Los mamíferos se volvieron criaturas diurnas cuando los dinosaurios desaparecieron de la Tierra

Esto explicaría por qué no son muchos los mamíferos que hoy en día llevan un estilo de vida diurno y por qué la mayoría todavía tienen ojos y oídos más aptos para vivir de noche.

Por Sofia Olea

06/11/2017

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El Palaeotherium vivió hace unos 45 millones de años. Imagen: Heinrich Harder

Una nueva investigación afirma que los primeros mamíferos eran criaturas nocturnas que recién comenzaron a emerger de la oscuridad después de la desaparición de los dinosaurios, que dominaban la Tierra durante el día.

Esto explicaría por qué no son muchos los mamíferos que hoy en día llevan un estilo de vida diurno y por qué la mayoría todavía tienen ojos y oídos más aptos para vivir de noche.

«La mayoría de los mamíferos de hoy son nocturnos y están adaptados para sobrevivir en ambientes oscuros», dijo la coautora del estudio, Roi Maor, de la Universidad de Tel Aviv.

«Los monos y simios (incluidos los humanos) son los únicos mamíferos diurnos que han desarrollado ojos similares a los otros animales diurnos como las aves o los reptiles. Otros mamíferos diurnos no han desarrollado adaptaciones tan profundas», agrega la investigadora.

La evidencia que proporcionan Maor y su equipo dice que decenas de millones de años de evadir a los dinosaurios terminaron causando un «atasco» nocturno en la evolución de los mamíferos; es decir, el grupo de criaturas de sangre caliente que producen leche y que incluye a nuestra propia especie.

Debido a que se escondieron en la oscuridad por mucho tiempo, posiblemente para evitar ser comidos por dinosaurios (o competir con ellos por comida o territorio), los mamíferos de hoy no están a la par con los peces, reptiles y aves cuando se trata de la visión diurna.

Todos los mamíferos, excepto los primates, carecen de una parte del ojo conocida como fóvea, que está repleta de células «conectoras» de fotorreceptores para ver el color con mucha luz. En cambio, los mamíferos tienden a tener más células de «vara», las que cumplen el rol de captar la luz tenue en condiciones de poca luz, pero entregan una resolución relativamente baja.

Los mamíferos diurnos del presente -incluidos los tipos de ardillas, musarañas arborícolas, antílopes y muchos carnívoros- también tienden a tener un agudo sentido del olfato y una audición aguda, atributos necesarios para vivir en la oscuridad.

Maor y un equipo analizaron los estilos de vida de 2.415 especies de mamíferos vivos y utilizaron algoritmos informáticos para reconstruir el comportamiento probable de una serie de generaciones de ancestros, hasta llegar al comienzo de los mamíferos.

El ancestro mamífero más antiguo surgió entre 220 y 160 millones de años atrás, evolucionando desde un antepasado reptil. Este animal probablemente era nocturno, como dice el estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution.

Mientras los dinosaurios, de sangre fría, eran probablemente los habitantes diurnos que vagaban en busca de luz solar para calentar sus cuerpos, al igual que los reptiles de hoy.

El estudio reveló que los mamíferos permanecieron nocturnos durante todo el período mesozoico, que terminó hace unos 66 millones de años, cuando posiblemente un asteroide acabó con los dinosaurios y casi tres cuartas partes de la vida en la Tierra.

Los mamíferos sobrevivieron y prosperaron. La mayoría eran animales pequeños y furtivos que permanecieron nocturnos, mientras algunos se acostumbraron al día y otros, como los gatos, elefantes y vacas, terminaron siendo una combinación de ambos.

Los antepasados ​​de los primates estaban entre los primeros mamíferos que se volvieron estrictamente diurnos, posiblemente unos 52 millones de años atrás. Esto explicaría por qué nuestra familia de primates está mejor adaptada a la luz solar: hemos tenido más tiempo para evolucionar y adaptarnos.

Si bien el estudio muestra una fuerte correlación entre la muerte de los dinosaurios y la emergencia diurna de los mamíferos, no puede concluir con certeza la causalidad de esta relación.

Fuente, The Guardian

El Ciudadano

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