Astrónomos observan un «bosque» de moléculas orgánicas en otra galaxia

El equipo utilizó el observatorio ALMA para acercarse a las nubes moleculares a unos 30 años luz de diámetro. En una nube en particular, se detectaron 19 moléculas orgánicas diferentes, una riqueza que no se había visto antes fuera de la Vía Láctea.

Un grupo de astrónomos ha descubierto un tesoro oculto de moléculas orgánicas en el corazón de la Galaxia NGC 253 (o Galaxia del Escultor), que se encuentra a 11 millones de años luz de nosotros. El equipo descubrió ocho enormes nubes de polvo en la galaxia y pudo tomar observaciones increíblemente detalladas de estos objetos.

Como se informó en la revista Astrophysical Journal, el equipo utilizó el observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) para acercarse a las nubes moleculares a unos 30 años luz de diámetro. En una nube en particular, se detectaron 19 moléculas orgánicas diferentes, una riqueza que no se había visto antes fuera de la Vía Láctea.

«Los datos están llenos de señales de varias moléculas», dijo en un comunicado el autor principal del estudio, Ryo Ando, ​​de la Universidad de Tokio en Japón. «Es como un bosque de moléculas», agregó.

Esta es la primera vez que se han detectado «bosques moleculares» en otra galaxia. El término «bosque» proviene de la apariencia que tiene el espectro de luz cuando se ven muchos productos químicos uno al lado del otro. Estos bosques se forman en los grandes depósitos de gas y polvo que rodean a las estrellas recién nacidas. Este entorno parece ser particularmente adecuado para reacciones químicas que permiten la formación de muchas especies moleculares.

El equipo observó formaldehído, cianuro de hidrógeno, metanol, ácido acético y muchas otras moléculas orgánicas en las ocho nubes. La cantidad de señales químicas observadas varió entre las nubes, lo que sugiere que, aunque se encuentren cerca unas de otras, podrían haber evolucionado de diferentes maneras.

«Con su resolución y sensibilidad sin precedentes, ALMA nos mostró la estructura detallada de las nubes», agregó Ando. «Para mi sorpresa, las nubes de gas tienen una fuerte individualidad química, a pesar de su similitud en tamaño y masa», explicó.

Llama la atención la gran diferencia que hay entre entre la nube con las 19 especies y otra a solo una docena de años luz de distancia. La última nube tiene una composición química muy pobre. El ensamblaje y la evolución de estas nubes podría ser muy importante para comprender la evolución de las galaxias como un todo.

La NGC 253 es una galaxia espiral extremadamente activa. Se la llama starburst (o galaxia con brote estelar) porque en ella las estrellas se están formando con gran intensidad. Puesto que está relativamente cerca, los investigadores esperan que su estudio pueda ayudar a descifrar qué está pasando en las muchas galaxias estelares que se han observado en el universo.

Por IFLScience

El Ciudadano

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