Rediseño institucional: ¿Un nuevo sistema político o más de lo mismo?

Columna de opinión del Convencional Marco Arellano, EcoConstituyente e Independiente Distrito 8, Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública UDEC, sobre los avances y deudas que plantea el nuevo sistema político emanado desde la Comisión Número 1 de la Convención Constitucional.

Marco Arellano

El día lunes pasado la comisión N°1 sobre Sistema Político llegó a un amplio acuerdo en temas de especial relevancia para el país ya que, tras el rechazo del primer informe, se hizo urgente generar las condiciones para un amplio acuerdo entre las fuerzas progresistas, izquierdas y parte de la derecha. Este paquete de indicaciones fue suscrito por Coordinadora Plurinacional y Popular (CCPP), Escaños Reservados (EERR), Pueblo Constituyente (PUCO), Movimientos Sociales Constituyentes (MSC), Chile Digno (PC-FRV), Frente Amplio (FA), Colectivo Socialista (CS) e Independientes por una Nueva Constitución (INN).

El Poder Legislativo

El diseño del Poder Legislativo es, probablemente, el que más cambios experimentará: se incluirán cambios en todo el proceso de formación de la ley – leyes generales, de acuerdo regional y de concurrencia presidencial necesaria- y se eliminan los vestigios dictatoriales respecto al controvertido quórum supra mayoritario de 2/3. Sobre su composición, se establece la obligatoriedad de que sean órganos paritarios y plurinacionales, donde los pueblos indígenas tendrán escaños reservados en forma proporcional a su población. Existirá, por tanto, un bicameralismo asimétrico compuesto por a) el Congreso de diputadas y diputados, y b) una Cámara de Regiones, en oposición al bicameralismo simétrico que existe actualmente y en donde ambas cámaras tienen duplicidad de funciones.

El texto del primer órgano establece que: “El Congreso de Diputadas y Diputados es un órgano deliberativo, paritario y plurinacional que representa al pueblo. Ejerce la potestad legislativa y las demás facultades encomendadas por la Constitución y las leyes.” Respecto a la cámara, se determinó que “La Cámara de las Regiones es un órgano deliberativo, paritario y plurinacional de representación regional encargado de concurrir a la formación de las leyes de acuerdo regional y de ejercer las demás facultades encomendadas por esta Constitución. Sus integrantes se denominarán representantes regionales.”.

Se ha enfatizado que la Cámara de las Regiones pone fin al Senado, espacio ícono de la desconexión entre los representantes y sus bases y de los obstáculos a la democracia, que dejó en lista de espera más de 5.000 pendientes, entre proyectos de ley y de reforma constitucional. Es importante relevar que la Cámara Regional – hasta ahora, pues mediante el proceso de indicaciones esto puede sufrir cambios sustanciales- no es un Senado con otro nombre, pues contará con atribuciones importantes en la gestión político-administrativa de las regiones y en la administración de órganos regionales, así como también incidirá en el presupuesto de la Nación, las reformas referidas a órganos regionales; concurre en los procesos de Reforma Constitucional en materias específicas y en directa relación al ámbito regional.

El Poder Ejecutivo

Se sostiene que este acuerdo supera el actual hiperpresidencialismo y se actualizan los pilares de nuestra democracia, con un presidencialismo atenuado o con menos facultades. Sin embargo, como se desecharon las propuestas de la vicepresidencia y del primer ministro (a) de gobierno – por ser ajenas a nuestra tradición y a fin de permitir la horizontalidad del diálogo entre los diferentes poderes del estado-, también hay voces de analistas que ya sugieren que el presidencialismo de 1.833 se mantiene con muy pocas adecuaciones.

Sistema electoral y organizaciones políticas

Otra parte importante del acuerdo es un nuevo Sistema Electoral, el que deberá funcionar bajo los principios de paridad e igualdad sustantiva, existiendo corrección de paridad en favor de las mujeres y donde las listas electorales deberán estar encabezadas siempre por una mujer. Esto último, es un avance significativo en materia de democracia paritaria.

En el ámbito de las “deudas sociales”, si bien se aprobó el voto universal, igualitario, libre, secreto y obligatorio para los mayores de 18 años; este será voluntario para personas de 16 y 17 años, lo que implica un estándar de participación diferenciado.

Por último, si bien se garantizó el pluralismo político en general, no hubo acuerdo en cuanto a la participación vinculante y directa en el poder de los sectores sociales organizados y listas de independientes.  Esto es un portazo a las demandas populares relativas a la participación política transversal e interseccional, ya que uno de los desafíos más importantes de este proceso constituyente es dar respuesta al rediseño del poder y por ende, a nuevas formas de participación en los procesos políticos para el mundo organizacional y popular, dado la irreversible crisis de representatividad y legitimidad del sistema de partidos políticos.

Desde el mundo independiente y de los movimientos sociales de pertinencia territorial  seguiremos presionando a quienes en campaña prometieron participación real del mundo político-social, e insistiremos por un acuerdo que no replique el diseño binominal y abra la cancha a la competencia de todos y todas.

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