Antes de entrar al detalle, el mapa ya muestra una fractura nítida. El bloque de derecha —José Antonio Kast, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser— concentra su oferta en tres ejes: mano dura y rapidez operativa en seguridad, desregulación con alivios tributarios y achicamiento del Estado para “destrabar” inversión. Al frente, Jeannette Jara, Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Artés y Harold Mayne-Nicholls empujan variantes de Estado activo, con derechos sociales y productividad con valor agregado como palancas; Franco Parisi intenta ubicarse en un punto medio “tecnocrático”: equilibrio fiscal, recorte de ineficiencias y reingeniería institucional (especialmente en policías). Sobre esa línea se ordenan el resto de diferencias.
Con los programas aún no oficializados en el Servel al cierre de está edición y sus candidaturas ya inscritas en el órgano electoral, ya asoman trazos claros sobre qué propone cada postulante a La Moneda. Seguridad, modelo económico, derechos sociales y el tamaño del Estado son los ejes que mejor permiten comparar a Jeannette Jara (Unidad por Chile: PC, FA, PS, PPD, PR, PL y DC), José Antonio Kast (Partido Republicano), Evelyn Matthei (Chile Vamos y Amarillos), Franco Parisi (Partido de la Gente), Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario), Marco Enríquez-Ominami, Harold Mayne-Nicholls y Eduardo Artés, quienes van como candidatos independientes. A continuación, una radiografía comparada basada en los lineamientos que cada comando ha hecho públicos.
Seguridad y crimen organizado: “mano firme” vs. inteligencia y control civil
- Evelyn Matthei ancla su oferta en el tríptico orden, progreso y esperanza. En seguridad promete US$2.500 millones en tecnología para combatir el crimen organizado, dentro de un plan amplio que asocia seguridad con reactivación económica.
- José Antonio Kast plantea un “gobierno de emergencia” con foco en orden público y frontalidad contra el delito, en coherencia con su idea de recortar trabas regulatorias y acelerar decisiones.
- Franco Parisi propone reordenar legalmente las policías: Carabineros con rol preventivo y de control del orden público; PDI dedicada exclusivamente a la investigación en apoyo al Ministerio Público. Busca, además, reforzar inteligencia sin expandir gastos ineficientes.
- Jeannette Jara sitúa la seguridad como prioridad: seguir la ruta del dinero del narcotráfico, fortalecer la inteligencia y ampliar capacidades policiales, articulado con políticas sociales y desarrollo productivo.
- Johannes Kaiser centra su mensaje en la “recuperación de la seguridad”, control de fronteras y expulsión de extranjeros en situación irregular, como parte de una reducción general del tamaño del Estado.
- Marco Enríquez-Ominami (MEO) ofrece una “nueva estrategia de seguridad con control civil y transparencia”, enmarcada en su Pacto Antiprivilegios y Anticorrupción.
- Harold Mayne-Nicholls emplaza la seguridad dentro de una visión de gestión con resultados, diálogo y cercanía territorial, sin entrar (por ahora) en medidas punitivas específicas.
- Eduardo Artés liga seguridad con fin del narcotráfico y crimen organizado, en sintonía con su propuesta de Estado fuerte y control de recursos estratégicos.
Claves comparadas: Matthei y Kast enfatizan inversión y urgencia; Parisi reordena funciones policiales; Jara combina persecución financiera con inteligencia; Kaiser endurece fronteras y expulsiones; MEO subraya control civil; Mayne-Nicholls y Artés conectan seguridad con gestión pública y cambios estructurales.

Economía y trabajo: crecimiento, recortes o industrialización
- Matthei propone crear 800 mil empleos y un plan de ahorro fiscal por US$2.520 millones, con crecimiento como palanca para mejorar ingresos y calidad de vida.
- Kast ofrece un ajuste fiscal de US$6.000 millones en 18 meses, relajar regulaciones y bajar impuestos a empresas (de todos los tamaños), con foco en gasto público “más eficiente”.
- Parisi plantea un equilibrio fiscal selectivo: más gasto en reactivación donde sea necesario, menos en programas ineficientes y fin del gasto en operadores políticos.
- Jara impulsa “crecimiento con justicia”: apoyo a pymes, diversificación productiva, innovación y minería con valor agregado para distribuir mejor la riqueza.
- Kaiser propone reducción de impuestos, fin de las contribuciones (impuesto territorial) y “achicar el Estado” como condición para dinamizar la economía.
- MEO promueve una reforma fiscal progresiva que incentive inversión productiva, acotada por su pacto anticorrupción para “eliminar privilegios y devolver dignidad al servicio público”.
- Mayne-Nicholls compromete un Estado que funcione (transparente, humano, cercano) para sostener empleo digno y descentralización real.
- Artés reabre la discusión sobre el modelo primario-exportador: industrialización, trabajo estable, fin de la cesantía y “recuperar” cobre, litio, mar y energía como palanca de desarrollo nacional.
Claves comparadas: Kast y Matthei priorizan disciplina fiscal, estímulos a la inversión y creación de empleo; Parisi balancea gasto y recortes; Jara apunta a productividad y valor agregado; Kaiser baja tributos y Estado; MEO prioriza progresividad y probidad; Mayne-Nicholls enfatiza gestión transparente; Artés propone un giro estructural e industrializante con control estatal de estratégicos.
Estado, derechos sociales y servicios públicos
- Jara propone salud oportuna (reducir listas de espera, fortalecer atención primaria, avanzar hacia sistema universal), vivienda digna y educación pública gratuita y de calidad. Incluye transición energética justa, igualdad de género y fortalecimiento democrático.
