Por Camila Silva Cortés
En medio de su campaña para reunir las 35.000 firmas necesarias que le permitan postularse nuevamente a la presidencia, Marco Enríquez-Ominami ha vuelto a la palestra pública en las últimas semanas con duras críticas a los candidatos presidenciales de derecha, a quienes tilda de “cafiches del Estado” y acusa de formar parte de una élite chilena “gangrenada”. En un escenario marcado por el avance de la ultraderecha y el desencanto ciudadano por la política institucional, propone que los fiscales sean elegidos mediante voto popular y llama a transformar el sistema de pensiones a través de un plebiscito. Con un tono provocador y una fuerte presencia en redes sociales como Tik Tok, busca conectar con un electorado que, según él “quiere cambios”.
«Se trizó el espejo de la vanidad de la élite que era la más sana de América Latina«
—Usted ha hablado del “duopolio de la corrupción” y del “tren de Vitacura”. ¿Cómo interpreta la relación entre sectores políticos y el mundo empresarial en casos como el de Raúl Torrealba y el financiamiento en Vitacura?
—Es muy, muy grave lo que tenemos. Yo siempre y vengo hace años diciéndole que tanto en materia del narcotráfico y de corrupción son dos fenómenos que expresan mucho más: la gangrena de nuestras élites. Es mucho más grave de lo que se quiere aceptar. Se trizó el espejo, el espejo de la vanidad de la élite que era la más sana de América Latina. Yo creo que hay mucha corrupción, lo de Hermosilla es la evidencia ya más brutal de cómo estaba corrompido el sistema. Entonces creo que es muy grave y que se requiere, de algún modo, un nuevo Chile. Ese nuevo Chile tengo que construirlo entre todos.
—También ha mencionado la existencia de un “sistema de privilegios”. ¿Qué propone concretamente para terminar con esa estructura?
—Primero, yo lo que creo es que hay que hacer reformas políticas y que los procesos constituyentes tenían ese objetivo, y se fracasó por la mala fe de la derecha y la ineptitud de la izquierda. Y habrá que construir entonces una reforma al capítulo del poder en la constitución a través de reformas políticas, no de un proceso constituyente ya, pero sí a través de reformas políticas. Esa construcción por ahora tendría que ser vía reformas constitucionales. Hay que reequilibrar el poder en un país que a mi juicio está mal construido en sus instituciones.
—Ha dicho que si llega a la presidencia le va a declarar la guerra al Tren de Aragua, e incluso responsabilizó a Felipe Kast y Piñera por su llegada. ¿Qué antecedentes tiene para sostener esa afirmación?, ¿Qué haría distinto al actual gobierno para frenar el avance del crimen organizado?
—Primero rescatar a la fiscalía los problemas que tiene, elegir a los fiscales regionales por voto universal y directo y no este sistema de designación completamente inapropiado, que es finalmente una fiscalía que nadie fiscaliza, eso es lo primero. Y lo segundo, es proponer al país un camino en materia de inmigración planificada, y lo tercero, yo creo que lo que no puede pasar es que tengamos las cárceles llenas de extranjeros que han venido de manera irregular a delinquir. Eso tiene que terminar. Tenemos que construir un Chile donde la inmigración sea planificada, donde sean solo buenas noticias y no esto que tenemos hoy día de confianza total y absoluta. En las cárceles del norte, hay cárceles que en sus tercios son extranjeros que vinieron de manera irregular y a delinquir, eso no puede seguir. Buscaré acuerdos porque parte del crimen organizado no es chileno. Una parte es importada, buscar grandes acuerdos con las policías vecinas. Yo llegaría a un acuerdo con Bolivia, que recién se hizo el año pasado después de la flojera algunos, y también llegar a acuerdos con Venezuela de colaboración de construir juntos una agenda por el bien de Venezuela, por el bien de Chile, por el bien de Bolivia, por el bien de Chile. Construir juntos. Tenemos nosotros que, sin estigmatizar la inmigración, también ser implacable con quienes vienen a Chile a delinquir.
—Usted ha dicho que la gente está con rabia, ¿qué cree que está fallando en la política institucional para canalizar esa frustración?
—Creo que la política está hoy día de capa caída porque es mucho su divorcio con la velocidad del país. Chile avanza más rápido que sus políticos, hay que acelerar, por eso hemos planteado que en el portal patrocinantes.servel.cl, la gente decida si debo o no ser candidato. ¿Por qué? Porque una vez que nosotros conquistemos la confianza de los chilenos, vamos a ejercer el poder, no lo vamos a evitar. No vamos a ser vecinos de La Moneda, vamos a ser los que ejerzamos a nombre del pueblo las transformaciones necesarias. Chile no puede renunciar al cambio. Eso es lo que siento, que muchos han renunciado.

