A días de la llegada de Francisco

Investigadora norteamericana destroza al clero católico chileno: «Tratan bien a abusadores, pero son muy duros con víctimas»

"El Papa debería remover a estas personas de sus cargos", demandó Anne Barrett-Doyle, co-directora de BishopAccountability.org, organización que este miércoles dio a conocer un archivo con los nombres de cerca de 80 religiosos acusados de abuso sexual.

Por Daniel Labbé Yáñez

10/01/2018

Publicado en

Chile / Justicia y DD.HH / Portada

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Durante la mañana de este miércoles, Anne Barrett-Doyle, estadounidense que lleva 15 años investigado junto a la organización BishopAccountability.org casos de abusos en la Iglesia Católica, ofreció una potente conferencia en nuestro país. En la Fundación para la Confianza –creada por James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, tres de los jóvenes abusados sexualmente por el sacerdote Fernando Karadima-, dio a conocer el primer archivo público detallado sobre los abusos sexuales imputados al clero en Chile.

Específicamente, el documento proporciona resúmenes extensos y cientos de fuentes electrónicas que detallan los casos de cerca de 80 sacerdotes, diáconos, hermanos religiosos y una monja, acusados de abuso sexual. Todas denuncias reportadas a la autoridad «en periodos absolutamente razonables», según apuntó Barrett-Doyle, y que «demuestran qué tantas cosas se mantienen ocultas, escondidas».

Una lista que, postula la investigadora, es solo una fracción de la que debiera ser «si los obispos y las autoridades eclesiásticas chilenas estuvieran obligadas a reportar los delitos que ocurren dentro de la Iglesia». Algo que se suma a la necesidad de que el sistema legal le dé más tiempo y espacio a las víctimas para construir casos civiles y criminales, y que los líderes de la institución religiosa sean investigados por fiscales y autoridades de Estado.

Junto a ello sumó -refiriéndose al rol del Vaticano- que «la falta de presión externa le ha permitido a la Iglesia Católica chilena operar en la impunidad».

Ezzati y los obispos

Anne Barrett-Doyle se dio el tiempo de ir detallando cada uno de los casos más importantes de autoridades de la Iglesia Católica local que han hecho oídos sordos a las denuncias de abusos sexuales al interior de la institución.

Es en ese contexto que, entre otros, apareció el Cardenal Ricardo Ezzati. Sobre él señaló que ha permitido que varios religiosos acusados de abuso sexual vuelvan a ejercer su labor, como lo ocurrido por ejemplo con Cristián Precht. «La investigación sobre Precht arrojó al menos 20 víctimas, entre 15 y 35 años, que habían sido abusados por este sacerdote, sin embargo, el Cardenal Ezzati opina que luego de 5 años puede volver a practicar misas y ser sacerdote», criticó la investigadora norteamericana.

«Ezzati es el hombre más poderoso dentro de la Iglesia Católica chilena. Si él como líder no le da importancia a lo de ‘cero tolerancia’, ¿qué podemos esperar para los otros dentro de la Iglesia chilena?», cuestionó Barrett-Doyle.

En ese mismo contexto, Anne relató que cuando realizaban la investigación que dieron a conocer esta jornada, estaban «atónitos» con el comportamiento de los obispos chilenos. «Tratan bien a los abusadores, pero son muy duros con las víctimas», sostuvo. Junto a ello, señaló que éstos «se muestran muy orgullosos de su protocolo contra el abuso publicado en 2015, pero sus omisiones son notables: no hace mención a ‘cero tolerancia’ en ninguna parte», así como tampoco -agregó- se habla de reparación, a diferencia de lo que ocurre en países como Estados Unidos.

Para comparar lo que ocurre en naciones como la del norte de América, donde sí se ha avanzado en hacer justicia en estos casos, Barrett-Doyle explicó que las condiciones que han permitido que estos temas sí se resuelvan con éxito, con investigaciones y reparación para las víctimas, no están dadas en Chile.

«El Papa Francisco debería remover a estas personas de sus cargos»

La conferencia de la investigadora norteamericana se produce a días de que Francisco I llegue a Chile, por lo que se refirió con mucho énfasis a su paso por nuestro país. «Lo estamos publicando hoy, anticipado a la visita del Papa, con la esperanza de que alguno de sus asistentes, alguien de su entorno, vea esto y le haga ver que no ha cumplido con su promesa de ‘cero tolerancia’ respecto de este tema», declaró. «Dice que llora por las víctimas; nosotros lo que queremos es que tome la oportunidad de transformar esas lágrimas en acciones y que efectivamente pueda cumplir con esa promesa», añadió.

Barrett-Doyle se refirió en ese punto al Obispo de Osorno, Juan Barros, acusado por las víctimas de Fernando Karadima de encubrir sus abusos. Anne señaló que «es una desgracia que el Papa lo haya nombrado para esta posición», agregando que ven «mucha diferencia entre lo que Francisco dice en el guión, versus lo que dice cuando piensa que nadie lo está escuchando».

Esto último en referencia al trato que dio en 2015 en público a un grupo de feligreses que lo encaró y le pidió la salida de Barros, a los que el líder de la Iglesia Católica respondió calificándolos nada menos que de «tontos».

En ese sentido, la estudiosa estadounidense señaló que las acciones de Francisco no tienen que ver solo con mantener al interior de la institución a estos religiosos acusados, «sino que también promover a gente que está involucrada en este tipo de abusos, lo que va en otro sentido». «En ninguna otra parte del mundo es tan patente eso como aquí en Chile», aseguró.

Y si bien sostuvo que considera que el Papa «debería remover a estas personas de sus cargos», fue cauta al reconocer que -siendo realista- no creía que el sumo pontífice fuera a realizar alguna acción en ese sentido.

Te invitamos a ver completa la conferencia de Anne Barrett-Doyle a continuación.

El Ciudadano

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