La extinción de los dinosaurios impulsó el desarrollo de las ranas por todo el mundo

Al analizar más de 300 muestras genéticas, los investigadores observaron que el 88% de las ranas modernas tiene su origen en tres linajes distintos que sobrevivieron a la masiva extinción de los dinosaurios y otros animales, hace 66 millones de años.

Por Sofia Olea

07/07/2017

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Rana de árbol (Agalychnis moreletii). Imagen vía Ecoosfera

El árbol genealógico de las ranas siempre ha guardado un misterio para los expertos, con linajes desconocidos que no permitían crear un mapa más completo de este género.

Ahora, investigadores chinos y estadounidenses publicaron un estudio en el que logran completar gran parte de la historia de estos anfibios, distinguiendo además el origen de las ranas modernas, que resultó ser hasta 35 millones de años más tarde de lo que se pensaba.

Al analizar más de 300 muestras genéticas, los investigadores observaron que el 88% de las ranas modernas tiene su origen en tres linajes distintos que sobrevivieron a la masiva extinción de los dinosaurios y otros animales, hace 66 millones de años.

La investigación, publicada en la revista PNAS, muestra que la extinción masiva fue un punto de inflexión en la evolución de las ranas, influyendo en dos aspectos: la diversidad y la dispersión geográfica.

Los científicos piensan que las tres líneas que sobrevivieron, se diversificaron al final del Mesozoico, justo después de la gran extinción, gracias a los nichos que dejaron las especies desaparecidas.

Los tres linajes se diferenciaron y expandieron mucho más que los grupos de ranas sobrevivientes. Según señala David Cannatella de la Universidad de Texas en Austin, EEUU, «una extinción masiva es una oportunidad para que nuevas especies entren en ‘nichos vacíos’ que previamente estuvieron ocupados por otras especies».

‘Rana dardo dorada’, endémica de la costa colombiana. Imagen vía National Geographic

«Tres estirpes que fueron perjudicadas y sobrevivieron –Hyloidea, Microhylidae y Natatanura–, hoy suponen más del 80% de las especies actuales», dice Cannatella a Sinc.

Las extinciones masivas pueden derivar en un gran desarrollo de la actividad evolutiva. «Este tipo de eventos dejan la pizarra limpia, de modo que las nuevas especies no tienen que competir con las ya existentes por el espacio y la comida», recalca Cannatella. Por su parte, su colega David Blackburn, investigador del Museo Nacional de Historia Natural de Florida, explica que las ranas tienen una gran habilidad para establecerse en microhábitats, por lo que ese período fue ideal para una explosión evolutiva del género.

El estudio también señala a África como la región donde se habrían originado las especies modernas de rana, y revela que la forma en que se distribuyeron pudo resultar de la separación del supercontinente Pangea y la posterior fragmentación de Gondwana.

«Estas diferentes estirpes parecen haberse diversificado de un modo similar después de la extinción. Fácilmente podrías ir a África Central, Filipinas o Ecuador y encontrar lo que parece ser las mismas ranas con un ancestro común de hace 120 millones de años», señala Blackburn.

Hoy las especies de rana superan las 6.700 y sus hábitats son muy variados; desde los charcos hasta las ramas de los árboles e incluso bajo tierra.

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