«Hoy estoy con más cicatrices, con más aprendizaje también, con más caídas y más éxitos«
—En sus palabras, ¿Qué lo diferencia hoy de figuras como Gabriel Boric, la Democracia Cristiana o los sectores que también se definen como progresistas?
—Bueno que ellos ya gobernaron, ya tuvieron su oportunidad. ¿Qué más evidencia de que ellos tienen su oportunidad? están gobernando. Yo pido a los chilenos que me den una chance. Me he preparado como pocos en la historia de Chile. He recorrido Chile, he fundado think tanks, he fundado partidos, he escrito más de 10 libros, cuatro programas de gobierno, más de 500 artículos de opinión. He recorrido 14 veces Chile, he apoyado a 3000 candidatos a concejales. Hemos elegido decenas de alcaldes, al gobernador más votado en la elección antepasada. Hemos construido. Yo les pido que me den una oportunidad. Todos los anteriores ya gobernaron, la candidata del PPD, 28 años en cargos públicos; el mejor amigo del presidente, el diputado del Frente Amplio ya está gobernando; la ministra comunista, fue la ministra que nos encadenó a la AFP. Ya tuvieron su chance. Les pido que abran una puerta a algo distinto.
—¿Qué ha cambiado en su visión del país y en su propuesta desde su primera candidatura hasta hoy?
—Hoy estoy con más cicatrices, con más aprendizaje también, con más caídas y más éxitos. Más preparados, más convencidos, con convicciones más sólidas, con un plan para crear 1 millón de empleos, para enderezar la economía. Un plan para la educación pública, para combatir el crimen organizado. Estoy proponiendo subir en $770 millones de dólares el presupuesto de seguridad, en más de 31.000 millones de dólares en seis años el presupuesto de vivienda para resolver el tema de la vivienda. Estamos más preparados que nunca.
—En nueve días ha reunido más de 8.000 firmas para inscribir su candidatura. ¿Cómo interpreta ese respaldo ciudadano? ¿Qué cree que representa usted hoy para ese electorado que sigue apoyándolo?
—Hemos abierto una verdadera conversación con una parte del pueblo de Chile que quiere cambios y siento una gran conexión. Eso sí, le pido que no aflojen porque todavía faltan 30.000. Le agradezco mucho a las y los chilenos que de manera inédita en la historia de Chile se hayan reunido casi 10.000 patrocinios en patrocinantes.servel.cl en pocas horas.
—En el último tiempo ha utilizado Tik Tok de forma muy activa interpelando a diversos políticos a través de diferentes trends virales ¿Forma esto parte de una estrategia para conectar con los sectores más jóvenes, quizás menos interesados en la política tradicional?, ¿Cree que ese es un electorado al que hoy los candidatos deben prestar especial atención?
—Sí, creo que estamos hoy día inevitablemente frente a un nuevo mundo en materia de comunicación y que las redes sociales son claves y yo he decidido adaptarme a ellas y también hacerlo creativamente, con humor. Lo hemos hecho con gran éxito. Somos hoy día líderes en redes sociales y agradezco mucho el apoyo.

«Mi diferencia con Matthei, Kast y Kaiser: yo estoy por la no dominación«
—¿Qué mirada tiene del avance de la ultraderecha en la región y cómo evalúa el fenómeno de figuras como Javier Milei?
—Logra interpretar bien la rabia, mejor que nosotros, pero no tienen soluciones. Ellos quieren gobernar con rabia y desde la rabia, pero la rabia no sirve. La rabia es muy importante expresarla pero se requieren soluciones. Son todos temas complejos. La rabia es una parte de la verdad, la otra parte de la verdad son las soluciones. Yo quiero ser presidente de las soluciones, no presidente de la rabia y creo que hay que hacer las dos cosas: interpretar la rabia para las soluciones pero ellos se quedan en la rabia.
—Ha declarado que Chile debería entrar a los BRICS ya que nuestra condición de país pequeño nos permite actuar con más pragmatismo. ¿Qué ventajas concretas ve en esa posible integración?
—Apoyar al sur global para no depender de la dominación del dólar. Hay que buscar mecanismos para no ser una economía dominada. Tenemos que construir. La libertad, es la no dominación. Esa es mi diferencia con “MACACA”, con Matthei, Kast y Kaiser. Ellos están por la dominación y yo estoy por la no dominación.
—Ha mencionado también la necesidad de asociarse con los países más grandes de la región, como Argentina, Brasil y México. ¿Qué tipo de liderazgo regional imagina para Chile? ¿Ve viable una mayor articulación entre estos países?
—Yo creo que recrear UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) y fortalecer la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) son dos foros multilaterales claves para la integración. En materia de pandemia ya vimos el desastre que fue, necesitamos la integración para la defensa militar, para combatir el narcotráfico, para planificar la inmigración, para el crimen organizado, para la energía en todos los grandes temas de Chile, necesitamos América Latina.
