La NASA describe una nueva forma de aurora boreal con la ayuda de científicos aficionados

Es un arco subauroral violeta que se observa en los cielos norteños y se diferencia de la aurora conocida. La llamaron, anecdóticamente, Steve, y sigue siendo estudiada por los científicos para lograr un modelo completo del fenómeno.

Steve y la Vía Láctea como se ha visto en Childs Lake en Manitoba, Canadá. La imagen pertenece a Krista Trinder

Unos observadores aficionados de la aurora boreal han descubierto una nueva forma de aurora que aparece como un arco de luz violeta en el cielo nocturno, a la que han llamado «Steve».

Ahora esta luminiscencia está siendo investigada por científicos de la NASA, que dicen que en realidad es una estructura subauroral totalmente nueva, como se explica en un nuevo estudio publicado en Science Advances.

«Steve es esencialmente una cortina muy estrecha, usualmente muy tenue, de luz malva al sur de la aurora primaria, o al norte, si estás en el hemisferio sur, que va desde el horizonte oriental al oeste», dijo a IFLScience Chris Ratzlaff, uno de los observadores que ayudaron a descubrir esta aurora. «Por lo general es bastante sutil, pero algunas veces se la ha capturado bastante brillante», comentó.

La llamaron Steve para evitar referirse a ella por un nombre que implicaba una comprensión de sus propiedades físicas. También es una referencia a la película para niños Over the Hedge (Vecinos Invasores), donde uno de los personajes no está seguro de qué es lo que está mirando, por lo que al azar lo nombra Steve. Después de investigar el fenómeno completamente, los científicos decidieron mantener su nombre, justificándolo como una sigla para ‘Strong Thermal Emission Velocity Enhancement’.

Los científicos ciudadanos primero capturaron imágenes del arco subauroral en Alberta, Canadá, en al menos 30 fechas durante 2015 y 2016. Estas auroras también se han avistado en Nueva Zelanda, Escocia y algunos estados del norte de Estados Unidos.

Los científicos ciudadanos se sorprendieron al descubrir que el arco en el cielo no tenía una clasificación científica formal o precisa, por lo que transmitieron sus hallazgos a la Dra. Elizabeth A. MacDonald y sus colegas de la NASA, quienes utilizaron satélites para observar directamente la velocidad del flujo de iones, así como la temperatura y los electrones de los iones dentro de la estructura.

Por lo general las auroras son causadas por partículas cargadas que se liberan desde la atmósfera superior del Sol. Cuando estas partículas de alta velocidad chocan contra la magnetosfera de la Tierra, liberan su energía creando una gran variedad de hermosos colores -verdes, rojos y morados- que vibran en el cielo. El efecto se ve a simple vista cerca de los polos magnéticos de la Tierra.

El nuevo estudio explica que esta estructura subauroral es ligeramente diferente porque muestra un raro tipo de derivación de iones subaurorales que nunca se ha documentado antes. Esto crea un efecto que es totalmente distinto del óvalo auroral tradicional.

«Este descubrimiento contribuye a una comprensión más amplia de la aurora y la magnetosfera de la Tierra», dijo el Dr. MacDonald, heliofísico de la NASA y autor principal. «Eso nos dice que las auroras están relacionadas con esta característica en latitudes mucho más bajas de lo que habíamos reconocido anteriormente».

«Esas latitudes más bajas significan que los procesos responsables de crear la aurora, que comienzan en la magnetosfera distante de la Tierra, para estos eventos también se extienden a la magnetosfera interna», agregó el científico. «Este fenómeno no se entiende ni se modela completamente porque es más pequeño que la resolución de los modelos que tenemos, por lo tanto tampoco podemos predecir cuándo o en qué tipo de eventos ocurrirá. Estamos recopilando más datos constantemente, buscando nuevos detalles y reconstruyendo las pistas, con la ayuda de nuevos observadores y observaciones».

El Ciudadano, vía IFLScience

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