El pequeño cráneo de un primate extinto hace millones de años ayuda a comprender la evolución de monos y humanos

Es un cráneo infantil de un mono extinto llamado Nyanzapithecus alesi, que ayudará a entender cómo evolucionó el ancestro común de todos los primates antropoides hace más de 10 millones de años.

Entre los primates, los humanos estamos más emparentados con los chimpancés, los gorilas, los orangutanes y los gibones. Nuestro antepasado común con los chimpancés se ubicó en África hace unos 6 ó 7 millones de años. Los fósiles hallados durante años por los científicos nos han permitido saber cómo ha evolucionado el ser humano desde entonces.

Como informa Sinc, es poco lo que se sabe de cómo evolucionó el ancestro común de todos los primates antropoides hace más de 10 millones de años, porque los fósiles de este período son solo algunos trozos de dientes y mandíbulas; evidencia escasa para tener una idea más clara de su origen y forma de vida.

Ahora, un equipo internacional liderado por Isaiah Nengo, científico de la Universidad Stony Brook en Estados Unidos, ha investigado y logrado dilucidar mejor este misterio. El trabajo está publicado en la revista Nature y describe un fósil descubierto hace poco por el cazador keniano John Ekusi, y al que los científicos llamaron Alesi.

Ekusi halló los restos fósiles de este primate en 2014, en rocas de 13 millones de años de antigüedad en Napudet, al oeste del lago Turkana, norte de Kenia.

Es un cráneo infantil de un mono extinto, y para llegar a las partes fósiles más reveladoras, los científicos lo analizaron con un equipo extremadamente sensible de rayos X e imágenes 3D del sincrotón de Grenoble (Francia).

«Hemos sido capaces de observar la cavidad cerebral, los oídos internos y los dientes adultos que aún no habían salido», señala Paul Tafforeau, investigador del sincrotón.  «La calidad de nuestras imágenes es tan buena que podemos establecer por los dientes que el bebé tenía alrededor de un año y cuatro meses cuando murió», agrega.

Los dientes ocultos también indican que se trata de una especie nueva para nosotros, llamada Nyanzapithecus alesi.  «Es importante destacar que el cráneo tiene tubos óseos del oído completamente desarrollados, una característica importante que está relacionada con los monos actuales”, explica Ellen Miller, de la Universidad Wake Forest y coautora.

El cráneo de Alesi tiene el tamaño de un limón y la parte inferior de la cara es notablemente pequeña, parecida a una cría de gibón. «Esto nos daba una impresión inicial de que se trataba de un gibón extinto. Sin embargo, nuestros análisis demuestran que esta apariencia no es exclusiva de esta especie y que evolucionó varias veces entre monos extintos y actuales y sus parientes», dice Chris  Gilbert, investigador del Hunter College de Nueva York, citado en Sinc.

Lo que evidencia que no era como un gibón es el órgano del equilibrio de sus oídos internos. «Los gibones son conocidos por su rapidez y comportamiento acrobático en los árboles, pero los oídos internos de Alesi demuestran que tenía una forma mucho más cautelosa de moverse», comenta Fred Spoor, de la Universidad College de Londres y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania.

«El Nyanzapithecus alesi era parte de un grupo de primates que existieron en África hace más de 10 millones de años. Lo que el descubrimiento de Alesi muestra es que este grupo estaba cerca del origen de los monos actuales y los humanos, y que este origen era africano», concluye Isaiah Nengo.

El Ciudadano

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