«El desempleo no solo significa falta de empleo: fortalece el poder empresarial sobre los salarios, contribuyendo a mantener sueldos bajos», afirmaron en una carta al director publicada en el diario El Mercurio, los profesionales de la Fundación Sol, Gonzalo Durán (economista, académico de la U. de Chile) y Benjamín Sáez (sociólogo).
Lo anterior, agregaron, «no es una falla puntual, es una falla estructural», detallando además que «si consideramos el desempleo de tiempo parcial y a quienes dejaron de buscar trabajo, la tasa de desempleo ‘integral’ en Chile alcanza el 12 %, con más de 2,4 millones de personas que tienen problemas de empleo total, parcial o potencial», situación que calificaron como «preocupante».
«Desde el año 2010, y para cumplir con los requisitos de armonización estadística que exige la OCDE, nuestro país usa el criterio de haber trabajado remuneradamente una hora a la semana para que una persona sea clasificada como ocupada», explicaron Durán y Sáez.
Pero, añadieron, «si consideramos a quienes trabajan unas pocas horas a la semana, pero desean y están disponibles para trabajar más, y también a quienes se cansaron de buscar empleo, la tasa de empleo ‘integral’, como la denomina la Fundación Sol emulando indicadores internacionales, llega a un 12%, y si revisamos la serie desde el año 2010, nunca ha caído de los dos dígitos».
Por ello, para los profesionales, el desempleo «no solo implica falta de empleo, también juega un papel crucial para quienes compran la fuerza de trabajo, es decir, las empresas: significa tener mayor control sobre el precio que se establece en esa transacción, a saber, sobre los salarios. No es casual entonces que estos sean tan reducidos».
«El problema es estructural, requiere medidas estructurales», argumentaron.
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