Estados Unidos: Se realizaron los primeros trasplantes de órganos a pacientes con VIH

Es un gran avance en materia de salud y legislación y abre nuevas posibilidades para aliviar un sufrimiento innecesario en personas con VIH positivo.

cirugía

En el 2013, se aprobó en Estados Unidos una ley relacionada con el transplante de órganos entre personas con VIH. Esta ley cambió 30 años de normativas que prohibían que los pacientes recibieran órganos de donantes con VIH. Finalmente, después de dos años, la nueva ley se ha podido poner en acción. Un hospital estadounidense, el Johns Hopkins Hospital, ya tiene luz verde para realizar transplantes entre dos individuos con diagnóstico positivo de VIH.

El Johns Hopkins hará historia por partida doble y será la primera institución del país norteamericano en hacer dos trasplantes: uno de riñón y otro de hígado, usando donantes positivos. Si las operaciones resultan exitosas, se espera que este tipo de procedimientos se vuelvan más comunes, pudiendo salvar más vidas.

Aunque la medicación para tratar el VIH ha permitido que el Sida ya no sea mortal, sino sólo crónico, dándoles a los pacientes esperanzas de vida casi normales, con esta nueva medida de salud se soluciona un gran problema que han tenido que enfrentar pacientes y profesionales de la salud. Por ejemplo, en la era de las terapias virales, dos de las mayores causas de muerte no relacionadas con el Sida, son las enfermedades hepáticas (del hígado) y las renales (de los riñones). Ambas son causadas por una serie de factores (infecciones y otras), y uno de ellos es la intoxicación por medicamentos.

El riñón y el hígado son trasplantables, pero debido a la anterior ley, promulgada en 1988, los pacientes con VIH positivo que necesitaban nuevos órganos, ni siquiera podrían recibir donaciones de otros pacientes positivos. Ahora esto cambió, y tan pronto como el receptor y el paciente sean debidamente identificados, la operación se podrá realizar.

donacion organos

Una de las preocupaciones que había cion respecto a este tipo de cirugías, era el consentimiento informado. Como ha sido un procedimiento experimental, es difícil informa a los pacientes de los posibles riesgos y resultados. Esto fue lo que algunos doctores enfrentaron en Sudáfrica hace unos años, cuando tuvieron que evaluar las mejores opciones para pacientes positivos con enfermedad renal crónica. En ausencia de otras alternativas, se dio curso a los trasplantes y los resultados fueron motivadores. La tasa de supervivencia fue comparable con la de casos sin VIH, con un 89% versus un 91% como promedio de un año.

Monitoreos acuciosos y regulares, junto con escaneos a las secuencias virales de los pacientes, posteriores a la operación, deberían ayudar a aliviar el riesgo de transmitir defensas diferentes o resistentes a los medicamentos.

Una vez que la escasez de órganos para las personas con VIH deje de ser un problema, no sólo para Estados Unidos, sino también para otros países, será reconfortante saber que no es necesario agregar más tensión y riesgos a una condición crónica que no debiera ser mortal.

Traducción, redacción, CCV.

Fuente, IFLScience.

 

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