En Región del Biobío

Investigan supuesto espionaje de Carabineros a familia de grumete muerto en extrañas circunstancias

Un funcionario de inteligencia habría intentado obtener detalles de una manifestación pacífica organizada por cercanos al ex grumete Luciano Fuentes Ovalle, cuyo supuesto suicidio al interior de un recinto naval en Talcahuano es cuestionado por la familia.

Por Matías Rojas

23/05/2016

Publicado en

Chile / Policial / Portada

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LucianoFuentes

El padre de Luciano Fuentes Ovalle, grumete de la Armada fallecido en mayo de 2015 en un supuesto suicidio que para la familia tiene características de homicidio, pidió investigar una grave situación que involucraría a un funcionario de la Dirección de Inteligencia de Carabineros (Dipolcar) en la Región del Biobío.

Según el familiar del aspirante a la Armada, un agente encubierto simuló ser un conocido suyo para recabar detalles sobre una manifestación destinada a repartir volantes sobre el caso en el desfile del 21 de mayo que se realizaría en la ciudad de Los Ángeles.

De acuerdo a un reclamo hecho por Fuentes en la Prefectura de Carabineros del Biobío, el angelino recibió, con fecha 16 de mayo, un llamado telefónico de un sujeto de voz masculina que se identificó como padre de un niño tenimesista de Angol, de apellido Palma.

El presunto objetivo del contacto era informarle sobre la próxima celebración de un torneo zonal de ping-pong y, de paso, manifestar su apoyo al esclarecimiento de la muerte del joven Luciano. Nada extraño hasta ese minuto, ya que Fuentes efectivamente se dedica a practicar el Tenis de Mesa.

La sospecha nació cuando el individuo consultó reiteradamente sobre el número de personas que asistiría a la protesta.

«Al término de la conversación me insiste y me hace la pregunta ‘cuántas personas vamos a estar en la manifestación’, lo que me pareció una pregunta que no venía al caso… y me quedó dando vuelta en mi cabeza, porque yo conozco a todos los tenimesistas, profesores y técnicos del país, y especialmente de la zona de Angol, y no me sonaba un apellido Palma», declaró Fuentes a la Prefectura.

El jueves 19, Luciano padre digitó el mismo número en su celular y fue atendido por un funcionario de Carabineros, quien le comentó que el aparato había sido usado anteriormente por un colega. En ese instante, aseguró el denunciante, se percató que el teléfono pertenecía a la Sección de Inteligencia de la Prefectura y que quien había llamado para interrogarlo sobre la manifestación era un uniformado de nombre David Palma.

Lo siguiente que hizo fue pedir a hablar con el mayor de la Primera Comisaría de Los Ángeles, pero no tuvo éxito.

«Esperé al Mayor, quien no se encontraba en la Unidad, y después de un tiempo de espera me retiré con mucha rabia y dolor, porque sentía que no era posible, no entendía y no tenía sentido que Carabineros se prestara para sacar información engañándome y burlándose de mi dolor», testimonió Fuentes.

La institución, a través del Departamento de Comunicaciones Sociales, confirmó el inicio de una investigación administrativa para esclarecer los hechos.

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