Los efectos de la malnutrición son amplios, crónicos y hereditarios, afirma estudio

El trabajo ofrece un enfoque actualizado sobre la mortalidad por causa de la desnutrición y la obesidad, y afirma que aún después de que las personas han logrado adoptar una dieta saludable, los problemas de salud permanecen, adquiriendo un carácter crónico.

desnutrición

Las personas con problemas de desnutrición son más propensas a morir por infecciones comunes y enfermedades inmunológicas en general. Así lo concluye una investigación publicada hoy en Trends in Immunology. El trabajo ofrece un enfoque actualizado sobre la mortalidad por causa de la desnutrición y la obesidad.

El estudio afirma que aún después de que las personas han logrado adoptar una dieta saludable, los problemas de salud permanecen, adquiriendo un carácter crónico. Claire Bourke, investigadora del Centro de Genómica y Salud Infantil de Londres, Reino Unido, y autora principal del trabajo, señala que la imagen que normalmente se tiene sobre la malnutrición –de niños famélicos y en los huesos– es solo “la punta del iceberg” de un conjunto más amplio de trastornos. “La descompensación de nutrientes provoca, entre otros muchos problemas, el deterioro del intestino y del sistema respiratorio”, asegura Bourke a la agencia Sinc.

El retraso en el crecimiento es la principal manifestación de la malnutrición. En los países en vías de desarrollo, las personas afectadas por este problema no alcanzan la estatura normal esperable y, aunque puedan tener un aspecto saludable, son más vulnerables a infecciones e inflamaciones de órganos. Algunos de los efectos de la desnutrición (o malnutrición) son una mala calidad de la sangre, que tiene menos glóbulos blancos; menor firmeza de las membranas de la piel y del intestino, que se vuelven más vulnerables a los patógenos; y un mal funcionamiento de los ganglios linfáticos de carácter crónico.

“La desnutrición puede ser el resultado de comer muy pocas calorías, de llevar una dieta con exceso de grasa y azúcar o no ser capaz de asimilar los nutrientes”, señala la experta. “En los niños esto es particularmente perjudicial, porque hay muchos procesos de desarrollo que tienen lugar en la infancia y que requieren que todo el organismo funcione con un alto rendimiento”.

obesidad chatarra

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El problema no es lineal

Uno de los aspectos que más ha impactado a los científicos es el hecho de que entre la desnutrición y los problemas inmunológicos no hay una relación lineal, sino que cada una puede ser causante de la otra y no se sabe cuál es primero.»Siempre se ha pensado que es el sistema inmunológico el que conduce a la patología, pero las nuevas herramientas experimentales son capaces de aislar los efectos de la dieta por sí sola”, destaca Claire Bourke.

«Mientras más investigamos el sistema inmunológico, mayor es el papel que se le otorga. No sólo combate las infecciones sino que afecta al metabolismo, las funciones neurológicas y el crecimiento, factores que también se ven afectados por la malnutrición», agrega la experta.

Pero lo más relevante es que las alteraciones del sistema inmunológico quedan en el ADN a través de marcas epigenéticas que se heredas de padres a hijos y trascienden varias generaciones. Las personas desnutridas que tienen descendencia, traspasan a sus hijos un sistema inmunológico alterado y deficiente. Esto puede hacer que sufran de malnutrición aunque tengan una alimentación óptima.

Bourke espera que en el futuro sea posible que los médicos, usando análisis inmunológicos personalizados, puedan identificar a los niños que son más susceptibles a infecciones, con el fin de entregarles tratamientos preventivos.

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