El contacto visual con tu bebé provoca la sincronización de las ondas cerebrales de ambos

Como un efecto similar ocurre en los adultos, los investigadores quisieron saber si este tipo de conexión también era posible desde una edad temprana. Este fue el experimento y sus resultados.

Algunas investigaciones que estudian las ondas cerebrales de las madres y sus bebés han llegado a una dulce conclusión: hacer contacto visual sincroniza las ondas cerebrales entre ambos, lo que ayudaría a impulsar la comunicación, el aprendizaje y la empatía.

El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, señala el antecedente de que un efecto similar ocurre en los adultos. Interesados en saber si este tipo de conexión también era posible desde una edad temprana, el equipo de la Universidad de Cambridge reclutó a 36 bebés de ambos sexos y los conectó a un electroencefalograma (EEG) para medir la actividad eléctrica en el cerebro.

El EEG detecta los cambios de voltaje que ocurren entre las neuronas. Una onda cerebral puede parecer un coloquialismo, pero en rigor se refiere al comportamiento colectivo de millones de neuronas, que da un indicador general de la actividad de partes específicas del cerebro o del cerebro en general.

El equipo esperaba ver patrones eléctricos coincidentes en los cerebros de los bebés y las «madres», que en realidad eran mujeres imparciales que no tenían relación con los bebés.

En el primer experimento, el bebé estaba frente a un video en que aparecía la madre sustituta cantando canciones de cuna, un estímulo conocido por producir una respuesta emocional sólida en los niños. La mujer virtual que cantaba primero miró directamente a los niños, luego se alejó, luego a un lado manteniendo la mirada fija en los infantes.

Este primer experimento reveló que las ondas cerebrales del adulto y los bebés estaban más sincronizadas durante la tercera posición, la mirada de costado. Esto puede deberse a que parece ser más deliberada la intención de mirar al bebé de frente, enviando una señal clara de querer interactuar con él.

En un segundo experimento, una persona real reemplazó al video. Mientras las mujeres cantaban, solo miraban directamente a los niños o miraban hacia otro lado. Esta vez, las ondas cerebrales de los bebés se sincronizaron cada vez que se realizaba un contacto visual directo.

Aunque los bebés siempre mostraban cierto grado de emparejamiento de ondas cerebrales durante todo el experimento, también hacían más vocalizaciones cada vez que se realizaba un contacto visual directo. Los bebés que hacían más alboroto mostraban incluso mayores grados de sincronicidad de ondas cerebrales que aquellos que eran un poco menos sociables.

Esto muestra que las ondas cerebrales de los bebés no solo se sincronizan cada vez que ven algo familiar, sino que este comportamiento también está directamente relacionado con el impulso de comunicarse.

A pesar de lo elocuente que puede ser el resultado, todavía no está del todo claro por qué ocurre esta sincronización ni qué la desencadena a nivel neurológico. El EEG no fue tan preciso como los investigadores querían, lo que significa que no pudieron determinar con exactitud en qué parte del cerebro se estaban emitiendo las señales eléctricas.

Tampoco se sabe si la misma reacción funciona con hombres/padres adultos y bebés pequeños.

El equipo también quiso hacer notar que estas ondas cerebrales en sincronicidad no son lo mismo que la telepatía. «Ciertamente no afirmamos haber descubierto la telepatía», dijo en un comunicado el Dr. Sam Wass, coautor del estudio y psicólogo experimental de Cambridge.

El estudio concluye que esta sincronicidad madre-hijo puede ser una manifestación de cómo «los niños construyen sus propias redes sociales tempranas».

A menos que pases todo tu tiempo como madre o padre desviando la mirada de tus hijos, ya estás haciendo algo importante con el hecho de estar cerca.

Por IFLScience

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