A solo tres semanas de la primera vuelta, este domingo se vivió un nuevo debate presidencial en el que participaron los ocho aspirantes a La Moneda. Esta vez la instancia no estuvo marcada por choques ni grandes enfrentamientos y mantuvo un tono moderado.
El encuentro, que duró más de dos horas y media, estuvo moderado por los periodistas Soledad Onetto e Iván Valenzuela y estuvo marcado por un aparente pacto de no agresión entre los candidatos de derecha.
En balance, los analistas coinciden en que el debate no modificó sustancialmente el escenario electoral. Predominaron los mensajes calculados, las propuestas acotadas y el control de daños por sobre los enfrentamientos directos.
En conversación con El Ciudadano, el Rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Álvaro Ramis, analizó el debate presidencial. Para Ramis, el formato realizado por Canal 13 hizo que tomara protagonista la primaria de derecha con Matthei, Kast, Kaiser y Parisi, ya que hubo un foco de tiempo centrado en aquella disputa, lo que hizo que Jeannette Jara quedara mirando la discusión desde afuera, con cierta altura pero con menor tiempo dedicado a su propuesta.
Para el rector los grandes ganadores de la noche son: “Tanto Jeannette Jara como Kast, a su forma, en términos de que concentraron la mirada, fueron los candidatos grandes que, por decirlo así, coparon el debate en términos simbólicos; y todos los demás, como tratando de atacarlos o de refiriéndose a ellos como figura central.”, señaló.
En esa línea, Ramis declaró que Kaiser también tuvo un buen desempeño: “se movió bien, apuntando al nicho de su audiencia, pero sin poder crecer, más bien el debate ahí se sigue centrando en quién es el más ultraderechista y el más confrontador, debido a que Kast está más constreñido porque siente que tiene que contener sus propuestas, porque tiene la primera posición en la derecha hoy día”, indicó.
Por otro lado, respecto a si el debate pudo lograr movimiento en los votos, Ramis señaló que esto podría afectar más al interior de la derecha, declarando que Kaiser pudo haberle restado algunos votos a Kast ya que el republicano “aparece demasiado encorsetado, demasiado blindado y demasiado a la defensiva, y Kaiser estuvo mucho más libre para expresar sus puntos de vista de manera bastante abierta», señaló.
“En el resto del espectro yo creo que no mueve, excepto que yo creo que en el ámbito de la centro izquierda e izquierda da más seguridad al votante de Jeannette Jara, debido a que ella apareció más sólida que en el debate anterior, y por lo tanto, yo creo que sus votantes son confirmados, por decirlo así. No creo que sumen nuevos votantes, pero sí securitiza al votante de Jeannette Jara”, añadió.
Respecto a la candidata Jeannette Jara, Ramis destacó que se evidenció un cambio tanto en lo formal como en el fondo. En lo formal, señaló que la candidata cambió su vestuario, proyectando una imagen más presidencial que en el debate anterior. También destacó su postura: no se descolocó ni cayó en peleas menores, y logró exponer una mirada de gobierno y de programa, algo que consideró relevante en términos estratégicos.
Por último, en cuanto a los mejores momentos, Ramis indicó que más que grandes aciertos hubo situaciones anecdóticas. Una de las más destacadas fue el cruce entre José Antonio Kast y Harold Mayne-Nicholls, ocurrido mientras discutían sobre la reciente polémica por los cobros excesivos de luz. En ese contexto, Mayne-Nicholls le preguntó a Kast si, en caso de ser dueño de una compañía eléctrica y presentarse un problema así, devolvería el dinero o “se haría el Larry”. El término molestó al candidato republicano, marcando uno de los momentos más tensos de la noche.
“Yo creo que lo descolocó y lo dejó en una posición de cierta de inconveniencia, así que creo que puede haber sido un buen momento para reflejar, más bien, porque es una pregunta muy fácil de contestar cualquier candidato, pero la mala respuesta, la mala actitud de Kast creo que le puede pasar factura a nivel más estratégico”, concluyó Ramis al respecto.

