Una tradición comercial impuesta

Infancia materialista: La presión consumista del Día de la Madre

Desde el auge de la sociedad de consumo, este día se transformó en una buena excusa para vender más. El comercio y el marketing lograron imponer a la industria como la mejor alternativa de festejo, ofreciendo cientos de opciones para regalar a las mamás, entregando facilidades de pago y cómodas cuotas con altos intereses. Logrando educar a los niños desde temprana edad para que sean futuros consumistas.

Por Vasti Abarca

07/05/2017

Publicado en

Chile / Cultura / Portada

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Desde hace más de un siglo se celebra el día de la madre como lo conocemos. Aunque su origen se remonta a la antigua Grecia cuando realizaban homenajes a Rea, la madre de los dioses Zeus, Hades y Poseidón.

La celebración actual del día de la madre tiene sus inicios en Estados Unidos. En 1914 el presidente Woodrow Wilson estableció la conmemoración de manera oficial, a raíz del trabajo que hizo Ana Reves Jarvis durante la Guerra Civil y de manera posterior su hija Ana Jarvis, para reconocer los derechos de las mujeres y el día de la madre.

Diversas activistas colaboraron en la lucha de los derechos civiles de las mujeres, entre ellas la poetisa Julia Ward Howe, quien en 1873 realizó una proclama en el primer congreso del Día de las Madres:

«No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia’. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión. En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales”.

A pesar del trasfondo histórico de este día, Ana Jarvis en 1920 fue una de las primeras que se percató de la rápida comercialización que tuvo y declaró que «una tarjeta impresa no significa más que se es demasiado indolente para escribirle de puño y letra a la mujer que ha hecho por uno más que nadie en el mundo».

Desde el auge de la sociedad de consumo, este día se transformó en una buena excusa para vender más. El comercio y el marketing lograron imponer a la industria como la mejor alternativa de festejo, ofreciendo cientos de opciones para regalar a las mamás, entregando facilidades de pago y cómodas cuotas con altos intereses.

El catedrático en educación, David Buckingham, describe en su libro «La infancia materialista. Crecer en la cultura consumista», cómo la publicidad juega un rol fundamental para que los niños desde temprana edad sean educados para ser futuros consumidores.

«A medida que los padres han sido eliminados gradualmente de la ecuación del marketing, han pasado con frecuencia a culpar a los jugueteros de los problemas más generales a los que se enfrentan para controlar a los niños, por promover la violencia , los estereotipos de género y el materialismo».

Y agrega que «la publicidad, el envoltorio y la marca han ido adquiriendo cada vez mayor importancia para definir los valores simbólicos de los bienes; y las influencias comerciales se han hecho cada vez más significativas en áreas de la vida pública que solían considerarse en términos esencialmente no comerciales».

Aunque el día de la madre en nuestro país es oficialmente el 10 de mayo, en la práctica se celebra el segundo domingo del mes, aunque no corresponda a la fecha definida. Cambio estratégico en el que se asegura que los centros comerciales estén repletos y el mercado pueda tener una segunda navidad.

La profesora de sociología de la Universidad de Boston, Juliet Schor, explica en su libro «Nacidos para comprar: Los nuevos consumidores infantiles» que «los responsables de marketing han franqueado terrenos en los que los padres no están presentes, sobre todo en las escuelas e internet, desde donde se dirigen directamente al sector del mercado que les interesa».

Y agrega que «esta evolución no ha sido beneficiosa para los niños. Mi investigación muestra que los que más implicados están en la cultura del consumo son los que presentan más dificultades psicológicas y sociales».

«Es la implicación en la cultura del consumo la que causa disfunciones que se manifiestan como depresión, ansiedad, baja autoestima y malestar psicosomático», concluye Schor.

Finalmente, el día de la madre pasó a ser solo una excusa comercial, mientras que su trasfondo histórico quedó relegado al olvido. Sin embargo, organizaciones como la Fundación Entre Niños, intentan retomar el significado real de este día, reforzando la educación socioemocional en los menores de 12 años.

«Los medios de comunicación “explotan” este día muy ligado al consumo y a un estereotipo de maternidad. Frente a ello, intentemos que cada niño y niña recupere el sentido profundo que tiene celebrar a quien cuida de ellos/as, los ama y protege, más allá de lazos biológicos, familiares, de características de género o cultura. También es un buen momento para aquellos niños y niñas que han perdido a sus mamás o no viven con ellas, de recordarlas y honrarlas. Una celebración que los conecta con la vida, con su historia, sus afectos e identidad», declaran desde la fundación.

Puedes conocer más sobre el trabajo de la fundación aquí.

 

 

 

 

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