Canadá aprueba la prescripción de heroína a los adictos en servicios médicos

La medida paliativa es parte de una nueva legislación, coherente con un nuevo enfoque ante la salud de los adictos y los problemas sociales relacionados con el mercado de la droga.

heroína

En Canadá, una nueva regulación aprobada por el gobierno permitirá a los adictos recibir prescripciones de heroína de forma segura y de parte de los servicios médicos. La diacetilmorfina, como es su nombre farmacéutico, estará disponible sólo para quienes no han logrado tener éxito en sus intentos de dejar la adicción, como los tratamientos de rehabilitación o de sustitución con opioides. El programa está diseñado para disminuir los daños ocasionados por el uso de la droga por la vía ilegal.

La medida es una clara indicación de las intenciones que tiene el gobierno de Canadá por comenzar a tratar las adicciones a las drogas, no como un asunto de crimen, sino de salud. De esta manera, como método opuesto al castigo, Canadá muestra un compromiso en ayudar a quienes sufren de dependencia a la heroína. Al permitir que los adictos obtengan sus dosis en los centros de salud en vez de conseguirla a través de traficantes, se espera ayudar a reducir la cantidad de muertes por sobredosis accidental. Con frecuencia, la droga está cortada con una serie de sustancias impuras, por lo que los consumidores muchas veces no saben realmente lo que se están inyectando o cuán fuerte es la heroína que usan.

Otra finalidad de la nueva ley es restar dinero y poder a las redes del mercado de las drogas, que normalmente están relacionadas con diversas formas de crimen. También los usuarios muchas veces terminan delinquiendo con el fin de poder pagar por la droga. Además, la supervisión en el uso de jeringas limpias debería ayudar a prevenir el contagio de enfermedades como el VIH y la hepatitis C.

crosstown

Aunque esta es la primera vez que un país permitirá la prescripción de heroína, el modelo tiene ya un precedente, como también evidencia que prueba su efectividad. En Vancouver, la clínica Crosstown recibió autorizaciones de una corte especial para proveer de dosis de heroína a un pequeño grupo de adictos el año 2005. Desde entonces, la clínica ha ayudado a mejorar las vidas de sus 52 pacientes y, en la actualidad, todos ellos están más sanos que cuando usaban drogas de la calle y menos envueltos en actividad criminal relacionada con el consumo.

Actualmente sólo unos pocos países europeos tienen legislaciones similares, con los ejemplos de Portugal y Suiza, que permiten a los adictos tomar sus drogas en salas de inyección supervisadas.

Estos modelos son precursores en implementar un nuevo paradigma para manejar el macro y transversal problema del tráfico, el consumo y los graves problemas sociales relacionados con el mercado de la droga. Se trata de un enfoque diametralmente opuesto a la ética de la guerra contra las drogas y la criminalización de los adictos, que ha demostrado ser inefectiva.

 

Fuente, IFLS

El Ciudadano

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