Mayoría de neonazis se decepcionan al intentar probar su pureza con exámenes genéticos

Dos investigadores rastrearon a 153 supremacistas blancos que se habían hecho el test y que discutieron sus resultados en 3.000 publicaciones del sitio Stormfront. El seguimiento mostró que cerca de dos tercios estaban decepcionados con los resultados, porque habían encontrado que su genoma tenía otros componentes además de los ancestros blancos europeos. 

Craig Cobb, supremacista blanco. Imagen: Kevin Cederstrom/AP

Los neonazis suelen escudriñar en pruebas genéticas, pero normalmente no están contentos con sus resultados. Dos sociólogos, Aaron Panofsky y Joan Donovan, estuvieron revisando sistemáticamente y durante años la página web del grupo supremacista blanco Stormfront, buscando cuentas de personas que se tomaban exámenes genéticos de ascendencia para probar su blancura, publica MIT Technology Review.

Los investigadores rastrearon a 153 usuarios que se habían hecho el test y que discutieron sus resultados en 3.000 publicaciones del sitio. El seguimiento mostró que cerca de dos tercios estaban decepcionados con los resultados, porque habían encontrado que su genoma tenía otros componentes además de los ancestros blancos europeos.

El sitio Stat habla sobre este trabajo y de cómo la comunidad nazi en línea ha tenido que lidiar con estos «desafortunados» hallazgos.

Mientras la mayoría de los racistas se dieron el porrazo de ver que los exámenes desmentían la «pureza» que se arrogaban, también intentaron desacreditar la veracidad de los exámenes. Entonces se encontraron con una verdadera controversia científica.

Las compañías que realizan los tests, como 23andMe y Ancestry.com, se esmeran en poner cifras claras en las variantes genéticas que detectan. Es decir, una persona podría recibir un examen que afirma que sus genes son 86% de Europa y 14% de África subsahariana, como fue el caso de un prominente supremacista blanco (foto arriba).

Como publica Stat, las empresas de exámenes genéticos trabajan seriamente por validar estos números, aunque son difíciles de identificar. Las personas se desplazan mucho por los territorios y nuestras ideas de lo que constituye un grupo genético, en términos geográficos, son bastante confusas.

Esto puede dar pie a los racistas para cuestionarse los resultados que no les satisfacen, pero también muestra que, además de grotescos, los intentos por probar una supuesta «pureza racial» son absurdos, en términos científicos.

Imagen redes: supremacistas blancos en Charlottesville, vía NPR

El Ciudadano

 

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