Detectan molécula orgánica en un sistema estelar en formación, usando el observatorio ALMA

El trabajo fue realizado por dos equipos europeos independientemente, y la tecnología del ALMA les permitió observar la molécula prebiótica compleja, en diferentes longitudes de onda y definidas a lo largo de todo el espectro de ondas de radio. El hallazgo permite comprender más en detalle el origen de nuestro sistema solar, hace más de 4.500 millones de años.

Por Sofia Olea

08/06/2017

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Sistema estelar múltiple IRAS 16293-2422. Imagen vía Tecnoxplora

Utilizado la tecnología del observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), en Chile, astrónomos europeos han detectado una molécula orgánica, llamada isocianato de metilo (CH3NCO)­, en el sistema estelar múltiple IRAS 16293-2422.

El sistema se ubica a aproximadamente 400 años luz de distancia, en una región de formación estelar llamada Ro Ofiuco, en la constelación de Ofiuco .

El trabajo fue realizado por dos equipos independientemente; uno de ellos se compone de investigadores del Centro de Astrobiología en Madrid, España, y del INAF-Observatorio Astrofísico de Arcetri, en Florencia, Italia; el otro, por investigadores del Observatorio de Leiden, en Países Bajos, y del University College London, en Reino Unido. Ambos trabajos se publicaron en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

El poder del ALMA permitió a ambos equipos observar la molécula prebiótica compleja en diferentes longitudes de onda, definidas a lo largo de todo el espectro de ondas de radio, informa Sinc. Las distintivas huellas químicas se hallaron en las regiones interiores, densas y cálidas, de la nube de polvo y gas que rodea a las estrellas en formación.

Cada equipo identificó el isocianato de metilo y lo analizó con modelos computacionales y experimentos de laboratorio, para dilucidar el origen de la molécula. Los resultados mostraron que el gas que contiene a esta molécula orgánica, rodea a cada una de las protoestrellas del sistema IRAS 16293-2422.

El isocianato de metilo, un ingrediente químico básico para la vida, fue observado con ALMA en estrellas jóvenes con características como las del Sol. Imagen: ESO/Digitized Sky Survey 2/L. Calçada; vía Sinc

Es la primera vez que se observa esta molécula prebiótica en el gas caliente que rodea a una estrella en formación con un tamaño similar al de nuestro Sol. Los planetas de nuestro sistema solar nacieron a partir de los escombros que quedaron tras la formación del Sol, por lo que el estudio de protoestrellas de tipo solar permite comprender en detalle el origen de nuestro sistema solar, hace más de 4.500 millones de años.

«Estamos especialmente emocionados con el resultado, porque estas protoestrellas son muy similares al Sol al principio de su vida, con las condiciones adecuadas para que se formen planetas del tamaño de la Tierra. Ahora, con el descubrimiento de moléculas prebióticas en este estudio, contamos con otra pieza del rompecabezas que nos ayudará a comprender cómo surgió la vida en nuestro planeta», explican Rafael Martín-Doménech y y Víctor Rivilla, del del Centro de Astrobiología y el INAF-Observatorio Astrofísico de Arcetri, respectivamente.

Niels Ligterink, del Observatorio de Leiden, dice que «además de detectar moléculas, también queremos entender cómo se forman».

«Nuestros experimentos de laboratorio muestran que, en efecto, el isocianato de metilo puede formarse sobre partículas heladas bajo condiciones muy frías, similares a las del espacio interestelar. Esto implica que es muy probable que esta molécula (y, por tanto, la base para los enlaces peptídicos) esté presente cerca de la mayor parte de las estrellas jóvenes de tipo solar», explica el científico, citado en Sinc.

Se cree que la familia de moléculas orgánicas de los isocianatos juega un papel esencial en la formación de los enlaces peptídicos, que permiten la creación de las proteínas que están en todos los organismos vivos.

El Ciudadano

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