A local de Santa Isabel

Inspector municipal denuncia despido tras fiscalización donde salen al baile el «Negro» Piñera y una concejala

Cristian Gaete, quien trabajó 7 años en el municipio, asegura que una acompañante de Miguel Piñera habría llamado a la concejala de la comuna, Pilar Cruz, para interrumpir inspección. Junto con ser apartado del procedimiento, fue desvinculado horas más tarde por, supuestamente, no hacer bien su trabajo.

Por Daniel Labbé Yáñez

12/04/2016

Publicado en

Chile / Portada / Sociedad / Trabajo

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Cristian GaeteHasta el pasado martes 1 de marzo Cristian Gaete Astudillo trabajaba como inspector municipal en Providencia. Esa noche -por obligación- fue su último turno. Como parte de su trabajo, debió acudir alrededor de la medianoche a fiscalizar un local nocturno tras el reclamo de una vecina por ruidos molestos. Se trataba del The Jazz Corner, ubicado en Santa Isabel con Italia.

Según relata Gaete, el propietario se habría negado a la fiscalización, por lo que no pudo ver las patentes. Solicitó entonces la presencia de su jefe y de Carabineros. Estos últimos nunca llegaron, señala. En el intertanto, asegura, se acerca a él Miguel Piñera, el Negro, «en estado de ebriedad», quien se encontraba en el local donde se festejaba el cumpleaños de un músico.

«Me empieza a hablar el Negro Piñera y le explico la situación y cómo se manejan los ruidos molestos en la comuna», continúa el ex fiscalizador, ante lo que el músico le solicita traer un sonómetro. Gaete se remite a identificarse y a explicarle la normativa. «Ya conchetumare, voh te metiste con el hermano del futuro presidente de Chile, po conchetumare. Voh sabí quién soy yo. No hueí po hueón, ándate a la conchetumare», asegura el ex inspector que recibió como respuesta.

«Conozco The Jazz Corner, pero no tengo la menor idea de lo que me estás hablando», señala Piñera al ser consultado por este hecho. Respecto al altercado que acusa Gaete, declara: «En absoluto, eso es falso. No sé quién es ese señor, no sé de qué me estás hablando, no tengo idea, así es que no te puedo dar ninguna información». Antes de pedir terminar la conversación, agrega: «Yo no discuto con nadie y menos con guardias. No hablo con inspectores municipales, no hablo con nadie, yo trato de hablar con los menos posible. No me hago cargo de rumores en los que yo no tengo nada que ver».

“Los locales comerciales no tienen labor educativa»

Álvaro Gómez, socio fundador de The Jazz Corner, responde planteando, primero que todo, que «nunca se subió al escenario Miguel Piñera, aún más, nunca cantó». Sostiene además que existe un oficio de la Contraloría General de  la  República a la Municipalidad de Providencia para que los controles de ruidos molestos se realicen junto con personal especializado (medio ambiente, salud) o con instrumentos de medición de decibeles. Este argumento, dice el locatario, «no quiso ser acogido por el funcionario municipal».

El socio de The Jazz Corner reconoce su negación a entregar las patentes y relata lo que le dijo al ex funcionario: «Le señalé que nosotros como comerciantes tenemos instaurado con la Municipalidad de Providencia unas mesas de trabajo, en la cual ante hechos de esta naturaleza se aplica la  advertencia, a objeto que nos brinden la oportunidad de corregir lo que pudiera estar incomodando a nuestros vecinos, sea ello retiro de basura, ruidos, etc., protocolo que ya venía operando». Ante esto, según Gómez, el fiscalizador habría sostenido que desconocía esos acuerdos y que «valen callampa”.

Por su parte, el ex inspector señala que «la ordenanza municipal de ruidos molestos, la 121 Artículo 2, indica que cualquier ruido, por duración o intensidad, que traspase el ámbito privado al espacio de uso compartido o al bien nacional de uso público, es sancionable. O sea, si estoy en la calle, no debería escuchar nada». Crisitian dice, además, que frente a lo que ocurría en The Jazz Corner su decisión era cursar los partes que correspondían. «Los locales comerciales no tienen labor educativa, los que están con patentes de alcoholes es parte inmediato, esa es la información entregada por la jefatura de la dirección de Seguridad Ciudadana», asegura.

Junto a esto, el ex inspector dice que consideró igualmente una recriminación que había sufrido una semana antes, en otro procedimiento similar. Relata que aquella vez decidió pasar solo un parte por ruidos molestos a un local, obviando otro por estar también expendiendo alcohol a gente que no estaba consumiendo platos preparados. Sin embargo, esa vez fue recriminado por su jefe por «no hacer la pega», advierte.

Miguel Piñera

La concejala Cruz

Gaete asegura que una mujer que estaba con Piñera se contactó por teléfono con Pilar Cruz Hurtado, concejala RN por Providencia. «Hablé con Pilar y no te conoce. Va a pedir sanciones para ti», dice el ex funcionario que le espetó la mujer.

En eso llegó su jefe de turno, Nicolás Cornejo. En ese momento -continúa- llama por teléfono Ricardo Gallardo, segundo a bordo de Seguridad Ciudadana en la Municipalidad de Providencia. Gaete se pregunta: «¿Cómo se entera del procedimiento Gallardo a la 1 de la mañana?… Alguien lo llamó. Entonces ahí me empezó a cuadrar la lógica de otro llamado (a la concejal Cruz)».

