El ejercicio intenso retarda el envejecimiento en casi una década

La clave está en los telómeros de las células, que son terminaciones proteicas en cada extremo de nuestros cromosomas. Cada vez que una célula se replica, estos extremos acortan, y este encogimiento es lo que nos hace más viejos. Un estudio mostró que los adultos que practican ejercicio intenso tienen los telómeros más largos y jóvenes.

Sesiones de cardio varias veces a la semana se considera una forma de ejercicio intenso. Imagen: New York Times

No existen fórmulas definitivas para alargar la vida o asegurar que esta sea plena y sana hasta el final, pero sí hay hábitos que ayudan a tener una mejor condición física y mental, y pueden contribuir con algo levemente parecido a la utopía de la «juventud eterna».

Un nuevo estudio, publicado en la revista Preventative Medicine por un equipo de la Universidad Brigham Young, ha descubierto un método muy concreto de frenar el envejecimiento, pero este no está exento de trabajo.

La edad se puede definir de acuerdo a cuántas veces cada uno de nosotros ha orbitado alrededor del Sol, pero nuestras células no son siempre iguales, ni a diferentes edades, ni entre unas personas y otras. Tener un estilo de vida poco saludable, por ejemplo, hace que nuestras células envejezcan más rápido que si nos ocupamos en cuidar y trata bien a nuestro cuerpo. El ejercicio, la buena alimentación y los hábitos sanos ayudan a mejorar la calidad de vida. Para muchos, esto arruina la diversión, pero lo que es cierto, es cierto.

Este nuevo apunta en esa dirección, concluyendo que, entre todas las cosas, el ejercicio es lo que más ayuda a retardar el envejecimiento de nuestras células. Los adultos que practican ejercicio de alta intensidad, como 30 a 40 minutos de trote varias veces a la semana, por ejemplo, mantienen a sus células nueve años más joven de lo que dice su edad cronológica, de acuerdo al estudio.

La clave está en los telómeros de las células, las terminaciones proteicas que hay en cada extremo de nuestros cromosomas. Cada vez que una célula se replica, estos extremos acortan, y es este encogimiento lo que nos hace más viejos, informa IFLScience.

En este estudio se analizaron los datos de 5.823 adultos que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, donde se registraron las longitudes de los telómeros de los participantes — además de una serie de otras cosas.

El equipo encontró que las personas con los telómeros más cortos –y por lo tanto mayores signos de envejecimiento celular– provenían de quienes tenían un estilo de vida sedentario. Pero aquellos con actividad intensa tenían los telómeros más largos y más jóvenes.

De acuerdo a lo que mostró la investigación, es solo la actividad física intensa lo que hace una verdadera diferencia en este sentido. Si usted piensa que puede envejecer nueve años más lento por ir un día caminando a hacer las compras o por un breve paseo en bicicleta, lamentablemente así no funciona, porque los autores no encontraron diferencias significativas entre aquellos que practicaban ejercicio de baja o moderada intensidad y las personas muy sedentarias.

Aunque el mecanismo de la preservación de telómeros en la juventud no se conoce en detalle, es probable que el efecto del ejercicio intenso se deba a que este suprime la inflamación y los desequilibrios químicos, que pueden dañar los extremos de los cromosomas.

Así es que ya no hay excusas para levantarse del sillón. Para mantenerse sanos por más tiempo, ni la sangre ni las lágrimas harán tanto como el sudor.

El Ciudadano

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