Fórmula capitalista

El dinero de los trabajadores: Un regalo de Piñera para los grandes empresarios

Lo aportado por los trabajadores sirve para el aumento de capital de las grandes empresas, quienes, a su vez, con eso en su poder pueden desarrollar nuevos proyectos que, en definitiva, se cree que contribuye al crecimiento económico de un país

Por Anais Lucena

05/12/2018

Publicado en

Chile / Latinoamérica / Política

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trabajadores

Los trabajadores de la República de Chile terminan financiando a las grandes empresas, con el dinero que producen durante todos los años de servicio, a través de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs). Las cotizaciones de los trabajadores capitalizan a los grupos económicos, invirtiendo en acciones y bonos para que estos puedan crecer y expandirse.

Además, el Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, la tasa de reemplazo de pensiones se ha reducido de algo más del 40% en 2006 a 27,4% el 2018, gracias a las políticas del actual presidente Sebastián Piñera.

Hoy en día, 9 de cada 10 chilenos reciben una pensión de vejez menor de $150.000 al mes; lo totalmente opuesto ocurre con el sector empresarial, de acuerdo a una comparación realizada en el sistema de pensiones nacional, que arrojó lo siguiente:

El Grupo Matte

Su fortuna proviene de sus negocios en empresas como CMPC, Colbún, Entel Chile, Volcán S.A., Banco Bice, BICECorp, Inversiones Almendral, forestales Cañada, Cominco, Peumo; recibe «$2.2230.464.190.000 desde los fondos de pensiones. De ese monto más de 400 mil millones equivalen a la inversión en CMPC», de acuerdo a datos aportados por la Fundación Sol.

El Grupo Luksic

Cuya matriz Quiñenco está encargada del Banco de Chile, la Compañía de Cervecerías Unidas, Viña San Pedro Tarapacá, Compañía Pisquera de Chile, Madeco, Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), Empresa Nacional de Energía ENEX, Shell y Terpel Chile; recibe «más de $3.419.482.380.000 de los fondos que administran las AFPs proveniente de las cotizaciones de todos los trabajadores chilenos».

El Grupo Angelini

De acuerdo a Forbes, AntarChile S.A, su matriz, controla Copec, Celulosa Arauco, Minera isla Riesco, eléctrica Guacolda, Metrogas, Abastible, Astilleros Arica S.A., Corpesca, pesqueras Guanaye y Eperva; recibe de las inversiones de las AFPs una cifra que supera el billón de dólares, y de este monto el 59,8% es destinado a Copec S.A.

Mientras que SQM, recibe $230.220 millones y Penta, $52.932 millones.

Fórmula: Dinero de trabajadores = capital empresarial

Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó el crecimiento de este año para la economía nacional en 3,8%, mientras que para el 2019 la previsión  fue de 3,4%. Esto se da por la simbiosis entre la confianza empresarial y la del consumidor. Sin embargo, no implica ni valor agregado a los productos y, por ende, mucho menos desarrollo industrial.

Muchos defensores del sistema previsional chileno se vanaglorian con que el formato ha sido replicado en diversos países del mundo, la verdad es que solo ocho tienen un sistema parecido al chileno: Israel, República Dominicana, Nigeria, Maldivas, Malawi, Kosovo, Australia (este último asegura para gran parte de sus adultos mayores una pensión básica de US$958) y Hong Kong, que es una región administrativa de la República Popular China.

No obstante, los directivos de las AFPs omiten que los países que lo han ido incorporando lo han hecho por la misma razón que lo hizo Chile a principios de la década de 1980, esto es, que el dinero aportado por los trabajadores sirve para el aumento de capital de las grandes empresas, quienes, a su vez, con ese dinero en su poder pueden desarrollar nuevos proyectos que, en definitiva, contribuyen al crecimiento económico de un país.

Es por esto que algunas naciones que han recogido este sistema tienen economías emergentes o en vías de desarrollo o son países cuya economía se encuentra estancada.

Es decir, Piñera consciente del escaso crecimiento económico del país y de que su administración no ha sido tan eficiente como se esperaba en la materia y en concordancia con las proyecciones del FMI, desea implementar una reforma provisional en la que los empleadores, de su cargo, aportarán un 4% adicional al 10% de cotización provisional que efectúan los trabajadores.

Esta reforma, en definitiva, tiene como norte construir una burbuja de crecimiento económico para cumplir de cualquier manera con las expectativas que el actual Presidente de la República generó, ya que en ningún caso habrá un aumento significativo en las pensiones de los chilenos, pero sí habrá un aumento monumental en las arcas de los grandes grupos empresariales chilenos.

A.L.

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