Científicos planean un viaje de mil años a otro planeta

Se trata de un intento por proteger a la humanidad en caso de que la Tierra se vuelva inhabitable.

La vida en el planeta Tierra no promete para los humanos, y las razones sobran. Sea por la hostilidad, por el cambio climático o por inhabitabilidad a falta de recursos, mirar hacia otras esferas es un objetivo que el hombre se ha trazado desde siempre. En tal sentido, los científicos están planeando un viaje de mil años a otro planeta.

Sí, se trata de un intento por proteger a la humanidad en caso de que la Tierra se vuelva inhabitable, esto a partir de un plan audaz para colonizar un exoplaneta distante.

Si bien las dudas y objeciones deben apartarse, este viaje es tiene una posibilidad remota en todos los sentidos, pero es tan predecible como inminente.

Los científicos de la Iniciativa para Estudios Interestelares explican que el plan es enviar una tripulación a un exoplaneta potencialmente habitable en otro sistema solar, tal vez Proxima Centauri B, cuyo viaje podría tomar siglos o milenios.

Esa osadía del entorno científico significa que generaciones enteras nacerían y morirían durante el viaje, pero según ellos es técnicamente posible, pues los recursos están a la disposición, solo que falta trazar bien el plan y buscar los voluntarios.

Los científicos de la iniciativa para estudios interestelares explican que el plan de enviar una tripulación a un exoplaneta potencialmente habitable en otro sistema solar, tal vez Proxima Centauri B, podría tomar siglos o milenios.

Un reto para la humanidad

Esta misión interestelar implica el mayor reto para la humanidad, pues en un desafío de este tipo son innumerables los contras. Sin embargo, los comentarios de los científicos parecen ser un poco optimistas.

«No hay un obstáculo principal desde una perspectiva física. Hay muchos desafíos, pero no se viola ningún principio fundamental de la física», dijo el director ejecutivo Andreas Hein.

Para los científicos, una de las dificultades innegables en este desafío es encontrar la manera de mantener la vida humana en un viaje tan largo por el espacio.

Según la investigación actual de la Iniciativa para Estudios Interestelares, incluso un viaje a Marte no es aconsejable, porque aún no se ha descubierto una forma efectiva de proteger a los astronautas de la radiación cósmica mortal, y los problemas médicos causados ​​por pasar tiempo en el espacio aún no se conocen bien.

Un exoplaneta sería realmente hospitalario una vez que la gente llegue allí, sin hablar de si alguna de esas generaciones nacidas en el espacio cambiará de opinión sobre la misión que se les asignó al nacer.

Algunos científicos tienen un candidato de reubicación favorito: Proxima b, un planeta que orbita una estrella llamada Proxima Centauri, a unos 4.24 años luz de distancia de nuestro sol.

Marte o Proxima B

Considerando las amenazas del cambio climático y la cadena de eventos fortuitos que pueden desencadenarse a raíz de este fenómeno, la planificación de posibles rutas de escape de la Tierra es, como mínimo, apremiante, necesaria y plausible.

En tal sentido, el destino más obvio es nuestro vecino más cercano, Marte, donde ya se ha enviado múltiples sondas, y la NASA está planeando otro alunizaje en 2024, con el plan final de usarlo como punto de referencia en una misión al planeta Rojo.

Space X, de Elon Musk, afirma que apunta a un viaje tripulado a Marte en el mismo año. Pero Marte es un planeta desértico, frío y árido, sin atmósfera, salvo por una fina capa de CO2. Claro, podríamos sobrevivir allí, con trajes protectores y estructuras herméticamente selladas, pero no es un gran lugar para vivir realmente, según la opinión de algunos detractores de esta idea.

Algunos científicos tienen otro candidato de reubicación favorito: Proxima b, un planeta que orbita una estrella llamada Proxima Centauri, a unos 4.24 años luz de distancia de nuestro sol.

Ubicado en el sistema solar Alpha Centauri de tres estrellas, Proxima b tiene una masa 1.3 veces mayor que la de la Tierra y un rango de temperatura que permite el agua líquida en la superficie, lo que aumenta la posibilidad de que pueda soportar la vida.

El mayor desafío es llegar allí, pues Proxima b está casi inimaginablemente lejos. Sin embargo, hay un programa en marcha, Breakthrough Starshot, para enviar una sonda a Alpha Centauri con un tiempo de viaje de solo 20 años, pero toda la nave pesará solo unos pocos gramos, impulsada por un láser de 100 mil millones de vatios disparado desde Tierra en lugar de transportar su propio combustible o pasajeros humanos.

Incluso, según estimaciones generosas, viajar un año luz en un barco lo suficientemente grande como para transportar humanos tomará siglos; alcanzar un planeta en el rango de Proxima b llevaría mil años o más.

“Sabemos que las personas pueden vivir en áreas aisladas, como islas, por cientos o miles de años. Sabemos que, en principio, las personas pueden vivir en un ecosistema artificial, como Biosphere2. Se trata de ampliar las cosas”, sostiene Andreas Hein.

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