Fundación Bill Gates y Monsanto

Los verdaderos intereses de las ‘superbananas’ de Bill Gates

La Fundación Bill and Belinda Gates ha desarrollado una banana transgénica rica en vitaminas y hierro para, según explica el millonario empresario, luchar contra la desnutrición en África. ¿Tendrá algo que ver las 500 mil acciones que tiene de Monsanto?

Científicos SuperBanana

Stephen Buah (izquierda) y James Dale

La Fundación Bill Gates ha desarrollado la ‘superbanana’ con el supuesto objetivo de luchar contra la desnutrición crónica y aguda que azota a muchos países africanos, tales scomo Uganda, Kenia o la República Democrática del Congo. Esta ‘superbanana’ es en realidad una banana transgénica modificada en laboratorios para que tenga un alto contenido en vitamina A, vitamina E y hierro. En el exterior tienen un ascpecto casi idéntico a las bananas corrientes, pero en el interior se puede apreciar un color más anaranjado por el exceso de vitamina A. A diferencia de los otros plátanos, las ‘superbananas’ se deben cocinar siempre antes de ser ingeridas.

En el mundo, casi 900 millones de personas sufren desnutrición crónica, entre ellos muchos niños menores de cinco años. La desnutrición infantil es un problema realmente grave que requiere de soluciones urgentes para reducir cifras tales como que el 13% de los niños sufre desnutrición grave, situación que requiere de la ayuda médica urgente. Las causas de este problema de alimentación insuficiente, según el informe de UNICEF, son «la falta de acceso a los alimentos, la falta de atención sanitaria, la utilización de sistemas de agua y saneamiento insalubres, y las prácticas deficientes de cuidado y alimentación. En el origen de todo ello están las causas básicas que incluyen factores sociales, económicos y políticos como la pobreza, la desigualdad o una escasa educación de las madres«.

La Fundación Bill Gates, apoyada en el trabajo dirigido por James Dales, de la Universidad Tecnológica de Queensland, invirtió 15 millones de dólares para desarrollar una banana transgénica con el objetivo de ayudar a luchar contra la desnutrición que castiga estos paíes; o eso es lo que quiere que pensemos.

La persona que lidera la investigación, el Doctor Dale, declaró que «este proyecto tiene el potencial de tener un impacto muy positivo en los productos alimenticios de primera necesidad en gran parte de África y, al hacerlo, levante la salud y el bienestar de millones y millones de personas mayores de las generaciones

Pero no todo el mundo está de acuerdo con la supuesta ayuda que la Fundación Bill Gates quiere ofrecer los países en desarrollo con sus plátanos transgénicos. Las primeras pruebas se han llevado a cabo en Uganda, y son los propios campesinos ugandeses los que piensas que sus plátanos autóctonos son perfectos para su población, ya que llevan años cultivándolos y alimentánose de ellos, según ha publicado Javier Guzmán, el director de VSF Justicia Alimentaria Global.

«Este banano es un insulto a nuestra comida, a nuestra culutra, a nosotros como nación, y lo condenamos firmemente» dijo Bridget Mugambe, miembro de la Alianza por la Soberanía Alimentaria en África (AFSA). Esta plataforma, más otras 120 organizaciones se unieron la semana pasada par enviar una carta abierta en la que condenan la superbanana y la investigación financiada por Gates.

Sólo hace falta pararse a pensar unos minutos para unir los puntos del mapa y descubrir los intereses ocultos de las ‘superbananas’ del magnate informático. La Fundación Bill and Belinda Gates es propietaria de medio millón de acciones de la inmoral Montsanto, la empresa transnacional que controla alrededor de 90 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas.

Monsanto es criticada por organizaciones de todo el mundo por sus poco éticos métodos para lograr el negocio sin importar las violaciones de ley, los sobornos de funcionarios, la salud de la población o la contaminación del medio ambiente. A lo largo de su historia, Monsanto acumuló -y sigue acumulando- un sucio expediente de hechos, irregularidad y sanciones. Pero continúa llevando a cabo su actividad empresarial, esta vez de la mano de la Fundación Bill Gates que, tras fracasar en Europa, ahora pretende extender el mercado de alimentos transgénicos en África con la demagoga escusa del hambre.

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