¿Cuándo morirá la Tierra? Los meteoritos tienen la respuesta

Científicos británicos desarrollan un método para descubrir el origen de los asteroides y el momento exacto del enfriamiento de su núcleo. Con esta información se puede averiguar cuando sucederá eso con la Tierra.

Asteroide Investigación

Un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge ha reproducido, por primera vez, los primeros y últimos instantes del campo magnético de un asteroide a partir del análisis de un meteorito.

Los meteoritos son cuerpos espaciales de pequeño tamaño que llegan hasta la superficie terrestre o se desintegran al entrar en contacto con la atmósfera. La mayoría de estos meteoritos son fragmentos de asteroides que se formaron en los primeros años del longevo Sistema Solar, hace unos 4.500 millones de años. Tras su formación, algunos asteroides se calentaron hasta el punto de fundir su núcleo creando una masa compuesta por metal líquido que creó su propio campo magnético, al que rodeaba una sólida capa rocosa. Con el paso de los años -millones de ellos- algunos asteroides acaban por enfriarse completamente guardando en su interior información sobre el campo magnético que tenían en el momento de su creación, así como en el momento justo en el que el núcleo se enfrió por completo y, por consiguiente, murió.

Richard Harrison, doctor a cargo de la investigación, decidió estudiar y analizar a fondo los núcleos de los meteoritos para tratar de recuperar información útil a la par que compleja sobre la creación y la muerte de los asteroides. En la comunidad científica se conoce este enfoque como el método Harrison y ha tenido, por lo general, muy buena aceptación.

El equipo de investigaciones insertó muestras del núcleo de meteoritos en el acelerador de partículas anular llamado BESSY II y encontraron grandes regiones magnéticas -que ya esperaban encontrar- y otras regiones extrañas y no conocidas a las que llamaron «zonas nebulares». Dentro de estas zonas hallaron miles de pequeñas partículas de tetraenita que conservaban su señal magnética sin alterarla, lo que resultó idóneo para continuar con el estudio. Según Harrison, «esos pequeños imanes espaciales» reflejaban las propiedades del campo magnético del núcleo del asteroide progenitor del que el meteorito se había desprendido.

El equipo de científicos hizo uso también de un enorme microscopio de rayos X, conocido como sincotrón, para fotografiar la magnetización del metal contenido en los meteorito. Los investigadores lograron capturar el momento justo en el que se congeló el núcleo del asteroide del que se desprendió el meteorito estudiado. Al congelarse el asteroide por completo, el campo magnético murió, pero quedó reflejado en la matriz de la roca, pudiendo ser leído ahora gracias al método desarrollado por Harrison.

Así, gracias a estos dos procesos, los científicos lograron reconstruir la historia de la actividad magnética de la matriz del meteorito, y delimitar el momento exacto en el que el núcleo terminó de solidificarse, puediendo usar estos resultados para determinar cuándo sucederá eso en nuestro planeta.

«Es curioso que estudiamos otros organismos para aprender más sobre la Tierra. Dado que los asteroides son mucho más pequeños que la Tierra, enfriándose mucho más rápidamente, estos procesos se producen en escalas de tiempo más cortos, lo que nos permite estudiar todo el proceso de solidificación del núcleo«, señala James Bryson, estudiante que ayudó a Harrison con la investigación.

Usando la técnica de Harrison, el equipo de investigación logró leer la memoria magnética contenida en los meteoritos que se formaron junto con el Sistema Solar hace más de 4.500 millones de años. La lectura de la evolución sufrida por los metoritos y sus predecesores asteroides puede ofrecer un adelanto del destino del núcleo magnético de la Tierra, que continúa con su proceso de congelación.

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