Son 96 los y las jóvenes de entre 14 y 17 años que han rectificado su acta de nacimiento en Chile

Más de 2500 solicitudes para cambiar de nombre desde la entrada en vigencia Ley de Identidad de Género

La cifra es más que el doble de lo estimado por quienes se oponían al derecho de las personas trans y no binarias a ser reconocidas ante la sociedad

Por Nelytza Lara

07/04/2021

Publicado en

Actualidad / Chile / Género

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México

En menos de 18 meses, los trámites de rectificación de nombre y sexo en el Registro Civil superaron los 2.500 desde que entró en vigencia la Ley de Identidad de Género en Chile a finales de 2019. La cifra es más que el doble de lo estimado por quienes se oponían al derecho de las personas trans y no binarias a ser reconocidas ante la sociedad.

«Tenemos un balance positivo de la Ley de Identidad de Género en lo que refiere a la actualización de los documentos de las personas trans. Muchas —como yo— hemos podido actualizar quiénes somos en nuestra realidad cotidiana: en cualquier instancia que tengamos que presentar un documento, para hacer trámites, ir al médico, etc.», observa la presidenta ejecutiva de la Fundación Iguales, Alessia Injoque Alegría, en diálogo con Sputnik.

Un total de 2.562 personas han sido reconocidas legalmente por su nueva identidad registral entre su primer día de vigencia, el 27 diciembre de 2019, y abril de 2021. Sin embargo, aunque los números confirman la necesidad e importancia de sus históricas reivindicaciones, la comunidad trans sabe que todavía hay un largo camino por recorrer para terminar con la gran problemática de fondo: la discriminación.

Para la presidenta de la Fundación Iguales, que trabaja por la plena inclusión de la diversidad sexual en la sociedad chilena, la ley 21.120 ofrece herramientas imprescindibles para la vida diaria. «Que mi documento dijera Alejando en vez de Alessia representaba un problema cotidiano cada vez que tenía que mostrar mi documento y explicar por qué aquel nombre no coincidía con lo que estas personas percibían en mi imagen», ilustra.

Opinión que comparte Emilia Schneider, activista y expresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), quien también considera que esta ley «ha sido un avance muy relevante para nuestra comunidad, conquistado gracias al trabajo de activistas, de organizaciones, de movimientos que se la jugaron y nos la jugamos por avanzar en la garantía de los derechos humanos de las personas trans, que es justamente a donde apunta este proyecto».

«Ahora bien, hay que reconocer que en su implementación ha habido diversas falencias que nuevamente han marginado a sectores de la población de acceder al derecho a la identidad, eso tiene que ver con la falta de capacitaciones, los errores de implementación desde el sector público», entre otros, explica en conversación con Sputnik.

Para Alessia otra de las grandes falencias de esta normativa y donde «se quedó corta fue en incluir a los niños, y la contraprestación que se propuso en la ley era un plan de acompañamiento para los niños, niñas y adolescentes trans», porque según detalla ese de acompañamiento a la fecha aún no tiene presupuesto, «lo cual por supuesto es un balance muy negativo de un Gobierno que se ha desentendido de esta problemática a pesar de ser un compromiso que adquirió con la comunidad trans al aprobarse la ley», aclara.

Esta Ley de Identidad de Género, en específico, regula los procedimientos para realizar la rectificación de la partida de nacimiento, nombre y sexo. Da facultad a «toda persona cuya identidad de género no coincida con su sexo y nombre registral, de solicitar la rectificación de éstos», detalla el articulado.Señala a su vez que por identidad de género se entenderá a «la convicción personal e interna de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma», esto en el caso de ser mayor de edad, lo que en Chile equivale a los 18 años cumplidos.

Este 27 de diciembre entra en vigencia la Ley de Identidad de Género.

Señala a su vez que por identidad de género se entenderá a «la convicción personal e interna de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma», esto en el caso de ser mayor de edad, lo que en Chile equivale a los 18 años cumplidos.

En el caso de los menores de edad, que son aquellos mayores de 14 años y menores de 18 que esta normativa incluye, existe un trato diferenciado, al establecer que deben tramitar el cambio a través de un Tribunal de Familia, con el respaldo de al menos un representante legal. A lo que siguen tres audiencias (preliminar, preparatoria y de juicio), para que el tribunal comunique si se acepta o se rechaza la solicitud, a lo que se suma, como explicó Alessia, el contar con un plan de acompañamiento.

