Tras experimentos realizados con roedores

Lombrices suprimen efectos de la vacuna BCG

Sugieren que la infección crónica con lombrices intestinales reduce indirectamente la cantidad de células en los ganglios linfáticos cerca de la piel

Un estudio realizado por un grupo de científicos del Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia, han demostrado que la vacuna contra la tuberculosis es menos eficaz en personas que padecen de infecciones crónicas de gusanos intestinales.

Sin embargo, la razón de esta inhibición en quienes reciben la vacuna Bacille Calmette-Guerin (BCG) no estaba clara hasta la realización de experimentos con ratones, que según sus resultados sugieren que la infección crónica con lombrices intestinales reduce indirectamente la cantidad de células en los ganglios linfáticos cerca de la piel, lo que inhibe la respuesta del sistema inmune a la vacuna.

El científico Xiaogang Feng, explica que a través de estos estudios se demuestra cómo la infección crónica con el gusano intestinal Heligmosomides polygyrus afectó a la respuesta inmune de los animales después de la inyección de la vacuna BCG.

En su investigación que lleva el título “La atrofia de los ganglios linfáticos que drenan la piel predispone a una respuesta inmune alterada a la infección secundaria en ratones con infección crónica por nematodos intestinales”, se muestra que la infección crónica por nematodos conduce a respuestas periféricas reducidas a la vacunación debido a una reducción generalizada en el grupo de linfocitos receptivos disponibles.

En el caso de los roedores infectados con gusanos, detalla, éstos tenían ganglios linfáticos significativamente más pequeños, los cuales controlan la respuesta inmune a la vacuna.

La falta de células y moléculas reguladoras en los ganglios linfáticos que drenan la piel hizo que el investigador buscara explicaciones alternativas a la respuesta alterada a BCG. Sus resultados apuntan a que el crecimiento de los ganglios linfáticos cerca de los intestinos (donde viven los gusanos) aleja las células de los ganglios linfáticos de la piel, detalla el trabajo que publica Plos Pathogens.

Posteriormente, los científicos experimentaron con ratones infectados con gusanos con medicamentos para matar lombrices intestinales. Tres semanas más tarde, los ratones desparasitados tenían respuestas inmunitarias similares a la inyección de BCG que las observadas en ratones sin lombrices, lo que sugiere que los ganglios linfáticos de la piel habían recuperado su función.

Con estos resultados, los científicos del Instituto Karolinska creen en su hipótesis de que los gusanos intestinales en humanos pueden inhibir la efectividad de la vacuna BCG.

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