Harboe, el político de la élite que aparentando ser un “simple ciudadano” apuesta por seguir usurpando la soberanía al pueblo de Chile

Felipe Harboe afirma que está en la política “para hacer transformaciones", pero sus acciones en las últimas dos décadas han demostrado lo contrario.

Por Leonardo Buitrago

06/01/2021

Publicado en

Chile / Política / Portada

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Leonardo Buitrago

Francisco Marín

La decisión del senador Felipe Harboe (PPD) -comunicada el 2 de enero mediante entrevista en un diario de la capital- de dejar su cargo en la Cámara Alta para para competir por un cupo en la Convención Constitucional, provocó un reguero de reacciones.

En lo principal dio origen a un severo malestar en contra la clase política por su intensión de copar la Convención Constitucional en circunstancias que la crisis institucional ha sido provocada fundamentalmente por la clase política a la que él pertenece la que no ha sido capaz de resolver los problemas estructurales de la sociedad chilena que se arrastran hace décadas y siglos. Todo lo contrario: han hecho todo lo posible por conservar el orden de injusticia que los genera.

“He decidido renunciar al Senado y a todos los privilegios que conlleva, para volver a la calle como un simple ciudadano y, desde ahí, participar como candidato a la Convención Constituyente, representando a mi querida región de Ñuble”, expresó Harboe el 2 de enero al informar que participará como candidato en la elección de constituyentes del próximo 11 de abril.

“Si el Servel acepta mi candidatura, lo que debiese ocurrir el día 15 de enero, automáticamente ceso en el cargo de senador y me convierto en el ciudadano y abogado Felipe Harboe, alguien común y corriente sin ningún tipo de cargo”, afirmó tras haber ocupado cargos públicos por 22 años en el país, en los que ha actuado de espaldas a las necesidades del pueblo chileno y favor de la aplicación del modelo neoliberal que vela por los intereses de las élites económicas y políticas.

Desaparición de José Gerardo Huenante

Harboe afirma que está en la política “para hacer transformaciones», pero sus acciones en las últimas dos décadas han demostrado lo contrario.

En 1998 inició su carrera como jefe de gabinete de la Subsecretaría de Economía, cargo que ocupó hasta el año 2000, para posteriormente dirigir la Subsecretaría de Carabineros y la del interior en el gobierno de Ricardo Lagos.

Durante su gestión, se produjo el 3 de septiembre de 2005 la desaparición del joven mapuche de 16 años, José Gerardo Huenante, tras ser detenido por un radiopatrullas de Carabineros, y cuyo paradero se desconoce hasta la fecha.

Asesinato de Matías Catrileo

En el primer gobierno de Michelle Bachelet, Felipe Harboe se desempeñó como subsecretario del Interior y junto con su especialización en materia de seguridad pública y papel duro llegó a ganarse el apodo de “el Sheriff”
En 2008 Harboe avaló la falsa tesis del fuego cruzado entre Carabineros y mapuches que terminó con la muerte del joven mapuche Matías Catrileo.

El 3 de enero de 2008, Catrileo fue asesinado por el cabo segundo de Carabienros, Walter Ramírez Inostroza, quien le disparó en el costado con una subametralladora Uzi perforándole el pulmón, lo que le causó la muerte unos minutos más tarde.

Harboe intentó de justificar la acción del carabinero diciendo que la situación se produjo durante un enfrentamiento. Una declaración falsa que fue desmentida por un video en el que se comprobó que el joven mapuche estaba desarmado y se determinó que Ramírez Inostroza había empleado «sin motivo racional, violencias innecesarias» en la ejecución de sus órdenes.

Contradicciones en su gestión parlamentaria

En diciembre de 2008, Felipe Harboe renunció a la Subsecretaría del Interior para lanzarse como diputado por Santiago Centro en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2009

Como diputado, el dirigente del PPD se expresó en 2011, durante el primer gobierno de Sebatián Piñera, en contra de la llamada «Ley Hinzpeter» nombrada así por el ministro del Interior de ese momento, Rodrigo Hinzpeter. El documento incluía una serie de puntos para «fortalecer el resguardo del orden público», entre los cuales se contaban normativas antiencapuchados y antisaqueos. Uno de ellos agravaba las sanciones a quienes cometieran delitos cubriendo su rostro.

