Científicos observan señales de recuperación del agujero de ozono en la Antártida

Investigadores del MIT registraron que en 2015 el agujero de la capa de ozono había disminuido significativamente en comparación con las trágicas mediciones del año 2000.

agujero ozono mejor

Simulación del agujero de ozono a partir de los datos recogidos en 2015. Imagen: NASA’s Goddard Space Flight Center (editada por MIT News)

Un equipo internacional de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha identificado las primeras señales de recuperación en la capa de ozono en la Antártida.

Los científicos observaron que, en comparación con las medidas del 2000, hacia septiembre de 2015 el agujero en la capa de ozono había disminuido su tamaño, reduciéndose en 4,5 millones de kilómetros cuadrados, según informa el sitio del MIT. Esta extensión es equivalente a dos veces el tamaño de Groenlandia.

El estudio fue publicado en la revista Science y conducido por la doctora en química atmosférica, Susan Solomon.

Entre 2000 y 2015, los investigadores analizaron la cantidad de ozono en la estratosfera con mediciones de tecnología satelital y globos sonda. Además, los análisis de los niveles de dióxido de azufre liberado por los volcanes, por primera vez mostraron que en ocasiones la recuperación de la capa de ozono se desaceleró por efecto de la actividad volcánica.

Sin embargo, «el agujero de ozono parece estar de camino a la recuperación», señala Diane Ivy, investigadora del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Planetarias del MIT.

El equipo científicos explica que este giro positivo en las condiciones del agujero de ozono se relaciona con el Protocolo de Montreal de 1987, en que todos los países del mundo se comprometieron  a prohibir el uso de clorofluorocarbonos (CFC), que solían usarse masivamente en aerosoles y sistemas de refrigeración.

«La ciencia fue útil en mostrar el camino, mientras los diplomáticos, los países y sus industrias fueron increíblemente capaces en trazar un camino para eliminare estas moléculas y ahora podemos empezar a ver el resultado de nuestro planeta empezando a mejorar. Es algo maravilloso», dice Susan Solomon.

 

El Ciudadano

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