Investigadores estudian la «psicosis de gran altitud» que suele afectar a los montañistas

Los investigadores aún no están del todo seguros de qué es lo que causa estas alucinaciones visuales, auditivas y sensoriales a más de 7.000 metros.

Investigadores han determinado una nueva causa médica que provoca una psicosis que se da en las montañas de gran altura, que es diferente del conocido mal de montaña.

Lo llaman «psicosis de gran altitud», suele ocurrir a más de 7.000 metros y a menudo se manifiesta como alucinaciones extremas.

Ha habido muchos casos documentados de montañistas que experimentan estos episodios psicóticos. Las alucinaciones visuales, auditivas y sensoriales son comunes (por ejemplo escuchar voces humanas o música) y el fenómeno parece exacerbarse al seguir escalando.

Hay un tipo de ilusión somestética que es tan común que tiene su propio nombre: el factor Tercer Hombre, que se caracteriza porque la persona siente que alguien está subiendo con ellos. Esto no es exclusivo del alpinismo, como lo demuestra un informe de Sir Ernest Shackleton sobre el fenómeno, que le ocurrió al atravesar la Antártida en 1914 .

Sin embargo, estas alucinaciones se han atribuido durante años al mal de altura severo, cuando el cuerpo asciende demasiado rápido como para acostumbrarse al menor oxígeno disponible a gran altura. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, letargo, torpeza, mareos, náuseas, insomnio, sangrado en los ojos y, en casos extremos, exceso de líquido en el cerebro y los pulmones.

Es este edema cerebral el responsable de los síntomas físicos como mareos, falta de equilibrio y dolores de cabeza. También se ha creído que es la causa de las alucinaciones, pero ahora un equipo de investigadores de Eurac Research, en Italia, y la Universidad Médica de Innsbruck, en Austria, proponen que estas responden a una condición diferente, en una investigación publicada en Psychological Medicine.

Examinaron 83 informes de episodios psicóticos en artículos científicos sobre alpinismo y analizaron sus síntomas. «En nuestro estudio encontramos que había un grupo de síntomas que son puramente psicóticos», dijo Hermann Brugger, director del Instituto de Medicina de Emergencia de Montaña de Eurac Research.

«Es decir, que si bien están vinculados a la altitud, no se pueden atribuir a un edema cerebral a gran altura, ni a otros factores orgánicos como la pérdida de líquidos, infecciones o enfermedades orgánicas», explica Brugger.

Los investigadores no están del todo seguros de lo que causa estas alucinaciones.

La hipoxia o las primeras etapas de la inflamación cerebral ciertamente podrían desempeñar un papel. Incluso podría influir estar solo o en un grupo muy pequeño, en condiciones muy difíciles, lo que sería coherente con las otras situaciones en las que aparece el Tercer Hombre.

Lo que se sabe es que una vez que la persona regresa a una altitud segura, los síntomas desaparecen y no hay efectos duraderos.

«Este descubrimiento nos ha permitido realizar una investigación más exhaustiva de las psicosis temporales en personas completamente sanas, una investigación que podría proporcionar importantes indicaciones para la comprensión de enfermedades psiquiátricas como la esquizofrenia», dijo la coautora Katharina Hüfner, de la Universidad Médica de Innsbruck.

El hallazgo también puede ayudar a los montañeses a prepararse mejor para sus periodos en grandes alturas y formular estrategias si se encuentran afligidos por la psicosis.

Los investigadores pueden tratar de replicar los resultados en un entorno de laboratorio, como las cámaras con baja presión de oxígeno y poco aire.

También se están preparando para colaborar con los médicos nepaleses el próximo año, para tratar de obtener una evaluación más precisa de la frecuencia con que se produce la psicosis a gran altitud, así como el riesgo potencial y los factores desencadenantes.

El Ciudadano, vía Science Alert

 

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