Estudio muestra que los chimpancés prefieren cooperar en lugar de competir

Los resultados desafían los argumentos usuales de que la cooperación es una "gran anomalía" entre los animales --incluyendo a los humanos.

Por Sofia Olea

31/08/2016

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chimpancés experimento colaboración

Los chimpancés se alistan para recibir fruta y de a poco aprenden que no vale la pena perder el tiempo peleando. Foto: Frans de Waal, Centro Nacional Yerkes de Investigación de Primates


La mayoría de nuestros parientes primates cercanos son seres sociales, como nosotros, lo que los lleva a buscar formas de cooperación. Los chimpancés son un ejemplo de esto y así lo mostró un estudio, en que un grupo de ellos realizaron tareas grupales con comportamientos muy similares a la forma en que nos mezclamos los humanos. Esto sugiere que la colaboración tiene profundas raíces en la evolución.

Para probar la capacidad colaborativa de los chimpancés, un equipo liderado por el profesor Frans de Waal, del Centro Nacional Yerkes de Investigación de Primates, en Atlanta, EEUU, instó a 11 individuos de esta especie a cooperar para la obtención de una recompensa, en un ambiente natural. La idea era que un chimpancé removiera una barrera mientras otro sacaba un plato con fruta. Como un individuo no podía manejar estas dos tareas simultáneas sin ayuda, el desafío era que otro ayudara.

En este escenario algo inusual, a los chimpancés les tomó algún tiempo entender el mecanismo, pero finalmente se adecuaron a la dinámica. El comportamiento observado por los investigadores mostró una tendencia a colaborar y a compartir la recompensa. Aunque algunos se aprovechaban de la ayuda de otro y extraían la comida sin compartirla, cuando esto ocurrió, los chimpancés desarrollaron mecanismos de castigo, hasta que el número de colaboraciones superó a las veces en que los individuos hacían trampa.

Experimentos de laboratorio realizados en el pasado han generado más competencia que colaboración, pero los autores argumentan que esto reflejó el diseño de estos experimentos: «Encontramos que, en esas situaciones restringidas, no hubo oportunidades adecuadas para el refuerzo de estrategias». Sin medios para castigar a los tramposos, no es sorprendente que el aprovechamiento de otros dominara por sobre la acción colaborativa, apunta el medio IFLScience.

En el actual experimento, los chimpancés tuvieron varias oportunidades de tratar con aquellos que querían comer sin compartir o sin co-laborar. La forma en que manifestaban su descontento iba desde vocalizar, a una combinación de gritos y lloriqueos, hasta los golpes o mordiscos. En unos pocos casos, un tercer individuo intervenía para sancionar al aprovechador, pero el mecanismo más efectivo para ellos resultó ser la colaboración entre dos. Al darse cuenta de que podían conseguir comida con ayuda mutua, los chimpancés empezaron a buscar compañeros mientras los tramposos quedaban aislados.

Aunque inicialmente hubo una alza en el comportamiento de competencia por agarrar la fruta, pronto decidieron que la cooperación funcionaba mejor. ya en la segunda parte del experimento, hacer trampa prácticamente desapareció.

Los resultados desafían los argumentos usuales de que la cooperación es una «gran anomalía» entre el reino animal. Además de este estudio, siguen surgiendo evidencias de lo común que es la colaboración dentro de una especie y a veces entre ellas; por el sólo hecho de que es más efectiva.

«Antes se describía la cooperación humana como una ‘gran anomalía’ y a los chimpancés como animales con tendencia a la competencia más que a la colaboración», declara Malini Suchak, coautora del estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

 

Fuentes, IFLScience, Agencia Sinc

El Ciudadano

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