Estudio advierte envejecimiento acelerado en mujeres que han tenido hijos

El estudio no es concluyente y se contrapone a otros con resultados diferentes, pero podría explicar cómo el estrés de la maternidad en la vida moderna influye en el envejecimiento.

Las madres saben que su ocupación va mucho más allá de los nueve meses de embarazo y el trabajo de parto e intuyen que esta labor demanda una energía que de alguna manera las envejece un poco más.

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Human Reproduction parece confirmar esta sensación de envejecimiento acelerado, al menos a nivel celular. Aparentemente, tener un hijo aumenta el equivalente a 11 años adicionales de envejecimiento biológico y los científicos aún no están seguros de cómo ocurre.

Todo se explicaría por una estructura compuesta llamada telómero. Los telómeros se ubican al final de los cromosomas para proteger el ADN de la degeneración. Cada vez que una célula se regenera, los telómeros se acortan un poco, indicando el envejecimiento de la célula. Telómeros más cortos se han relacionado con una serie de condiciones de salud, con una mayor mortalidad y con signos físicos de envejecimiento, como el crecimiento de las canas.

Para el estudio, los investigadores de la Universidad George Mason en Virginia, EEUU, examinaron la longitud de los telómeros en las muestras de sangre de casi 2.000 mujeres estadounidenses de entre 20 y 44 años e hicieron un descubrimiento sorprendente. Aquellas con hijos tenían, en promedio, telómeros un 4,2% más cortos que las que no habían sido madres. Esto siguió siendo cierto incluso cuando se compensaron las diferencias en edad, peso y antecedentes socioeconómicos.

«Es equivalente a alrededor de 11 años de envejecimiento celular acelerado», dijo a New Scientist Anna Pollack, autora principal del artículo.

Es un cambio más sustancial de lo que se ve en los estudios relacionados con el tabaquismo y la obesidad, agregó.

Pero antes de que les invada la preocupación o se nieguen a tener hijos por esta razón, es importante saber que ha habido estudios similares que sugieren todo lo contrario. Un estudio sobre mujeres mayas en 2017, mostró que las mujeres que tenían más hijos tenían telómeros más largos que las que tenían menos.

Por eso Pollack piensa que el envejecimiento que observó en su estudio podría tener algo que ver con los niveles de estrés asociados a la forma de crianza en el mundo moderno.

Por ahora se necesita más investigación para confirmar esta aceleración en el envejecimiento celular, así como determinar su alcance y sus causas. Mientras tanto, Pollack advierte que no hay que entrar en pánico y que los «hallazgos deben interpretarse con precaución».

El Ciudadano, vía IFLScience

 

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