- MEO ofrece derechos sociales garantizados (pensiones y salarios dignos “sin letra chica”) bajo un Estado con control civil y transparencia.
- Mayne-Nicholls pone el acento en educación pública de calidad, salud oportuna, trabajo digno y descentralización, con gestión con resultados como criterio.
- Artés prioriza vivienda digna, salud y educación de calidad y mejores pensiones, con fin del “saqueo” de las AFP como lema de transformación previsional.
- Kaiser promete “transformar a Chile en el mejor país del mundo para ser mamá”, con un enfoque de reducción del Estado y carga tributaria.
- Matthei liga esperanza y cohesión social a la reactivación y el orden. Por ejemplo, propone mejorar en salud con gestión moderna, tecnología y foco en que llegue a tiempo.
- Kast privilegia eficiencia del gasto y alivio tributario antes que expansiones de derechos universales.
- Parisi habla de equilibrio: priorizar áreas con impacto directo en calidad de vida, revisar gasto y programas.
Claves comparadas: Jara, MEO, Mayne-Nicholls y Artés empujan derechos sociales robustos; Kast, Matthei y Parisi priorizan eficiencia fiscal y orden; Kaiser incorpora promesas pronatalidad con Estado reducido.
Probidad, privilegios y relación Estado-política
- MEO instala su Pacto Antiprivilegios y Anticorrupción: bajar sueldos, fin de pensiones vitalicias, cuarentena ética para exministros y fin del nepotismo.
- Parisi compromete el fin del gasto en operadores políticos y revisión de programas ineficientes.
- Mayne-Nicholls retoma la idea de liderar con honestidad, “sin dobles discursos”, con cercanía y respeto como prácticas de gobierno.
- Jara habla de fortalecimiento democrático y gestión pública al servicio de la ciudadanía.
- Kast y Matthei ponen el acento en mejorar el gasto público y ahorros cuantificados, como vía de probidad y disciplina.
- Artés asocia probidad con recuperación de recursos estratégicos para el bien común.
- Kaiser propone adelgazar estructuras que, a su juicio, alimentan la burocracia.
Claves comparadas: MEO y Parisi llevan la delantera en medidas explícitas contra privilegios; Matthei y Kast traducen probidad en ahorro y eficiencia; Jara y Mayne-Nicholls apuntan a instituciones confiables; Artés y Kaiser ligan probidad a cambio de modelo y reducción del Estado, respectivamente.
Matriz productiva y recursos estratégicos
- Artés plantea “recuperar” cobre y litio y agregar valor como política de Estado para industrializar.
- Jara coincide en fortalecer la minería con valor agregado dentro de una transición energética justa.
- Matthei y Kast buscan destrabar inversión con menos trabas y certeza; sus ejes son crecimiento y empleo.
- Parisi propone reactividad focalizada: invertir donde multiplique y recortar gasto ineficiente.
- MEO promueve inversión productiva bajo una reforma fiscal progresiva.
- Mayne-Nicholls sugiere decentralización y potenciar ciencia, cultura y deporte como motores sociales.
- Kaiser acentúa bajada de impuestos y desregulación para dinamizar al sector privado.
Claves comparadas: Artés y Jara impulsan valor agregado en recursos naturales; Kast y Matthei priorizan rapidez y reglas pro-inversión; Parisi y MEO proponen tractor productivo con distintos énfasis fiscales; Kaiser y Mayne-Nicholls divergen entre achicar Estado y Estado que funcione y escuche.
En síntesis
- Orden y ajuste: Kast y Matthei empujan disciplina fiscal y aceleración pro-inversión, con foco en seguridad.
- Equilibrio y reordenamiento: Parisi combina inversión focalizada con recortes y reingeniería policial.
- Derechos y desarrollo productivo: Jara integra seguridad con crecimiento con justicia, vivienda, salud universal y valor agregado en minería.
- Antiprivilegios y transparencia: MEO propone un shock de probidad con reforma fiscal progresiva y control civil en seguridad.
- Estado reducido y fronteras: Kaiser promete baja de impuestos, fin de contribuciones y expulsión de migración irregular.
- Gestión y cercanía: Mayne-Nicholls enfatiza confianza institucional, servicios oportunos y descentralización.
- Industrialización y control estratégico: Artés propone recuperar recursos clave, empleo estable y fin del modelo AFP.
Dicho en simple, la disputa que se avecina contrapone dos lógicas: para Kast, Matthei y Kaiser, el problema central es un Estado lento y caro; la solución pasa por ajuste, mano firme y alivios tributarios para destrabar inversión y “ordenar la casa”. Para Jara, MEO, Mayne-Nicholls y Artés, el nudo está en desigualdad, captura y baja productividad; la respuesta combina derechos garantizados, valor agregado y transparencia como condiciones del crecimiento. Parisi busca arbitrar entre ambas visiones con un equilibrio fiscal de ingeniería institucional.
Es una mirada anticipada, pero la línea de fractura —cuánto Estado, qué tipo de seguridad y qué modelo productivo— ya está trazada. Ahí se jugarán las grandes conversaciones de esta campaña y, sobre todo, las cesiones que la ciudadanía esté dispuesta a aceptar: menos Estado por más rapidez, o más garantías con un nuevo pacto fiscal; disuasión y fronteras o inteligencia e integración social; extractivismo rápido o industrialización con valor agregado. Esa elección de rumbo es, al final, la que definirán las urnas.