A través de una declaración pública, el Centro de Madres, Padres y Apoderados del Liceo José Victorino Lastarria (Cempa JVL) emplazó al sostenedor del establecimiento, el alcalde de Providencia Jaime Bellolio (UDI), por la insuficiente respuesta entregada al petitorio entregado por los estudiantes.
«Ayer lunes y tras una jornada de votaciones del estudiantado lastarrino para deponer o ratificar la ‘toma’ del establecimiento iniciada la semana pasada, se confirmó que las demandas a su petitorio no fueron respondidas satisfactoriamente por el sostenedor, la Corporación de Desarrollo Social de la I. Municipalidad de Providencia. Esto significa que lamentablemente la toma se mantiene», señala la declaración.
En esa línea, como Cempa JVL manifestaron su respaldo a este petitorio, «considerando que la mayoría de los puntos son demandas legítimas que requieren una respuesta oportuna y concreta por parte del sostenedor», lo cual, indicaron, se lo hicieron saber a la dirección del liceo a través de una carta.
Condiciones deplorables
Ratones en los baños, salas sin pintar y el retiro de la enfermera que cubría la jornada de la tarde, son algunos de los hechos relatados por las y los apoderados del liceo, quienes criticaron la respuesta entregada por el municipio encabezado por Bellolio: «Las mejoras estructurales estarían contempladas recién para el año 2027, dentro de un Plan de Conservación. Esta respuesta resulta insuficiente ante la urgencia de las condiciones actuales», expresaron.
En este punto detallaron que como Cempa JVL tuvieron que hacer una denuncia en la Superintendencia de Educación por las condiciones higiénicas deplorables en que se encontraban los baños del liceo, donde incluso había presencia de ratones. Asimismo, denunciaron que a principios de año muchas salas estaban con la pintura en muy mal estado y a la fecha siguen así.
«Han sido los mismos apoderados quienes con recursos propios están gestionando mejoras para que sus hijos e hijas tengan salas decentes donde estudiar», plantearon.
Criminalización de los estudiantes
Otro punto delicado tiene que ver con la criminalización del estudiantado: «Durante 2024, el número de aperturas de protocolos de expulsión en nuestro liceo fue desproporcionado y muchas veces injustificado; carentes de debido proceso, legalidad e imparcialidad».
«Muchos jóvenes y sus familias sufrieron largos procesos en que sin pruebas y con testigos anónimos, se les acusaba de graves delitos, generando criminalización, angustia y un daño irreparable en su trayectoria estudiantil. Esto, lejos de reducir las manifestaciones violentas, fue razón para que nuevas protestas tuvieran lugar», añade la declaración.
Seguiremos informando.
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