Falleció Ernesto Carmona, un grande del periodismo chileno y latinoamericano

Escribió y editó Morir es la noticia (1997), Chile desclasificado (1999), Los dueños de Chile (2002), Los dueños de Venezuela (2005) y Yo Piñera (2010), entre otros

Por Leonardo Buitrago

08/11/2020

Publicado en

Chile / Latinoamérica / Portada

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Ernesto Carmona Ulloa falleció el sábado a los 77 años de edad, dejando un legado en el periodismo comprometido con la defensa de los derechos humanos y militante con los procesos de lucha de los pueblos. 

El escritor, editor, periodista y docente nació en Temuco en 1943, se formó en la Universidad de Chile y dejó una inolvidable huella en América Latina.

Carmona construyó una sólida carrera como periodista y autor de libros de investigación.

Su trayectoria en el periodismo se inició en la revista Vistazo, fue corresponsal del diario  El Sur de Concepción, reportero en radio Magallanes, redactor en el diario El Siglo, Prensa Latina y Punto Final. Trabajó en “Sábados Gigantes” de Canal 13 y en el Canal 9 de la Universidad de Chile. En  1973 se desempeñó como director de radio Nacional. Posteriormente  trabajó  en El Cronista de Buenos Aires y fue catedrático en la Universidad Central de Caracas.

También fue columnista de varias publicaciones de América Latina, Estados Unidos y Europa. Escribió y editó Morir es la noticia (1997), Chile desclasificado (1999), Los dueños de Chile (2002), Los dueños de Venezuela (2005) y Yo Piñera (2010), entre otros.

Asimismo, fue consejero nacional del Colegio de Periodistas de Chile (2003-2010) y fue director del Círculo de Periodistas de Santiago, a cargo de la Comisión de Relaciones Internacionales (2012-2014).

En el ámbito del periodismo internacional, fue secretario ejecutivo de la CIAP (Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas) de la FELAP (Federación Latinoamericana de Periodistas) entre 2003 y 2012 y presidente desde el XI Congreso FELAP Caracas, en septiembre de 2012.

Ernesto fue protagonista del documental Imagen final (2008), del cineasta argentino Andrés Habegger, basado en su investigación periodística de diez años para identificar a los autores del asesinato del periodista argentino-sueco Leonardo Henrichsen, quien antes de morir registró en su cámara a quienes le dieron muerte en Santiago, el 29 de junio de 1973, en el fallido intento de golpe contra Salvador Allende recordado como El Tancazo.

Además, fue jurado del Premio Miguel de Cervantes  2012, así como del Project Censored, de la Universidad Sonoma State de California (que investiga y publica relevantes noticias censuradas por los grandes medios).

En 2014 ingresó a trabajar en la sucursal de la agencia Telesur en la ciudad de Santiago.

El 11 de marzo de 2014, en La Habana, la  Unión de Periodistas de Cuba le otorgó la distinción Félix Elmuza ―establecida por el Consejo de Estado de la República de Cuba.

Ernesto sufrió de severas enfermedades los últimos años de su vida y resistió valientemente los invasivos tratamientos a los que fue sometido.

Periodismo comprometido

 La presidenta del Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas, Oriana Zorrilla, destacó la larga y fructífera vida, dedicada al periodismo de verdad, que protagonizó Carmona.

«Ese periodismo comprometido y militante, apasionado y riguroso que se forjó -más allá de las aulas de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile- porque su principal escenario fue la calle, la militancia, el reporteo y la investigación», expresó en una declaración pública.

Zorrilla definió a Carmona como  un «autor inagotable de ensayos y libros testimoniales», poseedor de una «memoria privilegiada, de una solidaridad sin límites y de una capacidad para escribir pese a las malas jugadas que le paso su salud».

Se refirió a su labor como editor, en 1966, de “Morir es la noticia” un trabajo magistral para la historia del periodismo y una obra educativa para las nuevas generaciones.

«En este libro lideró un trabajo de investigación colectiva para dejar un registro de lo que fue el periodismo de los años 60 – 70 mediante una semblanza de periodistas, estudiantes de periodismo y trabajadores de la comunicación asesinados en dictadura, mostrándoles en sus formas de pensar y en su participación política», recordó.

Zorrilla recordó que la labor investigativa de Ernesto Carmona fue silenciosa, no mediática, ni siquiera remunerada, de largo plazo y dio origen a libros trascendentales cuya información estaba fuera de los medios de comunicación chilenos.

Al respecto, puso como ejemplo a “Chile desclasificado” (1999), «cuyos datos permitieron desarrollar otras investigaciones en Derechos Humanos o como la de los jóvenes estadounidenses detenidos desaparecidos en Chile durante el Golpe Militar».

En su declaración, la titular del Consejo Metropolitano del Colegio de Periodista envió un mensaje de afecto a la familia de la leyenda del periodismo chileno.

«El afecto y reconocimiento de los periodistas y de quienes lo conocen, también envuelve a Doris Jiménez, compañera de toda una vida no solo en el amor, en los hijos y en los nietos, sino que además en las tareas profesionales y de dirigente», expresó

«El Colegio de Periodistas de Chile, el periodismo chileno, ha perdido a unos de sus más destacados exponentes, y deberá honrar su memoria luchando por aquellas tareas que aún quedan pendiente», resaltó.

«Islas- cárcel, castigo a la transgresión»

Poco antes de morir, Ernesto Carmona con gran esfuerzo y disciplina presentó su libro “Islas-cárcel, castigo a la transgresión. Crónicas de dos siglos de violencia política», en el que expone una trayectoria de violencia, dolor y omisión.

Esta crónica periodística plantea que «desde su independencia, la «institucionalidad» chilena se ha construido a punta de guerras internas, levantamientos y violencia».

De este modo, pretende describir el contexto político histórico que inspiró el auge de islas-cárceles y lugares remotos de confinamiento de los disidentes políticos, generalmente ausentes en la narrativa oficial de quienes resultaron triunfadores, los sectores conservadores de la sociedad.

Desde el Cabildo abierto de septiembre de 1810 hasta el estallido social y político de 2019, cada generación de chilenos vivió un grave conflicto político. Las islas-cárceles son testimonio de esta violencia.

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