Descubren en Italia una piedra con inscripciones etruscas del siglo VI a.C.

"Una inscripción como esta nos proporcionará evidencias importantes sobre el lenguaje etrusco y, de hecho, ya nos ha ofrecido nuevas palabras", señaló Gregory Warden, uno de los arqueólogos a cargo del estudio.

Piedra con estela etrusca encontrada en Poggio Colla, Italia


En la pared de un santuario en Poggio Colla, en el norte de Italia, arqueólogos hallaron marcas que pueden ser claves para comprender más detalles sobre la antigua civilización etrusca. La inscripción de la piedra fue descubierta en abril y el anuncio oficial se hizo recientemente en un congreso de Florencia.

Según los expertos, la importancia de las inscripciones de esta piedra de 220 kilos, es que tienen un carácter votivo y no funerario; esto la hace diferente de otras inscripciones encontradas anteriormente. Ésta es la tercera estela etrusca más extensa descubierta hasta la fecha y data del siglo VI a.C.

«Una inscripción como esta nos proporcionará evidencias importantes sobre el lenguaje etrusco y, de hecho, ya nos ha ofrecido nuevas palabras. Podemos tardar años en descifrarla completa, pero ya nos está dando nuevos datos», señaló a El País, Gregory Warden, de la La Universidad Metodista del Sur en Dallas, EEUU, y uno de los directores de la excavación.

El investigador Gregory Warden junto a la estela etrusca

El investigador Gregory Warden junto a la estela etrusca


Un equipo de arqueólogos está estudiando la piedra para descifrar el origen y significado de sus inscripciones. Warden cuenta que la inscripción menciona al dios Tinia y a la diosa Uni, y explica que probablemente pertenecía a un santuario dedicado a una deidad femenina conectada con la fertilidad, informa RT.

Identificar nombres de dioses o diosas en los santuarios etruscos no suele ser algo común, señalan los arqueólogos. «Es la primera vez que un objeto de tal magnitud está tan documentado», señala Warden.

Jean Macintosh Turfa, conservadora en el Museo de Arqueología de la Universidad de Pennsylvania, quien no participa en el estudio, señaló a El País: «Estamos seguros de que esta pieza nos va a proporcionar muchos datos. Sin embargo, es muy blanda y delicada, con lo que los investigadores tienen que tomar muchas precauciones para limpiarla».

El Ciudadano

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