Científicos descubren por qué la respiración profunda ayuda a calmar la mente

En un estudio, investigadores lograron dar con los aspectos físicos y cerebrales que ayudan a entender --en términos científicos convencionales-- por qué la respiración resulta de gran ayuda en la búsqueda de un estado mental de relajación.

Inspirar y exhalar profunda y lentamente. Desde el yoga y pasando por cientos de técnicas de relajación y alivio del estrés, la respiración profunda ha sido, por largos siglos, uno de los principales métodos para aquietar el cuerpo y calmar la mente.

Sin importar si la ciencia lo confirmaba, el hecho es que siempre ha funcionado. Pero la científicos también han echado mano a este fenómeno, con un estudio reciente que ha logrado entender cómo y por qué respirar profundo ayuda tanto a la relajación.

En el cerebro existe una pequeña área de neuronas que vigila cómo respiramos y envía esta información a otra parte del cerebro; responsable del estado mental. En un experimento con ratones, investigadores de la Universidad Stanford (EEUU) encontraron que si estas neuronas morían, los animales alcanzaban un gran estado de relajación y reducían su sentido de alerta.

En los años 90 ya se había descubierto una región del cerebro –de alrededor de 3.000 neuronas– que parecía relacionar a la respiración con el estado mental, informa IFLScience. A esta zona se la llamó «marcapasos de la respiración» (breathing pacemaker), pero no se comprendía bien su funcionamiento.

Para intentar zanjar el asunto, el equipo de Stanford decidió ver qué genes parecían estar más activos en esta región. Para el estudio, se dirigieron a 174 neuronas en el marcapasos de la respiración de unos ratones y las desactivaron para ver cómo se comportaban.

Al principio no pasó nada y los investigadores pensaron que el experimento había fallado. Pero más tarde empezaron a notar que «había un cambio en estos animales». El coautor del estudio, Mark Krasnow, dijo a NPR que se habían relajado ‘como una seda'».

Los ratones modificaron su comportamiento habitual, y en vez de andar por ahí merodeando y olisqueando su jaula, se mostraban calmados y se acicalaban. Su respiración también se había vuelto lenta y controlada.

Los investigadores comenzaron a observar similitudes entre el comportamiento de los ratones y la gente que ha perdido funciones en el área cerebral encargada de inducir alerta y pánico. Esto les hizo preguntarse si las 175 neuronas actuaban como un nexo entre el ‘marcapasos de la respiración’ y la parte encargada del estado mental.

Los autores piensan que sin estas neuronas, el centro de la alerta y el pánico no recibe la información desde el marcapasos de la respiración, por lo tanto el cerebro deja de estar alerta. Esto significa que, en los ratones, la respiración había bajado su ritmo porque su marcapasos no estaba recibiendo señales de pánico. Los científicos del estudio llamaron a estas 175 neuronas, las «neuronas pranayama», en honor a la práctica de regulación de la propia respiración, practicada en el yoga. El estudio fue publicado en a revista científica Science.

Aunque harán falta más estudios, se puede deducir que la relación física entre la respiración y el estado mental es fundamental en el manejo de la emoción, el estrés y la ansiedad. Mientras el yoga se ha apoyado en estas nociones durante milenios, ahora los investigadores quieren comprobar si lo que es cierto para los ratones, también lo es para los humanos.

El Ciudadano

 

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