De la revuelta, nace un jardín

Javiera y Margarita, integrantes del Cabildo Barrio Seminario y vecinas de la Plaza Dignidad, nos cuentan sobre el Jardín de la Resistencia, una de las pocas expresiones de la manifestación social que se ha conservado prácticamente intacta desde la rebelión de octubre 2019.

Por El Ciudadano

05/03/2021

Publicado en

#ChileDespertó / Chile / Ciudad / Especiales

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Por Javiera Delaunoy Sepúlveda y Margarita Reyes Pardo, Jardineras de la Resistencia, integrantes de la Mesa Ambiental de Cabildo Barrio Seminario, Providencia, Santiago @jardinresiste

El Jardín de la Resistencia es de esas ideas fugaces que llegan a buen puerto.

Se gestó en el Cabildo Barrio Seminario, en Providencia, por medio de las comisiones de Acción directa y Medio ambiente de dicho cabildo. Una de las vecinas propuso la idea de hacer una guerrilla gardening en el entorno de plaza Dignidad, propuesta que fue aceptada, y luego diseñada y concretada en el verano del 2019 y 2020.

Para elegir el lugar, el grupo de vecinxs interesadxs en la iniciativa, hizo una deriva urbana, desde la plaza Bernarda Morín, que es el lugar de encuentro del cabildo, hasta la plaza Dignidad, y así descubrir el mejor espacio donde actuar. Fuimos observando y evaluando los posibles lugares hasta que llegamos al metro Baquedano, nos asomamos al zócalo y dijimos “este espacio está bueno”, era un espacio visible e invisible a la vez, simbólico y bastante protegido dentro de ese contexto.

En la siguiente reunión del Cabildo, como Mesa Ambiental afinamos en conjunto el propósito del jardín, además de definir qué tipo de plantas pondríamos y los pasos a seguir el día de la intervención. Decidimos usar plantas nativas y medicinales. Las plantas nativas eran un símbolo de resistencia, ya que son plantas adaptadas al clima de Santiago, capaces de aguantar un verano sin riego, además de responder a una búsqueda de recuperar nuestro origen y la identidad de nuestro paisaje.

El jardín se constituyó en una forma de reivindicar el rol primordial de la naturaleza para el desarrollo de nuestra vida, y ponerla en el centro del debate, dando importancia a las muchas demandas que existen sobre causas medioambientales, como el agua, las zonas de sacrificio, entre otras, y qué mejor que ahí, en el centro de los centros de Santiago, en esa especie de ombligo de Chile, en el que se había transformado ese lugar.

Las plantas medicinales venían a reparar la herida de la represión brutal que sucedió en esos días, y las mutilaciones y muertes que habían ocurrido hasta ese momento. Son plantas con que las personas están más familiarizadas y por lo tanto, podrían reconocer y recordarse de aquellas prácticas populares, campesinas o ancestrales que persisten, transmitidas muchas veces por nuestros abuelos y abuelas, pero que son tan poco valoradas en este sistema neoliberal.

Poner estas plantas era reconocernos como seres que sienten afectos por su entorno, por la naturaleza y por las personas con las que vivimos. Y es así como pensamos que es el Chile que despertó, un país cansado de vivir en este modelo individualista, y que demanda dignidad. Hacer el Jardín, significaba además manifestar la importancia de la creación colectiva de los espacios públicos en la ciudad, de desarrollar un sentido de pertenencia con estos espacios, contrariamente a lo que ocurre con la política hegemónica con que normalmente éstos se construyen y con la que percibimos que actúan los gobiernos en general en este país, al menos después de la dictadura militar.

A la luz de las circunstancias, surgió la idea de que el jardín también fuese un espacio conmemorativo de las personas que habían muerto a raíz del estallido social. Todas y todos concordamos en que esto era muy relevante y fundamental. Decidimos entonces, poner un cartelito en cada planta con el nombre de la planta y de uno o más muertos.

Actualmente en el Jardín de la Resistencia viven principalmente arbustos y hierbas nativas de Chile, tales como: natre (Solanum crispum), palqui (Cestrum parqui), romerillo (Baccharis sp.), coirón (Pappostipa speciosa), chupalla (Eryngium paniculatum), toronjilcillo (Stachys macraei), coralillo (Lycium chilense), doquilla (Cistanthe grandiflora) y Haplopappus integerrimus. Además,en la jardinera hay plantasmedicinales y comestibles, como el romero (Rosmarinus officinalis), la lavanda (Lavandula angustifolia), la maravilla o girasol (Helianthus annuus) y algunos suspiros (Ipomoea purpurea).

Durante la intervención que hicimos, a propósito de la conmemoración del 18 de octubre, plantamos junto a uno de los muros enredaderas para que el espacio se vaya cubriendo de plantas y de vida. La flor de la pasión (Passiflora caerulea) y los suspiros, fueron las plantas que pusimos en esa ocasión, y que representan nuestra demanda de justicia y reparación integral hacia las víctimas de trauma ocular. Junto a ellas ahora crecen tomates y zapallos que plantamos en la última jornada de limpieza, la que hacemos periódicamente. La “Huerta Dignidad”, es un símbolo más de las demandas socioambientales, en este caso, por la soberanía alimentaria y las aguas libres para nuestro y todos los pueblos.

Desde el jardín a un nuevo país

El Jardín ha sido una de las pocas expresiones de la manifestación social que se ha conservado prácticamente intacta, pensamos que tiene una fuerza tremenda que lo hará perdurar y expandirse. Seguiremos trabajando para que este espacio se convierta en un sitio de memoria y naturaleza, en un pequeño oasis para lxs habitantes de esta ciudad (humanos y no-humanos), y que esperamos se replique en los distintos territorios que han estado movilizados desde octubre del año pasado. Soñamos con que cada barrio organizado construya su “Jardín de la Resistencia” imprimiéndole su propia identidad territorial.

Como Mesa Ambiental del Cabildo Barrio Seminario, entendemos los jardines como espacios de naturaleza cargados de valores, que en este caso, por una parte, es la resistencia al modelo neoliberal, y al mismo tiempo, la creación de nuevas ideas para la convivencia en nuestro país.

Próxima actividad: 7M y 8M Siembra el futuro feminista.

Limpieza/ Plantación/ Conmemoración en el Jardín de la Resistencia.

Domingo 7 de marzo 9.30 a 11.30hrs.: Notificar a @jardinresiste o [email protected] ya que se considerará aforo limitado fase 3.

De lo contrario puedes dejar tu tira morada colgada entre el domingo 7 y lunes 8 de marzo.

Lugar: jardín de la resistencia (zócalo metro baquedano)

Trae: guantes, bolsas de basura, agua (para tomar y regar si puedes) y tiras de tela morada con tus demandas.

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