La vida en la Tierra pudo haberse originado en cráteres formados por cometas

Estos cuerpos celestes habrían traído químicos complejos que produjeron el óptimo ambiente geológico para que la vida floreciera en los cráteres de impacto.

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Grandes cráteres formados por cometas y llenos con agua de mar, pudieron ser el hábitat ideal para las primeras formas de vida. Crédito, solarseven/Shutterstock

El origen de la vida en nuestro planeta es un tema de constante debate y aún hay muchas dudas acerca de cómo y cuándo empezó. Ahora hay un estudio que puede haber hallado la respuesta.

Un equipo de geoquímicos del Trinity College, Dublin (Irlanda), piensa que los impactos de grandes meteoritos y cometas en el mar, favorecieron las condiciones y estructuras ideales para la formación de vida. Estos cuerpos celestes trajeron químicos complejos y produjeron el óptimo ambiente geológico para que la vida floreciera, según los investigadores.

«Estudios previos que han investigado el origen de la vida, se han concentrado en la síntesis de ambientes hidrotermales», señala uno de los conductores del estudio, Edel O’Sullivan, en un comunicado. «Hoy en día, éstos se encuentran en las dorsales oceánicas –marcas características de placas tectónicas que probablemente no existían en los orígenes de la Tierra. En contraste, los hallazgos de esta nueva investigación sugieren que los amplios sistemas hidrotermales funcionaron en un cráter de impacto cerrado en Sudbury, Ontario, Canadá».

Ahora no queda ninguno de los cráteres antiguos originales, por lo que la cuenca de Sudbury es la opción más aceptable. Se trata de un cráter antiguo, formado hace 1.800 millones de años, por un cometa de 10 a 15 kilómetros de ancho. El equipo de científicos analizó una capa geológica al interior de la cuenca -llamada Onaping- que tiene un grosor de 1,4 kilómetros.

«Debido a las fuerzas tectónicas posteriores, todas las rocas de la estructura, que alguna vez tuvo 200 kilómetros de ancho [el cráter de impacto], ahora, más que estar enterradas, están expuestas a la superficie», explica el Profesor Balz Kamber, autor senior del estudio. «Esto hace posible hacer un recorrido transversal desde la placa inferior, a través de la capa de magma y luego a través de toda la cuenca. Para los geólogos, esto es como hacer un viaje en el tiempo, desde el momento del impacto hasta sus resultados», agrega Kamber.

En el estudio, que fue publicado en Geochimica et Cosmochimica Acta, los investigadores revelan que los depósitos más recientes son más ricos en carbono y metales hidrotermales, lo que indica que ocurrieron como secuela del impacto. El cráter se llenó inmediatamente con agua de mar, pero luego se aisló del océano. Las reacciones químicas promovieron la formación de actividad hidrotermal y la vida microbiana al interior del cráter creó la formación del carbono que vemos hoy.

El equipo de geoquímicos piensa que Sudbury es análogo a los cráteres de impacto que se formaron durante el bombardeo intenso tardío. Si este es el caso, entonces los cráteres pueden haber favorecido el ambiente estable, cálido y aislado, necesario para que la vida se formara en la Tierra.

 

IFLScience

Traducción, CCV, El Ciudadano

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