidente

Socióloga de 36 años postula por primera vez a un cargo de elección popular, y tiene entre sus ejes las demandas sociales por dignidad en pensiones, salud, educación y vivienda, y leyes para revocar mandatos de autoridades públicas, además de declarar emergencia climática en el país y crear un sistema remunerado de cuidados.

Por Absalón Opazo

15/11/2021

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Daniela Dresdner Vicencio nació en Upsala, Suecia. Pero a los 5 años, su familia se instaló en Chiguayante, lugar donde creció y estudió en una escuela pública. Fue en esa misma zona donde se transformó en socióloga de la Universidad de Concepción y hoy lidera como presidenta el partido Revolución Democrática en la región.

Hija de padres exiliados, postula al Senado por el Biobío con 36 años: “Esta es mi primera elección y no vengo de los espacios de poder. Quiero transformar el Senado y que deje de ser un espacio donde se frenan los cambios que Chile necesita. Quiero llevar al Parlamento las necesidades y demandas por vivienda, educación, salud, pensiones y una vida digna que he visto toda mi vida en mi región, en las marchas por el feminismo y en el estallido social”, explica Dresdner, quien conversó con El Ciudadano sobre distintos aspectos del actual momento político-social del país.

¿Qué espera del futuro Senado, que deberá convivir con parlamentarios que llevan 4 años en su cargo?

Quiero que el Senado deje de ser un muro para las reformas que Chile necesita y renovarlo por uno feminista, que cuide el medio ambiente para las futuras generaciones, que inicie un diálogo con los pueblos originarios y que cuente con herramientas efectivas de participación ciudadana como plebiscitos o referéndum revocatorios. Y que sea de todas y todos los chilenos y chilenas.

¿Cuáles son los principales temas regionales que aborda tu candidatura?

La Región del Biobío está sufriendo la crisis medioambiental directamente y esto afecta de diferentes formas a las comunidades. Hay que cambiar la matriz productiva de la región, pensando en la reconversión del empleo. Tenemos el mismo modelo de hace 40 años, es un modelo extractivista y sin valor agregado al territorio. Estamos en una situación que genera pobreza y enfermedades. Tenemos que cambiar la matriz productiva haciendo una transición ecológica justa que permita una matriz amigable con el medioambiente, que potencie la ciencia, tecnología e innovación, pero que también se encargue de la capacitación de las y los trabajadores para las nuevas formas de empleo y que genere valor agregado a su producción.

¿Cuál es su postura con respecto a la acusación constitucional al Presidente Piñera?

Tenemos la convicción de que el Presidente Sebastián Piñera tiene que responder por actos de corrupción y negocios familiares, que han dañado profundamente la imagen de nuestro país en el mundo, pero sobre todo, que han puesto en riesgo nuestro patrimonio natural y con esto, el futuro de las próximas generaciones.

El Senado tiene que mirar la inapelable evidencia y dar una señal a la ciudadanía de que le interesa el bienestar de Chile más que sus propios arreglos políticos. Cuando hay actos de corrupción siempre tenemos que estar en contra de ella, sea quien sea, sin importar que sea el Presidente de la República, que evade impuestos en paraísos fiscales, además, para destruir un medio ambiente que es para todos y todas. Esto es una vergüenza internacional para Chile. No permitamos nunca más que tengamos a un Presidente de los abusos, de la corrupción y de las conductas antiéticas.

Finalmente, ¿qué piensa del Estado de Excepción en la Macrozona Sur?

La violencia solo genera más violencia. Tenemos la convicción de que es una obligación del Estado tender puentes y generar diálogo para resolver la situación. Pero el gobierno ha desistido totalmente de su rol y ha buscado militarizar la zona. Es bastante increíble que no sepamos quienes han cometido ilícitos, porque las policías no tienen ninguna capacidad investigativa o de inteligencia que permita descubrir grupos violentos, separarlos y detenerlos. El Estado de Excepción es una demostración de la ineficiencia que ha tenido el gobierno en frenar la violencia y lo ha hecho con más violencia que lo único que provoca es que tengamos más víctimas, pero sin las más mínimas soluciones. No vemos ningún avance en el diálogo.

Daniela Dresdner

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