«Es importante siempre enfatizar que este avance de reconocimiento para personas mayores de 18 años está al debe en las personas menores de 18. Por un lado, está al debe entre las personas mayores de 14 y menores de 18 porque el reconocimiento es a través de un proceso judicial, cuando debería ser un proceso más simple para escenarios en que hay apoyo de los padres, un proceso administrativo como lo que ocurre para los mayores de 18 años», opina la presidenta de Iguales.

Hoy además, explica Alessia, las personas menores de 14 años están completamente excluidas de la ley, «lo cual por supuesto es algo muy negativo porque no hay una edad mínima en la cual nos haga falta reconocimiento de nuestra identidad, no hay una edad mínima en que nos importe que nos hablen por nuestro nombre. No hay una edad mínima en la que nos importa que nos traten con cordialidad y con las palabras que usamos para referirnos a nosotros mismos, a nosotras mismas», puntualiza.

Para Emilia Schneider al excluir a niños, niñas y adolescentes menores de catorce años, «perpetúa y mantiene una cuestión que tiene que ver con la marginación y la segregación que hay desde la tierna infancia hacia las personas trans y que luego tiene consecuencias en la desigualdad, la violencia, la discriminación que vivimos a lo largo de toda nuestra vida».

El desglose de las cifras

Según la información actualizada, al 24 de febrero de 2021, en el Registro Civil de Chile las personas mayores de 18 años que realizaron el cambio de sexo y nombre registral fueron 2.466, de las cuales un 42% fueron hechos por mujeres trans y el 58% restante, por hombres trans.

Son 96 los y las jóvenes de entre 14 y 17 años que han rectificado su acta de nacimiento en Chile, en la primera semana de febrero de este año. Un 77% corresponde a mujeres trans y un 23% a hombres trans aproximadamente. Las personas de 16 años son quienes más han hecho el trámite (40%). A nivel nacional y según datos entregados a la prensa por el organismo, del total de casos registrados, el 57% se concentran en la Región Metropolitana, donde se ubica la capital, Santiago.

Otro dato entregado por la institución pública fue que la mayoría de las personas que cambió su sexo registral pertenece al rango etario de entre los 21 y 30 años, un 49% del total de casos. Le siguen las personas de entre 18 y 20 años (30%). Según el registro solo hay tres personas adultas mayores, que sobrepasan los 71 años, que hicieron el cambio de la partida de nacimiento.

Los efectos de la pandemia

Si bien la ley ha permitido que un total de 2.562 personas sean reconocidas legalmente por su identidad de género, según organizaciones y personas trans esto se ha visto afectado por la crisis sanitaria.

«La pandemia afectó el proceso, hubo un periodo durante el cual no hubo atención, o la atención fue muy restringida. Por supuesto, esto es entendible mientras se habilitaban los protocolos adecuados para poder hacer la atención con los resguardos de salubridad necesarios, sin embargo, hay que reconocer que eso afectó, hubieron personas que tuvieron que esperar más tiempo para obtener su rectificación», detalla Alessia.

Una situación que, en palabras de la activista de Iguales, se ha ido mejorando al ser retomada y por seguir ejecutándose. Aunque reconoce no saber en detalle «cuanta gente habrá postergado la rectificación por la pandemia, pero lo positivo es que sigue avanzando y cualquier persona que requiera hoy día la atención para rectificar su documento de identidad puede solicitarla».Sin embargo, Emilia Schneider es más crítica y acusa que no han podido acceder a este derecho por no ser considerado un trámite esencial, particularmente durante la pandemia y la cuarentena prolongada del año pasado.

«Y esto es un problema cuya responsabilidad yo creo que en buena medida cae al Gobierno, como encargado de implementar esta ley, y que es una cuestión que se remonta incluso antes de que entrara en vigencia cuestión que se retrasó porque el Gobierno no presentó a tiempo reglamentos y distintas cuestiones que tenían que ser aprobadas para que entrara en vigencia esta ley», remarca.Ella insiste en que no hay horas en el servicio del Registro Civil, y esto es lamentable. «Yo creo que esto es una prioridad, no se toma en serio el montón de aristas de la vida en el que incide la identidad y el reconocimiento de la identidad para las personas».»Desde pedir un permiso en una comisaría virtual, hasta enfrentarse a Carabineros que es una situación que hoy en día con las violaciones a los derechos humanos que hemos visto para todas y todos es sumamente estresante y complejo, súmenle el vivir la discriminación por ser una persona trans cuya identidad no está reconocida en sus documentos», particulariza.

Fuente Sputnik/ Carolina Trejo

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