Físicos logran sincronizar relojes con la máxima precisión, en un nuevo paso para redefinir el segundo

El segundo ha sido el mismo por casi 50 años, pero la creciente precisión de los relojes ópticos está llevando a los científicos a considerar un cambio en su duración. Este exitoso experimento es parte de ese proceso.

reloj

Un grupo de científicos lograron sincronizar dos relojes separados por 12 kilómetros en un margen de una cuadrillonésima de segundo, consiguiendo un cambio histórico hacia el cambio de la duración de la unidad básica de tiempo.

Usando un láser especial, los investigadores, liderados por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos (NIST), lograron que un reloj óptico mostrara casi exactamente la misma hora que otro, informa The Independent.

La técnica es tan precisa, que al medir cuán cerca estaban ambos relojes de mostrar la misma hora, tuvieron que tomar en cuenta el imperceptible balanceo de los edificios en los que están.

La atmósfera cambiante también puede alterar el tiempo que demora la luz en viajar entre los dos relojes, en cientos de picosegundos (un ps. es la billonésima parte de un segundo).

Esto puede no significar nada para la mayoría de los humanos, pero tiene mucha importancia para los científicos que están tratando de crear relojes más eficientes.

El segundo –la unidad básica de tiempo– ha sido el mismo por casi 50 años, pero la creciente precisión de los relojes ópticos está llevando a los científicos a considerar un cambio en su duración. Aunque prácticamente no seremos capaces de notar la diferencia.

reloj atomico optico

Reloj atómico óptico más preciso del mundo. Foto: BBC


El cambio de duración del segundo permitiría que los sistemas de GPS sean más exactos y útiles para las redes eléctricas y las redes financieras computarizadas.

La doctora Laura Sinclair, física del NIST, explica a The Independent: «los 12 km de aire turbulento resultan en distorsiones masivas de los rayos láser, pero aun así los dos relojes lograron sincronizar el tiempo hasta en 20 dígitos».

Los científicos dijeron que no había «degradación de la coordinación de los relojes con la distancia aumentada y la turbulencia».

«Esto sugiere que incluso podríamos agrandar las distancias, especialmente si la ruta no es completamente horizontal», explica Sinclair.

Los físicos, que publicaron su estudio en la revista  Applied Physics Letters, ahora están tratando de resolver otros dos problemas. «Primero queremos ver si podemos sincronizar los relojes cuando uno está en movimiento», señala Sinclair, porque «el mismo efecto Doppler que hace que el tono de la sirena de la ambulancia cambie cuando se nos acerca, también impacta a nuestros relojes, así es que necesitamos corregir este efecto para poder sincronizar relojes en plataformas móviles».

La segunda pregunta es cuán lejos se puede llegar. Si algún día los científicos necesitan redefinir el segundo bajo un estándar óptico, en vez de uno basado en microondas, tendrán que ser capaces de conectar a los mejores relojes del mundo para poder distribuir esa información.

Si se redefine el segundo -para hacerlo más corto o más largo- los científicos tratarían de mantenerlo lo más parecido a su duración actual.

El Ciudadano

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