—Acusó a Evelyn Matthei, José Antonio Kast y Johannes Kaiser de ser “cafiches del estado”. ¿Qué busca visibilizar con esa crítica? ¿Cómo se combate el uso abusivo del aparato estatal desde la política?
—Yo doné mi sueldo de diputado. Soy el único en la historia de Chile que lo ha donado, primero. Hoy día me está copiando y me parece bien que me imite un diputado. Bien. Pero debo decir algo. No se puede hablar mal del Estado y cobrarle solo al Estado. Evelyn Matthei lleva 50 años cobrando plata del Estado. Su papá vivía del Estado, ella vive del Estado. ¿Alguna vez podrían no cobrarle plata al Estado? ¿se puede o no? Más aún si hablan tan mal del Estado. Kaiser dice que odia el Estado, bueno, ¿ y para qué cobra $10 millones al mes del estado?
—¿Y cómo cree que se podría combatir eso?
—Ética, algo de decencia, algo de pudor y después confrontarlos en sus mentiras. No les gusta el Estado, pero crearon cuatro ministerios. No les gusta el Estado, pero tienen a sus familiares metidos en el Estado. No les gusta el Estado, pero crearon 100.000 puestos de trabajo del Estado, 100.000 empleos para amigos de ellos.
—Usted ha sido muy crítico del conservadurismo chileno. ¿Cómo interpreta el silencio de Evelyn Matthei ante los discursos misóginos de Johannes Kaiser o la cercanía de José Antonio Kast con sectores vinculados al pinochetismo? ¿Cree que hay un doble estándar en su forma de abordar la violencia política y el negacionismo?
—Que son extremistas y son muy crueles, mucha crueldad. Es muy violento, muy cruel lo que hacen. Son gente muy cruel que cuidan la forma, pero son muy crueles. Yo al revés de ellos no cuido la forma, pero soy humanista, quiero al otro, respeto al otro. Estos son con buen lenguaje, pero son de una crueldad infinita. Los macacas son un símbolo de la crueldad.
—Recientemente criticó la autonomía del Ministerio Público, señalando que los fiscales no eran removidos de sus cargos. ¿Qué propone para reformar esa relación entre fiscalía y poder político sin poner en riesgo su independencia?
—Yo creo que lo que hay que hacer primero en materia de fiscalía es que alguien los fiscalice. Segundo, que es esencial recrear con fuerza una fiscalía recta, con rectitud. Y para eso propongo que los fiscales regionales sean electos por voto de sufragio universal y directo como en México, como en Estados Unidos.

«Soy un decepcionado de nuestra transición democrática«
—Hace poco declaró: “En cada programa al que voy, me encuentro con agentes de las AFPs encubiertos”. ¿Cree que hay una captura del debate público por parte de ciertos intereses económicos? ¿Cómo se puede enfrentar esa situación?
—Completamente creo que hay un secuestro. La lógica en la que estamos debatiendo el sistema previsional es la lógica de la AFP. Por eso este gobierno cayó en la trampa, se asustó y terminó fortaleciendo la AFP a cambio de un aporte para la PGU (Pensión Garantizada Universal) en el 2027, en tres años más. Creo que es de una crueldad infinita.
—Y cómo cree que se puede enfrentar esa situación?
—Yo convocaría a un gran plebiscito para que la gente decida si quiere un sistema como el de carabineros y militares o si prefiere las AFP.
—Hace unos días nos llegó un listado actualizado de violadores de DD.HH prófugos de la justicia. Son 12 prófugos en total, más 2 que fueron capturados recientemente. ¿Qué opinión tiene sobre el hecho de que aún existan ex agentes de la dictadura condenados por violaciones a los derechos humanos que se mantienen prófugos de la justicia chilena? y ¿Qué responsabilidad tienen los gobiernos democráticos, incluido el actual, en esta impunidad prolongada?
—Yo creo que nosotros perdimos la batalla, que en Chile se impuso la impunidad, al final. El dictador terminó, murió en su casa a partir de una mentira que la centroizquierda validó y que no correspondía juzgarlo en Chile. Y fue una gran derrota. En eso soy un decepcionado de nuestra transición democrática. Hubo demasiada impunidad.
—¿Qué consecuencias tiene para la democracia chilena que, a más de 50 años del golpe, aún no se pueda hacer cumplir plenamente la justicia?
—Que macacas encabezan las encuestas.
—Hace unos días falleció Pepe Mujica y usted lo recordó con una frase suya: “Triunfar en la vida es volverse a levantar cada vez que uno cae”. Usted ha dicho que es una persona muy perseverante ¿Se siente reflejado en esa idea de Mujica?
—Mucho, mucho, mucho. Y lo quise, lo conocí y lo respeté.
—¿Y qué enseñanzas de Mujica han influido en su mirada política? ¿O en su forma de hacer campaña?
—Perseverar significa persevere: buscar la verdad, buscar la verdad, buscar la verdad.
Por Camila Silva Cortés