«La instrucción de Gallardo -que yo asumo que recibió el llamado de la concejal- a Nicolás Cornejo, mi jefe de turno, es que él curse la boleta, no yo, y que esa boleta sea solamente por negarse a la fiscalización, solamente eso, ni ruidos molestos ni nada», asegura el exfuncionario municipal, quien plantea que, por ejemplo, también había gente tomando alcohol en la vía pública mientras fumaban.

El cuestionamiento del exinspector es finalmente que en el caso de The Jazz Corner «no se aplicó el mismo parámetro de rigurosidad que me habían solicitado la semana anterior, y se obvía lo otro por instrucción de Ricardo Gallardo».

Desde la Dirección de Comunicaciones de la Municipalidad de Providencia sostienen que Gallardo «no recibió llamado de la Concejal la noche del 1 de marzo», agregando que Cruz «posteriormente realizó algunas consultas en sesión de Concejo sobre el procedimiento ya ejecutado». Y respecto a si -a su vez- Gallardo ordenó a Cornejo a realizar el procedimiento de la forma mencionada, señalan que «cada inspector recibe y conoce las instrucciones sobre este tipo de procedimientos. El inspector no recibió instrucción del Sr. Gallardo. El caso fue abordado con la Jefatura de Turno».

«¿Qué es lo extraño de todo esto?», se pregunta Gaete: «Que Ricardo Gallardo, teniendo un horario de oficina, de 9 a 17, se haya dado el trabajo de estar a las 5 de la mañana en la base redactando una carta de despido en mi contra», dice. Desde ese momento, a esa hora, Cristian fue desvinculado de sus labores luego de 7 años de trabajo. «Me manifiesta que no estaba haciendo bien mis labores y que no me iban a renovar contrato», señala que le dijo Gallardo. Como gran parte de los funcionarios públicos, Gaete estaba a contrata. Fue a Contraloría, donde sostiene que le dijeron que no había nada que apelar porque a quienes están en esa condición se les puede despedir sin mayores argumentos.

The Jazz Corner

«En los despidos, cuando se hacen a nivel municipal, es el director la persona idónea para que éste se haga efectivo, con los antecedentes correspondientes entregados por los jefes directos y previa entrevista con el funcionario cuestionado», indica el exinspector, cuestionando también la forma de su desvinculación.

Desde Comunicaciones del municipio señalan respecto al despido que «el inspector se encontraba con contrato a plazo al 31 de marzo, el cual no fue renovado».

“Es mi rol fiscalizador en la comuna de Providencia”

Álvaro Gómez, de The Jazz Corner, sostiene que entre las gestiones que realizó por lo ocurrido fue contactar al Jefe de Seguridad Ciudadana, con quien se reunió e hizo entrega de antecedentes, y a la mencionada concejala Pilar Cruz, a quien envió un correo electrónico donde expuso «el acto arbitrario del inspector municipal».

La aludida concejala sostiene que efectivamente el día 2 de marzo recibió una denuncia de parte de Gómez y la presentó al Concejo y la alcaldesa el 8 de marzo.«Es mi rol fiscalizador en la comuna de Providencia», señala. Respecto a Miguel Piñera dice que no lo conoce y sobre Ricardo Gallardo dice que ese u otro día no tuvo contacto con él en el contexto de este procedimiento.

«Dejo de manifiesto que las medidas de estos procedimientos están siempre bajo el contexto de diálogo y se trabaja en una seguridad integral para la comuna, donde se intercambia información, se coordinan acciones y la ciudadanía monitorea los avances en la gestión pública», indica Pilar Cruz.

«Yo hago mi pega»

Cristian Gaete explica que en esta nueva administración municipal en Providencia se ha hecho una diferencia entre los inspectores diurnos -los barriales- y los nocturnos. Los primeros, dice, tienen una función más bien participativa con la comunidad; los segundos, en cambio, deben enfrentarse al tema de los ruidos molestos, patentes de alcohol, comercio sexual y comercio ambulante, entre otros. Y también detenciones.

El ex inspector exhibe una citación que recibió para ir a declarar por una de ellas, así como una gran cicatriz en uno de sus tobillos por un piedrazo que recibió y su nariz quebrada en otra fiscalización. Junto con ello muestra un lote de diplomas y certificados de cursos y capacitaciones, entre otros documentos, con el fin de desacreditar la causal de despido en su contra y ejemplificar que sí desarrolló su trabajo como correspondía. «Yo hago mi pega», asegura, pero reconoce que «por el nivel de estrés de este trabajo, sí han habido licencias médicas, pero están todas acreditadas, con diferentes doctores y por Compin».

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Cristian dice que no quiere volver a la pega, pero sí aclarar lo que ocurrió. «Es tan fácil despedir a alguien y sentí que no lo merecía, ese es el dolor», señala. Gaete dice que «todos los insultos, los empujones (de Piñera) quedaron registrados por la cámara de vigilancia que está a metros» del local nocturno, en la vereda sur-oriente de la intersección de Santa Isabel con Italia. No ha podido acceder a ese video que, asegura, haría justicia a su caso.

Por Daniel Labbé Yáñez

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