Sin embargo, en 2016 votó en línea con los parlamentarios de derecha a favor del control de identidad preventivo, que significaba el regreso a la detención por sospecha, al otorgarle a Carabineros la potestad de solicitar la cédula de identidad de una persona y mantenerla retenida por un plazo máximo de 12 horas de no haberse probado una conducta ilícita.

Como presidente de la Comisión de Constitución del Senado, Felipe Harboe votó a favor del polémico Tratado de Asociación Transpacífico y censuró a las organizaciones que no contaban con abogados y estaban en contra del llamado TPP-11, por poner en riesgo la soberanía del país y beneficiar a las transnacionales

En otro ejemplo de sus contradicciones, en 2016, el senador se mostró como un defensor de la justicia y aseguró que “cuando uno tiene las cárceles llenas hay que construir más cárceles, pero no vaciarlas·.

Haciendo honor al predicado de las élites que sólo ven delincuencia cuando se trata de pobres, dos años después votó en contra del proyecto de Ley que facilitaba la acreditación de los delitos de soborno y cohecho.

Vinculación con las platas ilegales

Sobre este tema, cabe recordar que una investigación realizada por el Centro de Investigación e Información Periodística (CIPER)-publicada el 30 de diciembre- reveló que decenas de grandes empresas y dirigentes políticos no fueron investigados ni sancionados por la justicia penal por el financiamiento ilegal a las campañas.

Este medio analizó más de 40 denuncias que el Servicio de Impuestos Internos (SII) presentó ante los Tribunales Tributarios y Aduaneros (TTA) para que esas empresas pagaran multas.

Dicho análisis reveló la existencia de una “nómina transversal” que incluye a dirigentes de derecha y centroizquierda, vinculados a personas que extendieron las boletas por las que estas empresas fueron sancionadas por los TTA.

Según el reportaje escrito por Nicolás Sepúlveda, en la nómina de boleteros contenida en las sentencias tributarias aparecen personas o sociedades vinculadas a Felipe Harboe.

El artículo sacó a la luz que varias empresas del Grupo Angelini, que rectificaron pagos asociados a políticos, nunca fueron investigadas por el Ministerio Público.

Según CIPER, dentro de la lista de los principales beneficiados de las platas ilegales de los Angelini se encuentra la sociedad Asesorías e Inversiones Arrieta, propiedad del abogado Raúl Arrieta Cortés, quien ha sido asesor y cercano colaborador de Felipe Harboe y de su esposa, Katia Trusich, mientras fue subsecretaria de Economía.

La sociedad de Arrieta recibió $12 millones de Corpesca y otros $40 millones de Copec y Arauco, empresas que le cancelaron $20 millones cada una en marzo de 2013.

“En total, Arrieta recibió $52 millones de Copec, Arauco y Corpesca. Esos pagos fueron rectificados por las empresas”, subrayó CIPER.

¿Simple ciudadano?

Felipe Harboe manifestó su intención de volver a la calle como un simple ciudadano «y desde ahí, participar como candidato a la Convención Constituyente». Sin embargo, tras haber ejercido por más de 22 años cargos en el Estado, el dirigente PPD no está en la mismas condiciones y cuenta cuenta con privilegios y ventajas que no están al alcance de otros aspirantes.

«Harboe tiene derechos, y muchos, tiene prensa, escrita y televisiva, tiene dinero que pondrá su partido, contará sutilmente para no decir descaradamente con el apoyo del empresariado y del gobierno. Y claro, Harboe ha apoyado muchas, por no decir todas, las iniciativas legislativas de consolidación del actual régimen de despojo, en especial aquellas que restringen derechos y le otorgan al Estado mayores atribuciones represivas», expresó Luis Mesinas en un artículo titulado «Todos los derechos no son iguales», publicada en este medio.

El vocero de la Coordinadora Nacional No+AFP, quien ha denunciado la dificultad que han tenido los independientes para recolectar firmas para ser candidatos a constituyentes, señaló que el senador Harboe, ahora convertido en “ciudadano común”, reclama derechos para sí, «reclama el derecho de participar escribiendo la nueva carta fundamental y, seguramente ira a pedirles el apoyo a los mismos ciudadanos que le dieron un mandato y que él, en un acto personal desconoció».

«Harboe tiene derechos, pero corre con ventajas, cuenta con todo el poder que un ciudadano común y corriente no posee», subrayó Mesina.

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