Monos con parálisis logran caminar gracias a un innovador implante cerebral

Usando implantes eléctricos instalados estratégicamente, la nueva tecnología bordea la región dañada de la espina dorsal, permitiendo que las señales viajen entre el cerebro y las piernas.

Por Sofia Olea

10/11/2016

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implante cerebro silicona

Implante sobre un modelo de silicona de cerebro de mono


Gracias a un nuevo sistema llamado interfaz cerebro-espinal, unos monos que estaban paralizados y tenían serios daños en la espina dorsal , pudieron caminar a menos de seis días de haber sufrido sus lesiones.

Usando implantes eléctricos instalados estratégicamente, la nueva tecnología bordea la región dañada de la espina dorsal, permitiendo que las señales viajen entre el cerebro y las piernas.

En un comunicado, el coautor del estudio, Grégoire Courtine, explicó que «esta es la primera vez que la neurotecnología restaura le movilidad en primates», pero advirtió que «quedan muchos desafíos por delante y podría tomar varios años antes de que todos los componentes de esta intervención puedan ser probados en personas».

En ausencia de heridas mayores, las señales que se originan en la corteza motora del cerebro son transmitidas por la espina dorsal hasta la región lumbar, que consiste en una red de neuronas que estimulan el movimiento en los músculos de las piernas. Sin embargo, si hay una lesión en la espina dorsal, esta comunicación puede interrumpirse, dejando al cerebro incapaz de comunicarse con las piernas.

Lo que hicieron los investigadores fue poner una matriz de electrodos sobre la corteza motora de los monos que tenían daño espinal, con el fin de registrar las señales originadas en esta parte del cerebro cuando los animales trataban de caminar. Luego, esta actividad neuronal se transmitió de manera inalámbrica a un computador de control que usó un algoritmo par identificar señales que codificaron las flexión y la extensión de los músculos.

Una vez que estas señales cerebrales habían sido decodificadas, el computador las envió a un electrodo que se encontraba en la región lumbar de las espinas dorsales de los monos, debajo de la zona del daño, el que luego estimuló eléctricamente redes precisas de neuronas, provocando la contracción de los músculos de las piernas.

«El primate pudo caminar inmediatamente una vez que la interfaz cerebro-espinal fue activada. No hubo necesidad alguna de fisioterapia o entrenamiento», dice el coautor Erwan Bezard.

El estudio fue publicado en la revista Nature y ya se aprobó una investigación que involucra la interfaz cerebro-espinal en humanos. Si este proyecto resulta exitoso, este nuevo método representaría un gran paso adelante en el tratamiento de la parálisis.

Por IFLScience

El Ciudadano

 

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