La música como medicina: cómo ayuda a reducir el cortisol, la adrenalina y mejorar la salud mental

Escuchar música puede ser mucho más que un momento de placer. Según el neurofisiólogo Fernando Ortiz, académico de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago (Usach), las melodías pueden inducir un estado de relajación, reducir el estrés y tener un efecto directo sobre las moléculas como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas, asociadas al estrés y la ansiedad, disminuyen notablemente cuando se escucha música de baja frecuencia y ritmo pausado.

La música como medicina: cómo ayuda a reducir el cortisol, la adrenalina y mejorar la salud mental

Autor: El Ciudadano

Escuchar música puede ser mucho más que un momento de placer. Según el neurofisiólogo Fernando Ortiz, académico de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago (Usach), las melodías pueden inducir un estado de relajación, reducir el estrés y tener un efecto directo sobre las moléculas como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas, asociadas al estrés y la ansiedad, disminuyen notablemente cuando se escucha música de baja frecuencia y ritmo pausado.

Diversos estudios han demostrado que ciertos estilos musicales logran sincronizarse con los ritmos corporales naturales, como la respiración y el ritmo cardíaco, generando sensaciones de bienestar. Investigadores de la Universidad de Stanford han señalado que la música puede modificar el funcionamiento cerebral al mismo nivel que algunos medicamentos. En este sentido, la músicaterapia ha ganado popularidad, sobre todo en la rehabilitación neurológica y la salud mental.

Ortiz explica que “los ritmos más pausados y los tonos bajos constantes suelen tener mejores efectos particularmente en el ritmo cardíaco”, lo que también influye positivamente en la presión arterial y la variabilidad de la respuesta cardíaca. Escuchar música relajante unos 30 o 40 minutos antes de dormir puede mejorar significativamente la calidad del sueño, reduciendo niveles de cortisol y adrenalina.

Aunque estilos como el heavy metal podrían parecer contradictorios en este contexto, Ortiz indica que la relación entre la música y la respuesta fisiológica depende del historial emocional y las experiencias personales de cada individuo. “El cerebro no es una tabla vacía”, afirma. Por tanto, cada persona puede encontrar diferentes estilos musicales que generen una respuesta de relajación. A pesar de que los mecanismos celulares específicos aún no se comprenden completamente, la evidencia apunta a que la música tiene efectos fisiológicos medibles y beneficiosos para la salud mental y emocional.


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