Una columna de Manuel Villaseca, publicada en El Líbero, reactivó el debate sobre el futuro de la gratuidad en la educación superior. En el texto, el economista plantea reemplazar el actual sistema por una combinación de becas arancelarias y un crédito contingente al ingreso, propuesta que encendió alertas por sus eventuales implicancias programáticas.
La columna titulada “A 10 años de su inicio: reemplazar la gratuidad” expone la postura de Manuel Villaseca, quien sostiene que la gratuidad —vigente desde 2016 y luego integrada a la Ley de Educación Superior— cubre actualmente cerca del 50% de la matrícula, que a su juicio implica altos costos para el Estado y genera restricciones financieras para las instituciones debido a los aranceles regulados, los déficits y los límites al crecimiento.
Villaseca también afirmó que el gasto fiscal asociado a la gratuidad ha aumentado significativamente en un escenario de estrechez presupuestaria, y criticó el proyecto FES del Gobierno por, según él, reproducir estos problemas.
En ese contexto, propone reemplazar la gratuidad por un sistema mixto de becas arancelarias y un crédito contingente al ingreso, argumentando que este modelo permitiría mantener el acceso para los estudiantes más vulnerables, dar mayor sostenibilidad a las instituciones y reducir el gasto fiscal.
En una columna para Crónica Digital, Álvaro Ramis planteó que José Kast no necesita pronunciarse explícitamente sobre la gratuidad, porque —según dice— son “otros, cuidadosamente coordinados”, quienes instalan esas definiciones en el debate público. En esa lógica, Ramis menciona la columna de Manuel Villaseca como una de las señales que, a su juicio, funcionan como antesala programática. Su planteamiento ha alimentado las preguntas sobre si las propuestas del director de estudios de Acción Educar podrían anticipar líneas que eventualmente estarían siendo consideradas en sectores cercanos al candidato
La publicación abrió dudas sobre si esta visión podría anticipar un eventual giro programático en un eventual futuro gobierno de Kast. El Ciudadano consultó al comando del candidato para conocer si las ideas expuestas por Villaseca están siendo evaluadas como parte de su propuesta educacional, pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.
Tras la publicación, las interrogantes quedan abiertas: ¿es esta una opinión técnica aislada o un anticipo del programa de un eventual gobierno de Kast? La ausencia de respuesta oficial impide despejar ese punto. Lo cierto es que el debate sobre la gratuidad vuelve a instalarse justo cuando la discusión electoral entra en una fase decisiva.

