Por Janet Noseda

Leí el programa de Kast, busqué las propuestas para las mujeres y sólo se nombra la mujer desde la maternidad, tanto para apoyar a las madres en sus embarazos o para incentivar, con plata, a que se embaracen. Si no aparecemos como la madre, aparecemos desde la familia. Claro, marido, esposa, hijos y quizás un perro. Al respecto, quiero hablar desde las que no fuimos nombradas pero que, no por eso, desaparecemos. Existimos, señor Kast, y merecemos ser consideradas en un plan de gobierno.
Su visión de mujer y familia corresponde a exactamente la definición del auge del fascismo en Alemania, Italia y España, con Mussolini, Hitler y Franco. Ahí, en 1930, más menos, las mujeres eran sinónimo de madre o esposa, pero no personas. Una cosa es ser mujer y la otra es un rol, en este caso, el rol de madre o esposa. No son sinónimos. En el nazismo, las mujeres no éramos personas, con voz, con deseos, con historias. Sólo éramos incubadoras (de ahí nacen los incentivos a parir, junto con la creencia religiosa cristiana de virgen María, la madre asexuada). NO ÉRAMOS. Así de simple. Es distinto tener una función a ser una persona. Lo primero es un objeto, como un refrigerador y lo segundo es un ser humano. Es el año 2025. Me parece que usted no puede ser Presidente de un país con más de 10 millones de mujeres, el 51% del electorado, con su ignorancia de lo que es género, familias y sociedad actual. Usted serviría para gobernar un Estado como El Vaticano, donde Estado e Iglesia van juntos, pero no para Chile, Estado laico, en el año 2025. De las más de 10 millones de mujeres, sólo menos de la mitad se declara parte de una religión. ¿Dónde quedamos el resto en su gobierno? ¿Dónde estamos las que no quisimos ser madres y nos dedicamos a la ciencia y a la investigación?, ¿dónde estamos las que decidimos por una carrera profesional? ¿dónde están las que no queremos ser madres Y NO LO SEREMOS, NI SIQUIERA OBLIGADAS, POR USTED NI POR NADIE?
Con respecto a la familia. Le informo que, en Psicología hace décadas se habla de las familias, no familia y éstas, hace décadas dejaron de ser sólo las que se casan y las heterosexuales. Hay familias monoparentales, solteras, que adoptan, homoparentales, ¿dónde están en su programa de gobierno? ¿vamos a hacer como que no existen?
Yo soy mujer. No madre, no esposa. Soy mujer que puede ser violada, acosada en el trabajo, golpeada por una pareja. ¿Qué se me ofrece para salir a comprar de noche sola, sin temor a ser violada? Y si soy violada y quedo embarazada, ¿qué va a ocurrir conmigo en un gobierno suyo? Un gobierno suyo, ¿reforzaría más la idea de que yo soy un objeto y no un sujeto?, ¿aumentarían las agresiones sexuales, el acoso sexual, los femicidios y los crímenes de odio?
Tengo un cuerpo, tengo deseos sexuales y tengo actividad sexual. ¿Dónde está el plan de derechos sexuales y reproductivos según derecho internacional? Mucho hay de bonos por guagua, pero resulta que queremos tener acceso a anticonceptivos gratis y de buena calidad, a condones y también quiero tener seguridad de contar con la píldora del día después. Ese es nuestro derecho. Si quedo embarazada, ese feto no va a ser deseado por mí y no voy a querer tenerlo y ni usted ni nadie me va a obligar. Uno porque eso es tortura y dos, porque soy psicóloga, sé lo que significa traer un niño a este mundo sin que sea deseado. Va a tener un apego inseguro y el niño va a tener problemas de salud mental. Todo, para qué. ¿para dejar contenta a una sociedad religiosa? No tengo por qué y, además, me importan más los niños y las niñas que a los conservadores. Soy más compasiva que usted, sé más de salud mental infantil y no voy a traer niños al mundo de forma irresponsable. Si quedo embarazada, quiero tener acceso a interrumpir ese embarazo, de forma segura y gratuita, como lo plantea la ciencia y la Organización Mundial de la Salud, junto con distintas convenciones de la mujer formadas por Chile. ¿Qué va a hacer usted con esa realidad?
Como puede ver, su noción de mujer es irreal. Su noción de sociedad no existe. Existió en 1930. Usted mejor postule a Papa, no a presidente de la República, porque hay que gobernar en base a la estadística y la ciencia, no en base a la religión. Eso era antes de la revolución francesa, en el año 1789 y la separación de iglesia y Estado en Chile, ocurrió en 1925. ¿Usted pretende volver a la Constitución previa a 1925?
Por Janet Noseda
Psicóloga. Magister en Psicología Clínica Usach.
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