El Sol y su influencia sobre los terremotos

Hoy observatorios espaciales como el proyecto «Stereo» de la Nasa –entre otros- permiten monitorear las oleadas electromagnéticas del Astro Rey, estudiarlo en su máximos y mínimos con antelación y así podría la humanidad desde ya abrir su trabajo mancomunado para la supervivencia de la especie, si es que sobreviniesen situaciones de catástrofe.

El Sol  tiene tormentas solares, menores y mayores, despedidas en distintas direcciones. El problema sería si una de estas de gran magnitud viniera en dirección a la Tierra. Se calcula que el tiempo de llegada hasta nuestro planeta va de las 24 horas a las 26 horas, son descargas de radiación electromagnética que cuando no son mayores, logra detener la magnetosfera.

La parte peligrosa es cuando el Sol se acerca a sus máximos solares y esto se ve cada 11 años aproximadamente, pero no debemos olvidar que el sol también viaja en el Universo junto a la Tierra y en su camino encuentra distintas fuerzas gravitacionales.

He tratado de encontrar respuesta a por qué si una tormenta solar entra por el polo Sur las consecuencias serías más devastadoras para nuestro hábitat, sin encontrarla, he pensado que sea por el agujero que se ha creado en la capa de Ozono, o bien porque el Escudo Galáctico lo han desarrollado más los países del hemisferio Norte.

TSUNAMIS SOLARES

Los últimos grandes terremotos que han afectado a la Tierra, han sido estudiados en relación a la actividad solar por la ciencia. Se han encontrado elementos que podrían servir para generar alertas tempranas en la población para evitar  catástrofes, pena y dolor, ante la incompetencia de las autoridades nacionales y la baja presencia de noticias que importan en la gran industria mediática de la farándula chilena.

Podríamos graficar que el planeta está siendo bombardeado diariamente desde el Sol. Olas viajan por el espacio despedidas por éste, tal un tsunami por los mares y si alguna llega a la playa Tierra, ella sufre las consecuencias.

La magnetosfera logra amortiguar, pero hay ocasiones en que las descargas llegan hasta las mismas fallas tectónicas, haciendo que la posibilidad de que una placa terrestre se desplace bajo otra provocando un sismo sea probablemente mayor.

Científicos del Observatorio Nacional Astronómico de China , han llegado a conclusiones de este tipo estudiando, entre otros, la corriente de Focault presentes en el golpe electromagnético, estas “ producirían un calentamiento en las fallas conllevando a una disminución de la resistencia de corte y el límite de fricción entre las rocas”  Su estudio (Possible triggering of solar activity to big earthquakes (Ms≥8) in faults with near west-east strike in China).

El Dr M. A. Veeder ya en 1893 hablaba de una relación entre la meteorología solar y la terrestre, así los demuestran noticias de él en una edición de la fecha en el New York Times, como también la Geographical Review, Vol. 3, No. 4 (Apr., 1917), pp. 303-316.  Quien dice que los cambios en la atmosfera solar están relacionados con cambios que ocurren en la tierra.  En su obra el científico relaciona las alteraciones magnéticas, las auroras, las tormentas y los ciclones con una fuerza no terrestre y si bien no todas sus conclusiones son aceptadas en la actualidad, no deja de ser brillante.

FALLAS EN LOS SISTEMAS ELÉCTRICOS

Las oleadas electromagnéticas han sido relacionadas habitualmente con la falla de sistemas eléctricos, la caída de las telecomunicaciones, satélites  y apagones digitales. Sin embargo teniendo estadísticas a la vista  de la actividad solar y los últimos grandes terremotos se han encontrado relaciones de considerable importancia. Esta información será ampliada en la próxima edición de El Ciudadano, las noticias que importan.

Por el momento observadores del cielo hacen un llamado a prestar atención a una eyección de masa coronal (CME) que salió del sol rumbo a la Tierra y que se espera provoque actividad geomagnética entre el 17 y 18 de marzo.

Junto a ello debemos prestar atención a que el Sol está completando su giro para nuestro polo en relación a la  ubicación que tenía para el 27 de febrero, día del terremoto. El llamado a la autoridad es a estar atento a las auoraras boreales de estos días y al movimiento de los magnetómetros.

Por Bruno Sommer

El Ciudadano