Por Janet Noseda

Soy mujer, científica y escritora de historia, sexualidad y política, y veo con horror la posibilidad de la vuelta a la época de 1880, cuando se crearon las vacunas y ocurrieron los movimientos anti vacunas (se entiende la paranoia por lo poco conocida que eran las vacunas) o, más atrás, al terraplanismo (se entiende porque no existían satélites ni avances científicos), o la monarquía que gobernaba junto a la iglesia católica, obligando a todos y todas a creer sus credos, bajo el engaño de que eso es libertad, además de poder las empresas producir sin respetar derecho alguno. La libertad no está asociada a dinero ni a poder de producción. La libertad no es un producto, no es un bien de consumo, no es algo que alguien te dará. La libertad se define como actuar sobre la propia voluntad, sin imposición sobre tus propias decisiones y está consagrada en nuestra constitución. Ya tienes el poder de ser libre, hace rato. Sin embargo, la ultra derecha, y ojo, también Matthei lo señala en su programa -que es lo mismo que el de Kast– nos ofrecen “libertad” como poder de producción de dinero y de quitarnos todos los derechos sociales ganados. Son pocos; deberíamos poder seguir avanzando en que cada uno y una pueda decidir sobre su vida, respetando al resto. Ya puedes decidir, pero lo que pasa es que quieren obligarnos a todos a tener la misma creencia religiosa y la misma moral.
Para que puedas decidir una vida como la quieres, se necesita un piso social mínimo, que lo deben entregar los Estados: acceso a salud, vivienda, educación, pensiones, infancia protegida, sueldo mínimo. ¡Y nos están diciendo en nuestras caras que sacarán seis mil millones de dólares de ese gasto estatal para que podamos tener un mínimo de dignidad! ¿Usted cree que el recorte en el gasto público es sacar a empleados públicos y apitutados políticos? Lo reto a que me diga en qué parte de los tres programas el recorte está definido así. No lo está. No dice en ninguna parte. El recorte dice gasto público, y ¿Cuál es el gasto público en Chile? Es lo que se invierte en salud, por ejemplo, que en Chile es un 5%, muy por debajo del 6,8% OCDE. ¿Qué significa eso?, recortar las 91 patologías GES y sus canastas de médicos especialistas, tratamientos y medicamentos, de los cuales los que tienen Isapre también se verán afectados. Por eso en Argentina no hay medicamentos para personas con cáncer o discapacitados. GES, es una política pública de más de 25 años, que logra cubrir cánceres, como el cervicouterino, el VIH/SIDA, la hemofilia, la diálisis para los enfermos crónicos, las quimioterapias. Si recortan el gasto público y usted necesita quimioterapia, usted se la va a tener que pagar particular, como en Estados Unidos o Argentina.
Significa que se sacarán recursos de educación, vivienda, transporte, adulto mayor, mejor niñez, centros para mujeres sobrevivientes VIF, pensiones, cárceles. Todo esto le afectará a usted mismo, que va a votar para ser libre, pero obtendrá miseria. Ni los candidatos alemanes ni la casta de empresarios se verán afectados; créame que ellos se van a pagar la quimio. ¿Usted va a poder? Van a hacer negocio con esto y, de hecho, sus tres programas lo dicen: que privados tengan menos control estatal. Si lo único que existe es el Sernac, que no puede hacer nada; con los empresarios gobernando, harán lo que quieran, abusarán como quieran, y usted les habrá dado el voto para ello.
Nos ofrecen quitarnos el derecho constitucional a manifestarnos. Nos ofrecen quitarnos el derecho a educación gratuita; ¿usted le va a poder costear los estudios a sus hijos?
No me crea nada de lo que escribí. Vaya y googlee “sistema de gobierno países desarrollados”. Los más prósperos, son social democracias, tales como Noruega, Países Bajos, Finlandia, Dinamarca. Todos los países desarrollados -y los que, de hecho, tienen los mayores puntajes en ser considerados democracias-, se caracterizan por tener un Estado robusto, es decir, gran gasto público, control a los privados (no pueden hacer lo que quieren) y libre mercado.
Lo están engañando. Lo que nos ofrecen no es libertad. No es Democracia. Es totalitarismo y oscurantismo.
Por Janet Noseda
Psicóloga. Magister en Psicología Clínica Usach.
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