«Las heridas de la dictadura no cerrarán sin verdad, justicia y reparación»: Maya Fernández Allende respondió a «mea culpa» del Ejército por Pinochet

Tras el «mea culpa» realizado por el excomandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez, a través de un informe que reflexiona sobre las acciones del Ejército en los últimos 50 años, la futura ministra de Defensa del Presidente Gabriel Boric, Maya Fernández Allende, afirmó que para cerrar las heridas de la dictadura es necesario alcanzar «verdad, justicia y reparación».

«Las heridas de la dictadura no cerrarán sin verdad, justicia y reparación. El reconocimiento de las violaciones a los derechos humanos es un acto necesario para sanar el alma de Chile y poder, por fin, mirar de frente al futuro», escribió la exparlamentaria en su cuenta de la red social Twitter, posteo que también fue compartido por el futuro Mandatario.

«El reconocimiento y condena que ha hecho el ejército de su responsabilidad institucional en las violaciones a los DDHH durante la dictadura es valioso para Chile. Paso histórico para avanzar en verdad. Seguiremos trabajando por la justicia, la reparación. Para que nunca más», señala el posteo de Boric, comentando el de Maya Fernández.

«Reflexión sobre las actuaciones del Ejército y sus integrantes en los últimos 50 años y sus efectos en el ethos militar», se llama el documento publicado por el general Ricardo Martínez y donde por primera ve; de manera oficial, la institución condena la acción de militares durante la dictadura cívico-militar encabezada por Augusto Pinochet (1973-1990).

Entre los hechos mencionados, el texto afirma que la «Caravana de la Muerte», liderada por el general Sergio Arellano Stark como enviado especial de Pinochet, fue «uno de los episodios más condenables», al igual que el asesinato con autobomba del excomandante en jefe de la institución, general Carlos Prats, y de su esposa Sofía Cuthbert, en Buenos Aires, Argentina, en 1974.

Asimismo, Martínez se refirió a las torturas y desapariciones de personas perpetradas por miembros del Ejército: «Si bien, la mayoría de las detenciones obedecían a una orden superior, es reprochable que los detenidos hayan sido torturados, como lamentablemente ocurrió y más aún el hecho que algunos hayan sido ejecutados sin que existiera un debido proceso judicial, como estaba expresamente dispuesto en el Código de Justicia Militar de 1944. Estas situaciones provocaron un grave daño al prestigio de la Institución», dice el texto.

Sobre este mismo tema, se reconoció como «inaceptable» el hecho de que no se hayan entregado los cuerpos de los asesinados a sus familias, «en todos los casos, para que pudieran ser sepultados según sus creencias. Este aspecto, ha sido uno de los más determinantes en las imputaciones que se le hacen al Ejército, que hasta el día de hoy tienen los distintos organismos de derechos humanos», escribió Martínez.

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Foto Portada: Agencia Uno