Entrevista

Dirigente williche advierte que “se puede levantar un movimiento muy grande” si Piñera no soluciona conflicto en el Parque Tantauco

33 familias de caleta Inío exigen la entrega de títulos de propiedad por 16,5 hectáreas, de un total de 118 mil que controla Piñera en la Isla Grande de Chiloé. Por Felipe Menares Velásquez.

Por Felipe Menares

10/01/2018

Publicado en

Chile / Entrevistas / Mapuche / Portada / Pueblos

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El pasado 6 de diciembre, la comunidad de caleta Inío decidió tomar el lado sur del Parque Tantauco, porción de terreno de 118 mil hectáreas ubicada en la Isla Grande de Chiloé, bajo la propiedad del presidente electo, Sebastián Piñera. ¿La razón? El reclamo por años de comuneros williche por los títulos de propiedad de 16,5 hectáreas, destinadas a 33 familias.

Luego de un mes de movilización y ante la falta de respuesta a las demandas, la protesta se trasladó a la cara norte del terreno privado y que actualmente es administrado por Fundación Futuro. Aquella etapa de la protesta culminó esta semana, con la expectativa de que el viernes que se aproxima se logre una solución definitiva para los habitantes de Inío. El Ciudadano conversó con Cristian Hueicha, dirigente de la comunidad, quien da cuenta del presente momento en las negociaciones. 

¿Por qué decidieron bajar la toma?

Consideramos que la mejor forma de poder llegar a un resultado final que nos favorezca es que nosotros mismos mostremos voluntad de nuestra parte en querer ceder esta toma y poder negociar de forma pacífica y sin presiones.

En todo momento, tenemos la disposición de que las voluntades y la buena convivencia continúen a futuro. Deponer la toma fue una muestra de decir «bueno ya, vamos a tratar de que para esta reunión no existan tomas, ustedes pueden ingresar a sus dependencias”; pero esto se puede reactivar en cualquier momento, si no hay buenas propuestas.

¿Cuáles son esas buenas propuestas? ¿Qué elementos satisfacen la demanda que tienen como comunidad?

Con la entrega del título de propiedad. El llamado es a que realmente se pueda hacer entrega de esta media hectárea de terreno [NdR: para cada una de las 33 familias] que se está pidiendo a Sebastián Piñera.

Acá se puede levantar un movimiento muy grande si esto no tiene una solución pronta, porque yo creo que después se van a unir muchas más organizaciones y personas en apoyo. Quizá se levante una comunidad indígena en caleta Inío, entonces, el tema puede pasar a ser una demanda territorial muy grande. Si ellos no solucionan en este momento la solicitud que se les está haciendo por media hectárea, creo que a la larga puede generar consecuencias mayores.

¿Qué costos trajo para ustedes permanecer más de un mes movilizados?

La verdad que la toma trajo mucho impacto para todos los que estuvimos. Estar un mes y una semana en movimiento afecta a la familia, también el desgaste psicológico que hay para todos, no solo para los dirigentes.

No poder trabajar genera un desgaste tremendo. Tanto tiempo de espera y movilizado –sin siquiera hacer un daño, porque aquí hubo una toma muy pacífica– genera molestia y reacciones.

Hace unos años, El Ciudadano entrevistó a José Neún Güenteo, lonko de la comunidad williche de Weketrumao, quien denunció que dentro del parque se habían intervenido lugares sagrados. ¿Tienes antecedentes al respecto?

La verdad que no. Si yo dijese algo así, estaría repitiendo lo que he escuchado, sin pruebas. Al menos en caleta Inío, con la llegada del Parque Tantauco, el impacto no fue grande. Solo no podemos desarrollarnos al no contar con los títulos de propiedad, eso es lo que nos ha traído complicaciones.

¿Qué piensas del conservacionismo en conflicto con los habitantes preexistentes del territorio que se pretende conservar?

Yo creo que la conservación de la naturaleza a nivel mundial es un tema que se viene arrastrando por mucho tiempo y que, por lo demás, sería inconsecuente decir que está mal. Yo creo que es bueno que se protejan los sectores, el bosque y la naturaleza. A veces, desconocemos muchas cosas y hacemos mal uso de ello.

El error que cometió el Parque Tantauco, y que todavía no quieren reconocer, es que ellos al iniciar este mega proyecto, tuvieron que pensar que había gente viviendo aquí. En cuanto llegaran había que llegar a una solución de tierras, si ellos tienen 118 mil hectáreas. Al mismo tiempo, éramos un aporte a este autocuidado de lo que es el medio ambiente. Entonces, el conflicto se genera por eso, por no entregar esa documentación de tierras a ciertas familias.

Lamentablemente, esto pasa por manos de privados y el Estado no se hace cargo, cuando debería ser el mayor protector de la naturaleza. Lo hacen los privados, quizá con intereses creados de por medio, es lamentable, pero es así.

Las comunidades reclaman la tierra para trabajar, como elemento indispensable de su cultura. Piñera la compra para hacer negocios, la puede vender sin más, al igual que una mercancía. ¿Qué reflexión haces sobre estas dos formas de concebir la tierra?

Es un poco contradictorio lo que nosotros podemos ver. Cuando habitamos un sector y vemos que realmente los sectores alejados, los que vivimos de la tierra, necesitamos trabajar en ella y desarrollarnos dentro de ella; al mismo tiempo, también vemos que un privado tiene una cantidad gigante de terreno y lo ve por el lado de negocios. Yo creo que el principal responsable es el Estado, porque no ha tomado en cuenta a su gente y a sus pueblos originarios.

El privado dice «yo lo conservo, yo lo cuido» y el Estado, por otra parte, dice «bueno, nosotros no podemos solucionar los problemas”, siendo que el mismo Estado se lo vendió.

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